LVII

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Seguimos caminando por el sendero y puedo notar como la temperatura empieza a subir, el calor comienza a sofocar el ambiente lo que significa que ya estábamos llegando. 

Además el olor a rosas era mucho más fuerte, una familiaridad me abruma, haciendo que recuerde todos esos momentos que viví con Varsha poseyendo mi cuerpo, ahora me parecían recuerdos tan lejanos pero que si los recuerdo con detenimiento se sienten igual de fuertes como si volviera a vivirlos. 

Veo que Meritxell se detiene en seco y me paro a su lado tratando de ver lo que provoco esta reacción en ella. 

Y entonces lo veo, es una mujer de unos 25 años con llamas azules en sus manos con una sonrisa diabólica y con las llamas azules encendidas en sus pupilas. 

-¿Quién es? -pregunto sin aliento 

-Soy Kai, la fiel y honoraria seguidora de Varsha -dice la chica con la sonrisa siniestra ensanchándose más en su rostro de forma realmente aterradora

Meritxell permanece con el rostro sereno, pero se que está completamente alerta y al más mínimo descuido la atacará.

-¿Cómo estás pequeña Meritxell?

-No te atrevas a decirme pequeña, Kai -dice Meritxell con odio 

-¿Por qué no? Eres menor que yo 

-Y tan superior en otros sentidos 

-Sigues siendo la misma chica arrogante de siempre 

-Es algo que mis habilidades me han otorgado, lamento que tu capacidad no pueda hacer lo mismo con tu desgraciado ser 

-¿Bromeas? Soy de rango azul -dice mientras muestra con entusiasmo las llamas azules 

-Si pero fueron concedidas por Varsha, no conseguidas por ti misma -le dice con asco Meritxell

-¿Envidia?

-No me hagas reír Kai, todo lo que he logrado a sido por mi cuenta en cambio tu, solo tu patético ser de suplica ha hecho que Varsha te tenga lastima y bueno siendo realistas esta es la única forma para conseguir que te superes 

-Estas tan enojada y frustrada por la traición de Varsha, que te has armado este grupito de brujos para tratar de llegar a Varsha, por favor, ni siquiera van a poder pasarme a mi -dice burlesca 

-Nunca me ha importado en lo más mínimo lo que crees, solo te puso aquí porque sabía que todos esos brujos morirían si me enfrentaba a ellos 

-Es que yo soy invencible 

-No es lo que yo recuerdo -dice Meritxell con burla -Yo te recuerdo rogando, suplicando y yo a punto de matarte sino fuera por Edurne que se entrometió en mi camino 

-Esa vieja desgraciada me salvó el pellejo, pero está vez no hay nadie que nos impida terminar lo que empezamos 

-Te estoy esperando con ansias 

Kai forma un látigo azul con centenares de rayos entrelazados con firmeza, lanzando chismas y silbando con fuerza cuando se lanzó en contra de Meritxell en el primer ataque. 

Ella levanta un muro que retumbó la tierra y que hace que todos caigamos de rodillas. 

-¡AYUDENLA! -les grito a todos que parecen estar en un estado de shock 

Meritxell comienza a lanzar bolas de plasma envueltas en flamas ardientes, una detrás de otra de forma masiva. 

Varias alcanzan a impactar el cuerpo de Kai, pero no le pasa nada, solamente ríe complacida. 

-¡VAMOS CARIÑO! ¡¿ES ESTO LO MEJOR QUE TIENES?!

Meritxell grita llena de rabia mientras se acerca peligrosamente y lanza el fuego más abrazador que jamás le he visto arrojar. 

Grito en sorpresa y veo que Kai ataca el fuego morado de Meritxell con fuego azul. No puedo decir que no sentí miedo al ver como dos colores chocaban contra si, en una batalla de poder, era algo tan terrorífico y espeluznante que no era sorpresa que todos estuvieran completamente atónitos. 

-Jeannette tenemos que ayudarla -le digo con desesperación 

-¿Qué quieres que hagamos Yaiza por favor? ¿Ya viste que es una bruja azul?

-¿Y?

-Es un poder supremo 

-Exactamente ¿Cuánto crees que va a durar Meritxell antes de que las llamas azules terminen ganando sobre las moradas?

-¿Qué propones?

-No tengo ni la menor idea, pero ahorita se me ocurrirá algo, trabajo contra presión mejor 

Veo todo a mi alrededor y es entonces que veo unos fuertes y grandes arboles. 

Tomo mis tres respiraciones, me planto bien sobre la tierra y con la energía fluyendo a través de mi ser tomo a la distancia el tronco del árbol y comienzo a arrancarlo, las raíces son mucho más fuertes de lo que creí así que tuve que hacer un esfuerzo que me sobrepasaba para poder arrancarlo. 

Cuando lo consigo, reúno toda mi fuerza y lo lanzo con todas mis fuerzas sobre Kai.

La fuerza y la dirección eran más que precisas pero en cuanto estuvo a punto de derribarla, ella levantó una de sus manos en la dirección del ataque y pulverizó por completo el árbol volviéndolo cenizas. 

-¿Así que tú también quieres jugar pequeña hormiga? -dice riendo Kai 

Mi piel palidece, al ver que con un mano sostiene el ataque de las llamas azules contra las moradas de Meritxell, mientras que la otra mano la levanta en mi dirección y es cuando siento algo que esta sosteniendo con firmeza mis pies, unas ramas que se elevan del piso con fuerza y me quitan el equilibrio y mi posición de combate. 

Después siento una opresión en la garganta como si estuviera ahorcándome con fuerza. Empiezo a luchar y a removerme para tratar de apartar la sensación y permitir que el aire entre a mis pulmones pero me es imposible. 

Veo que todos salen del trance y empiezan a luchar contra Kai, pero ella no tarda en derribarlos, hacerlos volar por los cielos, envolverlos en llamas para que mueran quemados.

Mi madre logra sujetar su mano con un látigo y mi padre sujeta el otro, lo que ayuda a Meritxell a que la ataque con un fuego que la hace gritar. Pero desprende un viento tan abrazador que nos manda a todos a volar por los aires incluso a mi que estaba anclada a la tierra. 

Me golpeo contra los arboles que cortan mis brazos con rasguños profundos, hasta que impacto en seco contra el piso golpeándome la cabeza. 

Me pongo de pie con una herida punzante y me curo en segundos, salgo de entre los arboles y corro en dirección a Kai cuando veo que tiene a Meritxell levitando mientras la sujeta con el látigo de la muerte sobre su cuello. 

Formo un látigo con mi mano derecha y lo lanzo a su pantorrilla envolviéndolo estrechamente y jalo con todas mis fuerzas mientras libero un grito. 

Kai cae al piso por lo que pierde la concentración y no logra quitarle la vida a Meritxell con la punta que se dirigía a su ojo. 

Ella se levanta, se acerca a Kai, mi madre vuelva a sujetar con un látigo de fuego la mano derecha y mi padre hace lo mismo pero con la izquierda. 

Meritxell saca una daga de doble filo con una serpiente en la empuñadura y degolla a Kai, no conforme con eso enciende el fuego purpura en la daga y la entierra en el pecho de Kai atravesándola por completo, acabando con ella por completo y sin la más mínima posibilidad de sobrevivir. 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora