Abro los ojos con un sobresalto en el pecho y veo que todos están a mi lado preocupados mirándome con sus rostros aterrados pero sin querer intervenir para poder darme espacio y que pueda respirar. 

-¿Qué pasó? -les pregunto con la voz quebradiza

-No sé, te tiraste al piso en posición fetal y empezaste a balbucear mientras llorabas -dice Jeannette mientras me abraza con los ojos llenos de lágrimas 

-Espera, Meritxell -me levanto con las piernas temblorosas y corro a donde está 

Estaba apretando sus puños con tanta fuerza que no dudaría que estuviera dañándose a si misma, se retorcía de dolor tratando de controlar las expresiones de dolor que gritaban por salir a la luz, su rostro estaba completamente rojo mientras apretaba con fuerza su quijada para que no saliera ni un solo quejido. 

-Es Varsha, está lastimándola -les digo a todos -Hagan algo 

-¿Cómo se corta una comunicación? -pregunta Jeannette mientras ve el sufrimiento de Meritxell 

La cual empezó a liberar unos quejidos ahogados mientras se revolcaba de dolor sobre el piso. 

-Tómame de la mano cariño -dice mi mamá mientras se pone de pie 

Me pongo a su lado rapidamente, Jeannette toma su otra mano y mi papá termina cerrando nuestro circulo. 

 -**Virtutem imploramus praesidii, Interpellamus hunc nexum, Ne pergat miserum Animam pati ab illo daemone, Nunc libera eam** -empieza a conjurar mi padre 

(Invocamos al poder de protección, deja que está conexión sea interrumpida, no dejes que esta pobre alma siga sufriendo por ese demonio, libérala ya)

-Ahora niñas dejen fluir su energía para encapsular a Meritxell en una esfera -nos indica nuestra madre 

Doy mis tres respiraciones y dejo fluir mi energía, siento como fluye a través de mi cuerpo y una ligera capa de poder empieza a envolver el cuerpo de Meritxell en una esfera, parecida a las que utilizamos cuando hacemos bolas de plasma, que asemejan a esas esferas para hámster, solo que evidentemente estas que nosotros formamos están hechas de magia por lo que son indestructibles. 

Pronto el cuerpo de Meritxell deja de sufrir y ella despierta de golpe con un sobresalto que nos deja asustados a todos. Terminamos la conexión y ocurre lo que jamás creí que mis ojos llegarían a ver. 

Meritxell estaba tirada en el suelo llorando. 

Pero no es un llanto silencioso o donde solo las lágrimas ruedan por las mejillas, ella realmente estaba liberando un llanto desgarrador, estaba completamente destruida. 

No tengo ni la menor idea de lo que Varsha le hizo, pero debió de ser el peor castigo de su vida, porque Meritxell jamás se había quebrantado de esta manera ni siquiera cuando era una pequeña niña. 

Me acerco lentamente y la abrazo con miedo de que me rechace, pero Meritxell se aferra a mi y continua llorando con sentimiento, con dolor y desesperación. 

-Tranquila, ella no está aquí -trato de tranquilizarla -Aquí me tienes a mi, no estás sola 

-Yaiza... -susurra apenas audible en medio de todo ese llanto 

-Tranquila, aquí estoy y no voy a ir a ninguna parte 

Mi madre se acerca a nosotras y nos abraza a ambas. 

-Sácalo Meritxell, libérate de ese dolor que está matándote por dentro 

Meritxell aumenta su llanto y es entonces cuando empiezo a sentir que mis brazos, que estaban sobre su espalda, húmedos. Los miro separándome de ella y veo que están manchados de sangre porque su camisa está empapada de rojo. 

-Mamá... -digo sin aliento y con las manos temblorosas 

-¡LARGO DE AQUÍ! -les grita mi mamá a todos los que nos estaban rodeando, estaban sofocando el ambiente y sus balbuceos no ayudaban para nada la situación 

Todos se alejan a toda prisa. 

-Meritxell cariño, tengo que quitarte la blusa 

Pero ella solo podía llorar y temblar. 

Mi mamá desgarra la blusa de su espalda y ahoga un grito de terror. 

En su espalda Varsha había grabado la palabra "TRAIDORA" con letras mayúsculas, marcadas profundamente y eran tan grandes que cubrían toda su espalda. 

-Voy a curarte cariño, vas a estar bien -dice mi madre con las manos temblorosas incluso más que yo 

Tomo la mano de Meritxell con fuerza y ella se aferra a mi mientras libera un grito cuando mi mamá comienza a sanar la "T"

-¡NO! ¡DETENTE! -grita Meritxell -¡ME HACES MÁS DAÑO!

-Tengo que curarte Meritxell o vas a desangrarte 

-No, déjame morir, por favor, por favor, te lo ruego, por favor -le suplica mientras la mira a los ojos -No me salves, por favor, no lo soporto, por favor 

Mi mamá empieza a llorar a mares de lágrimas sin ser capaz de continuar. 

-Meritxell, por favor, no nos pidas eso -le digo con un nudo en la garganta 

-Por favor Yaiza, no me obligues a pelear, por favor, no puedo hacerlo, no puedo ir en contra de Varsha por favor entiéndeme, por favor

Mi papá se acerca a consolar a mi madre y ahoga un grito cuando ve la espalda destrozada de Meritxell. 

Ella se sujeta con fuerza de la tierra e intenta ponerse de pie pero no puede moverse en lo absoluto, porque cae contra el piso. 

-Tenemos que curarla, no puede quedarse así -dice mi padre 

-Le duele demasiado 

-Entonces ponla a dormir 

-No lo hagas Yaiza -susurra Meritxell llorando otra vez -¿Por qué? ¿Por qué se aferran a dañarme? ¿Por qué?

-Solo queremos curarte Meritxell, no va a doler -trata de explicarle mi papá

-Como se nota que un demonio jamás los ha herido -dice mientras muerde su labio inferior con fuerza para reprimir un grito cuando mi padre comienza a sanar su espalda 

-Papá espera -le digo con lágrimas en los ojos 

-No hay tiempo que esperar 

Vuelve a sanar con su magia la espalda de Meritxell y ella libera un grito sin ser capaz de reprimirlo. 

Puedo ver como las heridas que mi padre va cerrando liberan un humo a su paso, pero segundos después la herida vuelve a abrirse con más profundidad. 

-Detente no está funcionando -le digo a mi papá asustada 

-¿Pero que carajos? -pregunta aturdido

Meritxell se revuelca de dolor y libera un grito ensordecedor. 

-¿Sabes que podemos hacer para curarte? -le pregunta mi madre con la voz hecha un hilo 

-No lo sé -dice rendida -Me duele, solo... solo quiero que pare 

Veo a la anciana que cuido de Meritxell y de mi después de traer a la vida a Varsha y que saliéramos volando por los aires del risco del piso más alto del castillo de la Rosa, Edurne, acercándose a nosotros 

-¿Qué ha pasado? No me dejan descansar en paz ¿Qué son esos gritos? -dice furiosa 

Pero al ver a Meritxell ahí tirada con las letras ensangrentadas destrozándole la piel liberó un suspiro. 

-¿A sido Varsha?

-Sí -le digo sin aliento 

-De acuerdo, háganse a un lado 

Todos nos quitamos y solo permanecen ella y Meritxell que sigue llorando desconsolada sobre el piso con su espalda sangrando a chorros. 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora