*** Narra Meritxell ***
Decir que perdí la oportunidad de mi vida para convertirme en una bruja azul, con el máximo poder corriendo por mis entrañas era una completa tortura.
Pero ver a Yaiza de rodillas, suplicando, implorando piedad por la vida de esos seres tan asquerosos me debilitó.
Además aún la necesito para mi plan, la necesito de mi lado, que me tenga como su única opción.
Suspiro cansada después de borrarles la memoria a los padres de Yaiza y hacer un conjuro para que crean que tanto Jeannette como ella se fueron de intercambio por seis meses al extranjero. Ya que Yaiza me aseguró que su hermana no regresaría a casa porque se siente defraudada, dolida y no se que porquerías más.
Yaiza estaba tomando una ducha desde hace 18 minutos y hasta acá podía escuchar su patético llanto.
El olor a rosas se hizo presente y sé que nada bueno va a pasar, perdí mi oportunidad alcanzar mi poder máximo arrebatando dos vidas de brujos que son de nivel morado y purpura, mostrando que mis habilidades en su mismo rango son mayores y mucho mejores.
Bajo al sótano e invoco a Varsha.
Lo primero que veo es como un látigo cubierto en llamas azules me golpea con fuerza abriendo mi piel y haciendo que apriete la quijada para no liberar un grito de dolor.
-¡ERES UNA IMBECIL! -ruge Varsha y siento como me tiemblan las piernas, como mi corazón late desbocado sobre mi pecho y como mis manos se forman en puños para soportar el miedo
Caigo de rodillas cuando una ráfaga de latigazos comienzan a golpearme sin piedad, uno detrás del otro en cualquier parte de mi cuerpo, siento el ardor de mi piel abriéndose, la humedad de mi sangre desbordándose y manchándome.
Piensa en otra cosa, no seas débil, tú puedes soportarlo, tu puedes Meritxell. Resiste un poco más, pronto parara.
-¡¿POR QUÉ?! ¡ESTANDO TAN CERCA DE CONSEGUIRLO! ¡¿POR QUÉ?!
-Porque la necesito de mi lado -digo apenas audible por el dolor que me carcomía
-Ibas a alcanzar la grandeza, el poder, ibas a ser una bruja azul -dice moderando su tono de voz pero eso no dejaba a un lado lo terrorífica y amenazante que era -¿Acaso no te cansas de decepcionarme?
-Varsha entiende, si lo hubiera hecho ella jamás me lo hubiera perdonado, hubiera roto el pacto de sangre y estaría condenada en el infierno por el resto de la eternidad, mi plan hubiera fracasado
-Eres débil
-No lo soy -le digo con rabia mientras la miro a los ojos
-Lo eres, sigues siendo la misma niña inservible que siempre has sido, te ha temblado la mano al momento de liquidar a tus enemigos -habla con tanta severidad que me da escalofrío -Ellos mataron a tus padres, sin piedad, frente a tus ojos
-Lo sé
-Pues parece que lo has olvidado -dice y empiezo a sentir el terror apoderándose de mi -No te preocupes yo te lo recordaré
Y entonces entra en mi, haciendo que recuerde absolutamente todo lo que pasó aquella noche, cada gesto que vi con mis propios ojos, como la vida de mis padres se esfumaba en manos de esos dos brujos desquiciados. Veo la sangre, la batalla, a mi madre suplicando que no me hicieran daño como su último aliento, sus gritos desgarradores que me rompieron el alma y que lo sigue haciendo.
Esos gritos que por las noches me atormentan y me impiden seguir durmiendo.
Esos gritos que provocan todo el odio que siento por esos seres tan repulsivos, asquerosos y traicioneros.
-Para -le pido a Varsha
Pero ella no se detiene, pasa la misma escena una y otra vez por las siguientes tres horas consecutivas.
***
Por fin la tortura termina y estoy tirada en el piso con la respiración entrecortada, con las heridas bañadas de sangre, ardiendo cada fibra de mi cuerpo como siempre que Varsha me castiga.Su presencia se ha esfumado y yo solo me trato de levantar para poder curar mis heridas mientras muerdo mi labio con todas mis fuerzas.
Ahí van más cicatrices que jamás podré borrar de mi piel y que son un claro ejemplo de lo incompetente y de lo inservible que soy.
Subo las escaleras con una mueca de dolor y agotamiento mental.
-¿Qué fue lo que te pasó? -me pregunta Yaiza temblorosa -Intenté entrar porque no sabía que te ocurría
-Estoy bien -digo en susurro
-Estás temblando
-Estoy bien Yaiza, ocúpate de tus malditos asuntos -le hablo con firmeza y frialdad para asegurarme de que no me siga
Y así lo hace, se queda plantada en su lugar y yo voy a mi habitación, donde me dejo caer sobre la cama y unas lágrimas escapan de mis ojos.
Odio cuando me trata de esa forma, cuando me tortura con la muerte de mis padres una y otra vez. Siempre termino agotada cuando me castiga como máximo una hora y está vez su furia era tanta que no le bastó con eso, por lo que tres horas seguidas le pareció más complaciente.
La cabeza comenzó a punzarme y la vista me pesaba, así que cerré mis ojos.
***
Un olor...
Un sonido a lo lejos...
Me levanto de golpe y veo a Yaiza entrando a la habitación con una bandeja de plata en sus manos.
-Te he traído la cena
La miro con duda y el ceño fruncido.
-¿Por qué harías eso si no te lo pedí?
-Porque estás cansada, no se mucho de esto pero seguramente pelear con dos brujos al mismo tiempo es agotador
-Es muy sencillo en realidad -le digo mientras la miro de mala gana -Ellos no resultan una amenaza para mi
¿Cree que soy tan débil para no poder con ese par de sanguijuelas?
-Bueno en realidad... -susurra apenas audible mientras se mira con nerviosismo sus manos -Es para agradecerte que les perdonaras la vida a... bueno, ya sabes a quien
-No lo hice por ti
Pero es mentira, sé en el fondo que si fue por ella. Porque me suplicó y me imploró piedad.
-Sé que debió ser muy difícil ir en contra de lo que deseabas realmente, tu mirada no dudaba en quitarles la vida
-Solo olvídalo -le digo con frialdad recordando el castigo que recibí por parte de Varsha por su culpa
-No puedo olvidarlo -susurra
-Pues aprende a olvidarlo y espero que tu empeño sea mejor que tu intento fracasado por dejar de ser tan curiosa
-Te dejaré esto aquí, dormiré en el sillón de la sala, descansa -dice con el rostro agachado y se va sin decir nada más
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El demonio de pétalos de rosa
FantasyYaiza es la segunda hija de un matrimonio, una chica normal hasta que es poseída por un demonio, pero no uno cualquiera, sino aquel que le dará poderes y la hará sentirse poderosa e indestructible. Ella descubre que su familia viene de un linaje de...