XVIII

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-¿Tú quieres alcanzar el poder azul? -le pregunto con curiosidad

-¿Y quien no?

-No lo sé, no estoy segura de querer ser tan poderosa 

-Eso es comprensible -dice mientras me mira -Tú has ignorado tus capacidades, habilidades, posibles enseñanzas toda tu vida, no entiendes un carajo de todo esto, del valor, del honor, del respeto 

-Me da miedo todo este mundo 

-Pues el que hasta hace poco era tuyo no es mejor ni superior -dice mientras me mira -¿Hacemos una lista de todas las cosas malas que ha hecho el ser humano?

-No 

-Buena elección -dice mientras se termina su bebida 

-¿Podrías enseñarme a utilizar mis poderes?

-Quizá 

-¿Quizá?

-Necesito recibir algo a cambio, ya me debes dos favores ¿De verdad quieres seguir acumulando puntos a mi favor?

-Eres mi única opción 

-Es tu decisión Yaiza -dice mientras me mira con esa profundidad que me hace sentir pequeña a su lado -Pero una vez que entres, no podrás salir jamás 

-Necesito hablar con mi familia 

-¿Estás segura de que te dirán la verdad?

Lo pienso.

-No, ellos me han hecho creer que quien soltó la ráfaga de viento en el campo fuiste tú

-¿Y por qué crees que es así?

-Porque tienen miedo de que descubra la verdad -digo sin aliento cuando descubro que poco a poco todas las piezas empiezan a encajar entre si -No puede ser posible -susurro apenas audible, sintiendo una opresión en el pecho -Ellos no quieren que me entere de quien soy realmente

Meritxell se queda ahí sentada sin decir ni hacer nada, solo mirándome.   

-No puede ser cierto, ellos no me mentirían 

-Creí que ya habíamos pasado la fase de negación -dice Meritxell con fastidio 

-Esto es muy difícil para mi Meritxell, acabo de enterarme de que mis padres en realidad no lo son, que toda mi vida a sido una maldita mentira, de que mi hermana en realidad no lo es, de que vivo sometida y en la ignorancia 

-Yo lo entendí hace bastante tiempo, a la que no le entra en la cabeza es a ti -me dice con frialdad -Cuando superes todo este maldito teatro de drama me buscas para empezar a hacer algo al respecto, estoy harta de escuchar tus lamentaciones y negaciones 

Se levanta y se va sin decir nada más. 

Las lágrimas se acumulan en mis ojos, todo esto es muy fuerte para mi. El hecho de enterarme de todo esto no es fácil de digerir. 

Me levanto de la mesa y salgo del café limpiando mis ojos con cuidado para no lastimarme. 

-¡Hey! -dicen mientras me toman del brazo con gentileza

Me giro y veo a mi hermana que me mira con preocupación.

-¿Qué ocurre? ¿Por qué estás llorando?

-No es nada -digo en susurro 

-¿No ha llegado Nina y te dejó plantada? -pregunta mientras la busca entre toda la gente que camina por nuestro lado

-No es nada -vuelvo a repetir pero un nudo en la garganta se forma

Es casi un hecho que Jeannette no es mi hermana de sangre, ella se ha dedicado a protegerme toda su vida, me a cuidado como a su hermana pequeña, siempre ha estado a mi lado apoyándome.

Soy una cobarde, le tengo miedo a la verdad. Miedo a que Jeannette no sea mi hermana realmente. 

Tengo que saber toda la verdad, comprobar que todo lo que me dijo Meritxell es verdad, que ella no está jugando o que todo esto no es parte de su plan de manipulación. Llevo toda mi vida conociendo a Jeannette y a mis padres, pero a ella solo unos meses, no es lo mismo. 

Una parte de mi sabe que todo esto es real, que Meritxell es la única que está diciéndome la verdad, pero otra parte se aferra a la idea de dejar ir todo esto y que simplemente me apegue a tener una vida ordinaria y sin magia. 

-¿Qué ocurre? -dice Jeannette mientras me sujeta por los hombros y me sacude -Te has quedado muda y mirando un punto fijo en el piso ¿Estás herida? ¿Te sientes mal? -su preocupación es más que evidente, sé que está desesperada y muerta de angustia por mi, como siempre 

-Estoy bien -le digo mientras sonrío para que se tranquilice 

-¿Segura?

-Sí, creo que me he vuelto un loca sentimental 

-¿En donde está Nina?

-No llegó, probablemente se le atravesó algún contratiempo, igual no pasa nada 

-¿Y qué tal si aprovechamos y vamos a comprar algo de ropa y unos zapatos?

-¿Enserio?

-Sí 

-Entonces andando 

Ambas vamos caminando hasta nuestra tienda de ropa preferida, nos probamos varias prendas y modelamos entre nosotras mientras una ligera música de fondo resuena y me da una tranquilidad que no sabía que necesitaba con tanta urgencia. 

-¿Jeannette es verdad que solo los primogénitos de los brujos son los únicos que tienen poder como descendencia?

-¿Y por qué tanto interés por eso?

-Curiosidad 

-Sí, es por eso que yo tengo poderes y tú no 

-¿Y no hay una mínima probabilidad de que haya dos hijas de los mismos brujos con poderes?

-No 

Y se hizo el silencio mientras caminábamos una al lado de la otra de regreso a nuestra casa mientras disfrutábamos de un helado de vainilla y chocolate. 

-Sé que la ráfaga de viento que se liberó sobre nosotros en el campo de batalla te hizo creer que fuiste tú quien la lanzó -dice Jeannette luego de unos minutos rodeadas de silencio -Pero fue Meritxell, ella lo hizo 

-¿Cómo estás tan segura?

-Tus poderes procedían de Varsha, no era tú poder sino el de ella -me detiene del brazo para que la mire a los ojos -Tú nunca has tenido poderes Yaiza, Varsha y Meritxell solo jugaron con tu inocencia y con tu falta de conocimiento, ella planeó absolutamente todo, es una mala persona y te quiero lejos de ella ¿Me has entendido?

Pero es que no era la ráfaga de viento mi supuesto poder, era el hecho de que logré pulverizar un cristal en la biblioteca de mi escuela con la energía que me transmitía, logré dejar inconsciente a una bruja que atacaba a Nina despiadadamente. Yo misma vi los rayos blancos saliendo de la palma de mis manos, pude sentirlos. 

-¿Me has entendido? -vuelve a repetirme Jeannette mirándome a los ojos 

-Solo quiero que todo esto termine -susurro agotada 

-Ya terminó Yaiza, no hay de que preocuparse 

Sigo caminando con Jeannette a mi lado, sin que ninguna de las dos dijera nada más, dejando que nuestros pensamientos nos consuman lentamente. 

Esto no ha terminado, solo está empezando.

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora