XLVIII

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Eran casi las tres de la mañana y estaba caminando con paso firme por el bosque, estábamos a unos cuantos metros de llegar a la casa de mis padres biológicos, donde murieron aquella noche en manos de los brujos asquerosos que me estaban custodiando ahora mismo. 

-Cinco metros más y habremos llegado -dice la madre de Yaiza 

Cuando llegamos pude ver una cabaña estilo mansión de madera firme pero algo descuidada que me puso los pelos de punta. Sentí una fuerte opresión en el pecho que me hizo liberar un suspiro profundo. 

-¿Lo estás sintiendo cierto? -me pregunta el padre de Yaiza y Jeannette 

-Sí -le digo con la voz neutral 

-Vamos a entrar 

En cuanto mi pie toca la madera siento un escalofrío que recorre cada fibra de mi cuerpo, me siento extraña, me siento poderosa pero no como cuando tenía mis poderes, es algo completamente diferente. Algo nuevo e indescifrable que no se como manejar. 

Al adentrarme en la casa puedo ver que todo el lugar está lleno de polvo, pero me encanta el ambiente tan sombrío que se respira dentro. Los muebles son realmente hermosos y siento una extraña conexión con todo esto, como si el pasado estuviera hablando conmigo, dándome la bienvenida de nuevo a un hogar que me arrebataron cuando mis padres murieron y quedé completamente sola contra todos. 

-Vamos al sótano -dice la madre de Yaiza mientras me conduce por un pasillo que lleva a unas escaleras amplias 

Bajamos y entramos a un salón completamente amplio, con evidentes quemaduras por todo el piso al igual que las paredes. Incluso hay manchas de sangre que seguramente han estado por años ahí. 

-Ve al centro y ponte a meditar -me dice el padre de Yaiza 

-No saben cuanto les costara darme ordenes en ese tono condescendiente -los amenazo y voy a sentarme al centro del salón 

Me coloco en mi postura y empiezo a meditar, conectando con mi cuerpo, concentrándome en mi respiración y en poner mi mente en blanco. 

-Empecemos -dice la madre de Yaiza 

Abro mis ojos y veo el ritual que comienzan a hacer. 

Colocan  un circulo a mi alrededor formado por monedas de oro, el padre de Jeannette me tiende una copa de cristal y una daga. 

-Necesitamos una copa de tu sangre 

Hago el corte preciso llenando la copa mientras la sangre brota de mi cuerpo, después él sana mi herida de forma rápida sin dejar cicatriz visible. 

Se levanta y va a sellar el circulo de las monedas con mi sangre sobre ellas. La madre de Jeannette comienza a levantar con sus llamas moradas y purpuras unas ramificaciones que brotan de la tierra a mi alrededor, todas caminando hacía mi, no tardan mucho en entrar en contacto con mis piernas, envolviéndolas con firmeza.  

Ambos se toman de las manos y trazan con sus manos un circulo de fuego morado con destellos purpuras que envuelve el circulo con precisión y perfección. 

-Despeja tu mente -me dice la madre de Yaiza 

Cierro mis ojos y siento como empieza a temblar debajo de mi la tierra, me relajo y me concentro en mi respiración. 

-**Nos Fairuz et Beaufort invocamus potentiam memoriae, potentiam quae metris subterraneis clausa est, potentia haereditatis quam parentes primogenito suo reliquerunt** -empieza a conjurar 

(**Nosotros Fairuz y Beaufort invocamos el poder del recuerdo, el poder que está encerrado metros bajo tierra, ese poder de herencia que los padres han dejado a su primogénita**) 

-**Potestas illa, quae jure suo est, invenite viam ad illam, florem in illa, partem illam, nullam aliam sortem habetis, quam sit pro Meritxell** -termina por su esposa  

(**Ese poder que por derecho le pertenece, encuentra tu camino hacía ella, florece dentro de ella, se parte de ella, no tienes otro destino que ser para Meritxell**)

Ahogo un grito cuando siento un ardor que atraviesa todo mi cuerpo como cientos de cuchillos afilados enterrándose en todo mi ser sin compasión una y otra vez. 

Empuño mis manos para soportar el dolor, pero comienzo a sentir como si estuviera ardiendo entre unas llamas abrazadoras.

-Se fuerte Meritxell, sé que duele pero tienes que resistir 

Abro los ojos para mirarla y sonrío. 

-¿De verdad te crees que este es el peor dolor que he experimentado en mi vida? 

Ella baja la mirada y vuelvo a cerrar mis ojos para concentrarme. 

El dolor cada vez va más en aumento, un temblor comienza a recorrer mi cuerpo por el cambio brusco y repentino en donde el ardor fue remplazado por choques eléctricos que arrasaban con todo a su paso. Cada vez más intenso. 

Permanezco firme hasta que el dolor comienza a ceder y de la nada desaparece tan pronto como apareció. Un fuerte viento comenzó a soplar por toda la habitación mandando a volar a los padres de Yaiza contra las paredes de la habitación, las llamas del circulo cambiaron a un rojo vivo, brillante y las monedas se fundieron combinándose en una mezcla homogénea con mi sangre. 

El circulo comenzó a hacerse cada vez más pequeño, acercándose a mi con rapidez. Pude sentir el calor de las llamas rojas abrazadoras provocaban. El circulo entró en contacto con mi piel, la mezcla envuelta en llamas y mordí mi labio inferior para no gritar de dolor, las ramas que cubrían mis pies absorbieron todo y empezó a temblar todo el lugar con mucha brusquedad, tuve que sujetarme de las ramas que me rodeaban para estabilizarme.

Un agujero negro comenzó a labrarse justo enfrente de mi y de este ascendió una esfera de poder morado contenido, que al estar a mi altura entro por mis ojos, oídos, nariz y boca, provocando un impacto que me dejó inconsciente. 

***

Me despierto de un sobresalto y veo a ambos padres de Yaiza mirándome con los rostros llenos de preocupación y asombro. 

-¿Cómo te sientes cariño? -pregunta Fairuz

-Estoy bien -le respondo con brusquedad 

-¿Funcionó? -me pregunta Beaufort

Levanto mi mano e inmediatamente me recorre el cosquilleo para formar una llama abrazadora de fuego morado ardiente. 

-Sí, ha funcionado -les digo con una sonrisa 

Ellos gritan de felicidad y se abrazan eufóricos. 

-Disfruten esa felicidad que no les durara tanto, se viene la peor parte y no voy a ser piadosa, solo iré a ese lugar con los mejores y si ustedes creen que lo merecen tendrán que demostrarlo con creces

-De nada, se que esa es tu forma de agradecer 

-Oh créeme, mi forma de agradecer no te va a gustar -sonrío con malicia y empiezo a emprender el camino de regreso al campo de batalla en donde se hará el peor entrenamiento de la existencia de cada uno de esos brujos 

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora