XVI

29 7 0
                                    

Meritxell acuesta a Aretxa sobre una mesa y levanta las palmas de sus manos sobre la cabeza de ella, con la mirada profunda y sin expresión de tener la más mínima duda de lo que va a hacer.

-**Non accedes ad Yaizam, omnem familiarem vel amicos eius, non facies contra eam, quia si feceris, senties ignem gehennae secundo te consumente, erit tam intolerabilis dolor, ut usque in finem. te ipsum occidere. Oblivisceris te illam et Ninam in bibliotheca occidere conatus es, parentes tuos rogabis ut quam primum ex hoc loco exeas et numquam redibis. Nil nec ullus alica frangere poterit, quicumque temptaverit, aeternus erit, donec die moriaris**

(**No volverás a acercarte a Yaiza, a ninguno de sus familiares ni amigos, no harás nada en su contra porque si lo haces sentirás el fuego del infierno consumiéndote cada segundo, el dolor será tan insoportable que terminarás matándote a ti misma. Olvidarás que trataste de matarla a ella y a Nina en la biblioteca, les rogaras a tus padres que se larguen de este lugar lo más pronto posible y jamás regresaras. Nada ni nadie podrá romper el hechizo, no importa quien lo intente, será eterno hasta el día de tu muerte**)

Termina su conjuro tan perturbador y sonríe con malicia cuando ve mi rostro horrorizado. 

-¿Era necesario eso de que sentirá el fuego del infierno consumiéndola? 

-¿Crees que debí utilizar navajazos desgarrando sus entrañas? -me pregunta con seriedad

 -Eres increíble -digo con frustración 

¿Cómo es posible que hable de esa manera con tanta naturalidad? Ser brutal y letal es parte de su esencia, parte de su personalidad.

-Lo sé -dice con una sonrisa arrogante -Dime algo que no sepa

Meritxell camina hasta el charco de sangre y me mira. 

-¿También quieres que limpie esto o tus manitas pueden ayudar?

-Sería sospechoso si limpio esto con un pañuelo o un limpiador, es sangre 

-Lo pagarás caro -dice mientras se gira y comienza a limpiar todo con su magia hasta disolverla y dejar el piso brillante

Mientras ella termina con todo eso, me dedico a recoger y acomodar los libros que se cayeron del estante sobre el que me arrojo Aretxa. 

-Ya está todo -dice Meritxell -Ve a despertar a Nina mientras me llevo el cuerpo de Aretxa

-Muchas gracias por todo -le digo sincera -Has salvado a Nina de que muriera y siempre te estaré eternamente agradecida 

-Sí como sea, me debes una y muy grande Yaiza 

-Sí, lo sé 

-Quita esa cara tan ridícula, no te obligaré a que aceptes que Varsha posea tu cuerpo otra vez 

-¿Y entonces?

-Ya se me ocurrirá algo 

-Necesito otra cosa -le digo en susurro mientras miro mis manos con nerviosismo 

-¿Ese favor viene incluido en el paquete o tendré otro favor a cambio?

La miro con suplica y ella me mira sin inmutarse. 

-Necesito respuestas, sé que tu puedes dármelas

-¿Qué te hace pensar eso?

-Eres muy inteligente, conoces todo sobre este mundo que yo desconozco y que creía imposible hace unos días atrás 

-Te veré en el bosque 

-No 

-¿A no? -pregunta con una sonrisa burlona 

-Quiero decir... que tal vez podríamos ir a otro sitio, uno más concurrido

-¿Tienes miedo de estar a solas conmigo? 

-No, pero no quiero que estemos solas 

-¿Por miedo?

-No Meritxell, no es miedo, solo una precaución 

-Precaución -repite con una sonrisa burlona -Está bien, si no te importa que otras personas nos vean hablando yo tampoco tengo problemas 

-Mañana en el Café Campbell antes de ir a clases 

-Bien, no llegues tarde o te juro que me largo -dice sin bromear 

-Estaré puntual, lo prometo 

-Bien -chasquea los dedos y el cuerpo de Aretxa comienza a levitar y se dirige a nosotras -Otra cosa más -dice mientras me mira con esos ojos azules tan penetrantes que me aterran pero que a la vez me hacen querer descubrir todos los secretos que esconde, quizá descubrir porque ella es así -Eres muy mala mintiendo 

-¿De qué hablas?

-Precaución ¿Enserio? -sonríe de lado con burla

-Se hace tarde y tienes que salir de aquí con un cuerpo levitando detrás de ti -le digo mientras me cruzo de brazos 

Tratando de que olvide que en verdad si tengo miedo de ella, además el bosque sigue provocándome una sensación que aún no me siento preparada para enfrentar. 

-Que poco me conoces -dice suspirando -¿De verdad crees que no hice algo al respecto con ella? -señala con la cabeza a Aretxa -Es invisible ante los ojos de los demás, no voy a exponerme Yaiza, trata de ser un poco más inteligente 

Se da media vuelta y se va, con el cuerpo de Aretxa flotando a centímetros detrás de ella. Mientras la lluvia las moja a ambas y se pierden a lo lejos. 

Regreso a donde está Nina recostada y sacudo su hombro con cuidado de no lastimarla. 

-Nina despierta, por favor 

Ella se mueve ligeramente pero sigue dormida. 

-¿Señorita? ¿Qué hace aquí? -dice Fancy, la anciana bibliotecaria 

-Mi amiga y yo vinimos a hacer un trabajo 

-¿Pero se quedó dormida cierto? 

-Sí, igual ya nos íbamos 

-Bien, en cinco minutos cerramos 

Sacudo el hombro de Nina y ella despierta. 

-¿Qué pasó?

-Te has quedado dormida y no pudimos avanzar el proyecto 

-Ay no, Yaiza, discúlpame por favor -dice arrepentida 

-No te preocupes, tenemos toda una semana para hacerlo, ahora hay que regresar a casa antes de que se haga más tarde 

-Está bien 

Comienza a recoger sus cosas lo más aprisa que sus manos se lo permiten, ambas nos despedimos de Fancy mientras emprendemos el camino de regreso a casa debajo del paraguas que traía Nina en su mochila. 

-Gracias por no enfadarte conmigo por quedarme dormida, de verdad no entiendo lo que me pasó -dice arrepentida mientras estamos afuera de mi casa 

-No te preocupes, enserio -le doy un abrazo, feliz de que ella este viva y sana  

-Te veo mañana 

-Hasta mañana Nina 

Me da una sonrisa y yo entro a mi casa mientras que ella va directo a su casa, perdiéndose entre la oscuridad que nos rodea. 

Entro a mi casa y veo a mi familia reunida, que al verme suspiran con tranquilidad. 

-Estábamos a punto de salir a buscarte -dice mi padre mientras se deja caer en el sillón pasando sus manos por la cabeza 

-Solo me quedé a estudiar en la biblioteca -miento descaradamente mientras los veo -Se lo dije a Jeannette 

-Sí, pero tardaste mucho 

-Bueno tardé más de lo que creí

-¿Todo está bien cariño?

-Sí -miento otra vez y no entiendo porque Meritxell me dijo que soy mala haciéndolo, si mis padres se lo tragaron enseguida y mi hermana junto con ellos 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora