El demonio de pétalos de rosa

XXXV

*** Narra Yaiza ***

Me recuesto en el sillón resoplando con agotamiento, mientras siento como el dolor se vuelve más agudo sobre mis manos al igual que la punzada en mi cabeza. 

Había pasado todo el día entrenando, logré que 10 rosas crecieran al mismo tiempo, también pude lograr perfeccionar el disparo de los rayos y el fuego. Pero en cuanto a las alucinaciones no pude hacer absolutamente nada. 

Ya era casi media noche y Meritxell no había llegado aún, me preocupaba que algo pudiera haberle pasado, sobre todo cuando se soltó una tormenta terrible que provocó que uno de los arboles del bosque cayera dándome el susto de mi vida. 

Cierro mis ojos por un momento cuando escucho que la puerta principal se abre y me reincorporo con flojera. 

-¿Qué fue lo que te pasó? -pregunto aterrada al ver a Meritxell

-Luché contra un demonio -dice adolorida mientras se desploma completamente agotada sobre el sillón contrario al que yo me encontraba 

-¿Varsha?

Sonríe y suspira.

-Si hubiera sido Varsha, yo estuviera muerta 

-¿Y entonces quien fue?

-Uno llamado Gorkat 

-¿Has curado ya tus heridas? -pregunto al ver toda la sangre combinada con toda el agua que empapaba su ropa por la tormenta, una mezcla hasta cierto punto aterradora y sumamente preocupante

-Sí -susurra mientras cierra sus ojos 

-¿Conseguiste lo que buscabas?

Levanta su mano con esfuerzo y se enciende una chispa azul que pronto se convierte en una llama del mismo tono. 

-Si creía antes que el fuego morado era hermoso, el azul ni siquiera tiene comparación, no hay una palabra que lo describa -le digo mientras lo admiro con detenimiento, como si estuviera hipnotizada

-Lo sé -susurra 

-He conseguido hacer crecer 10 rosas al mismo tiempo y he perfeccionado el tiro 

-¿Y qué pasa con las dos rosas restantes y con las alucinaciones?

-No he podido, estaba agotada 

-Yo lucho con un demonio ¿Y te atreves a decirme que no lo has logrado porque estabas agotada?

-Perdón -susurro -Déjame ayudarte a ir a tu habitación 

-Tengo que darme un baño 

-Ven aquí 

La ayudo a ponerse de pie y la acompaño hasta el baño para que pueda limpiarse y relajarse. Cuando termina con su aseo personal, sale envuelta en una bata de baño y la acompaño hasta su cuarto para ayudarla a costarse y me despido de ella asegurándome de que se quedó dormida y que no necesita nada más. 

Voy a la sala con un suspiro y sonrío. 

Al parecer hoy a sido un día productivo para ambas, yo no alcancé todas las metas que me había propuesto pero si mejore bastante. Meritxell por otro lado, si consiguió la meta que buscaba, ha obtenido el rango más elevado y ahora es completamente imparable. 

Me recuesto en el sillón y cierro mis ojos, dejándome vencer por el cansancio para entrar en un profundo sueño. 

***

-Yaiza 

Escucho que me llaman a lo lejos. 

-Yaiza -esta vez también sacuden mi hombro 

-Cinco minutos más -reniego y vuelvo a dormir 

-Yaiza 

Me remuevo incomoda pero permanezco dormida. No quiero que me molesten y de verdad me siento muy cansada. 

Pero de la nada siento como me bañan con un balde de agua completamente helada que me hace pegar un brinco mientras un chillido sale de mis labios y me pongo a tiritar de frío. 

-¿Qué demonios te pasa? -le pregunto enojada a Meritxell 

Quien tiene plasmada en el rostro un sonrisa burlona y no tiene ni una pizca de arrepentimiento en la mirada. 

-Buenos días -dice riendo 

-¿No puedes despertarme como una persona normal?

-Si no te has enterado, yo no soy una persona normal -se burla de mi nuevamente -Además intente despertarte tres veces solo llamándote, pero te reusabas a abrir los ojos 

-¿Para qué me quieres tener despierta? ¿Cuál es el apuro?

-Hoy hay luna llena -dice mientras su semblante se vuelve serio 

Puedo ver que esto ya no es un juego, su cambio de humor y la manera en como me está mirando me lo confirman. 

-¿Y qué hay con eso? -pregunto con nerviosismo 

-Hoy haremos el conjuro 

-¿Qué? -pregunto sin aliento 

-Hoy haremos el conjuro -repite Meritxell tranquilamente 

-Pero aún no estoy lista -susurro con miedo 

-Pues tendrás que estarlo para media noche, ya no voy a postergarlo más, es está noche 

La respiración abandona mis pulmones y siento como un escalofrío recorre cada parte de mi cuerpo haciéndome temblar y sintiéndome insegura. 

-Yaiza, has mejorado -me mira con profundidad -Confío en ti así que no vayas a decepcionarme 

-Tengo miedo 

-No te voy a matar -dice riendo mientras ve mi ridículo nerviosismo -Todo nos va a salir bien 

-¿De verdad lo crees?

-Sí 

-¿Cómo estás tan segura?

-Porque sé que tienes miedo, por todo lo que Varsha pueda hacerle a Jeannette, además también está en juego el pacto de sangre que has hecho 

-¿Tenias que recordármelo?

-Sí, porque no quiero errores -me mira de arriba a abajo -Ahora ve a darte un baño que hueles a perro mojado 

Le saco la lengua para pelearla y voy al baño para tomar una ducha larga. 

No tardaron mucho en comenzar a abrumarme todas las cuestiones de inseguridad con respecto a mis poderes y a todas las cosas que podrían salir mal y provocar que terminara encadenada en el infierno por el resto de la eternidad. 

-Llevas ahí adentro media hora, date prisa Yaiza, el agua no va a quitarte los miedos y las inseguridades 

-Tengo que utilizar todos los recursos disponibles -le digo mientras cierro la regadera 

-Date prisa, el camino es muy largo 

-¿A dónde iremos?

-A la Rosa 

-¿A la Rosa?

-Un castillo abandonado que está justo al lado de un risco a 35 metros por encima del nivel del mar abierto 

-No estás ayudando con mi nerviosismo 

-Tu preguntaste yo respondí, así de simple 

-Tengo miedo 

-Pues ese no es mi problema, me voy de esta casa en 15 minutos, apúrate si no quieres irte con el estomago vacío

 -Ya voy 

-15 minutos, ni uno más -me amenaza con voz severa y yo solo puedo concentrarme en controlar el temblor de mis manos que se aferran a la bata de baño que esta cubriendo mi desnudez 

Suspiro con gran esmero y salgo del cuarto de baño para ir a la recamara de Meritxell, en donde encuentro ropa limpia y perfectamente doblada en una de las esquinas de la cama, esperando ser utilizada por mi.

-Puedes hacerlo Yaiza, todo sea por Jeannette