LXII

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Siento mis manos entumecidas por tantos campos de fuerza que Varsha destruye, cada vez los ataques se vuelven más frecuentes y cada vez más letales. 

-Yaiza -le hablo con dificultad 

-No -me dice con coraje -No te atrevas a decirlo -me dice con dolor 

-Se ha ido, ya no está con nosotros

-¡NO! ¡ELLA ES MI MADRE! ¡NO VA A DEJARME SOLA!

Grito frustrada mientras los escudos empiezan a ser destruidos más rápido. 

De pronto veo un rayo morado cubriendo el cuello de Varsha desde atrás. 

-Yaiza, tienes que ayudarme 

Varsha se gira y corre hacía el padre que tenia el látigo sobre su cuello, no tarda no dos segundos en hacerlo volar por los aires estrellándolo con brutalidad sobre el techo, el cual es perforado, lo envuelve en llamas azules, pero no se escuchan gritos de su parte, lo que significa una sola cosa. 

Jeannette ahoga un grito al ver la monstruosidad que Varsha acaba de hacer con su padre, lo que la impulsa a cortar de una vez por todas el grueso tallo de la rosa que la trajo a la vida. 

-¡NO! -ruge Varsha al darse cuenta de lo que estaba haciendo mientras todos nosotros la distraíamos

Pero ya es tarde para reaccionar, la rosa cae al piso completamente muerta y el poder azul brillante, mi poder, corre por la habitación en busca de mi cuerpo. En cuando impacta contra mi, siento como me adapto a él sin la menor de las dificultades, esta energía suprema que me hace más destructible de lo que ya soy, ese poder que es mío y que ha crecido conmigo. Aquel que se amolda a mi a la perfección y me vuelve completamente letal. 

Camino hacía Varsha con coraje por todo el caos que ha estado provocando, libero fuego ardiente y abrazador de la palma de mis manos con la fuerza de un tsunami, ella no puede evadirlo y es arrastrada por el piso mientras la quemo con las llamas infernales de mi poder. 

-¡Solo buscaba tu maldita aprobación Varsha! -le digo llena de rabia sin dejar de atacarla -¡Solo deseaba escuchar que estabas orgullosa de mi! 

Formo un látigo con rayos chispeantes que rugen en cuanto entran en contacto con la piel de demonio de Varsha. 

-¡Siempre quise que me reconocieras por el esfuerzo que te daba! ¡Siempre te di lo mejor de mi! ¡Sude sangre por conseguir tu aprobación! -comienzo a llenarla de marcas feroces sobre su piel con cada latigazo -¡Quería ser digna de tu admiración! ¡Que admitieras que era tu mejor y fiel seguidora! ¡Pero solo conseguí una traición de tu parte, que me obligaras a cambiarme de bando en tu contra y que me dejaras marcada para el resto de mi vida con la palabra traidora en la espalda!

Respiro agitadamente mientras me detengo con los golpes. Mi mirada furiosa recubre cada uno de los movimientos de Varsha, que se está poniendo de pie con sangre negra escurriendo por las profundas heridas que le he dejado, también yo puedo jugar a dejar marcas eternas en la piel de mis enemigos. 

-Siempre fuiste mi orgullo Meritxell -dice Varsha mientras me mira a los ojos -Fuiste capaz de soportar cada castigo y maltrato, siempre obedecías cada una de mis peticiones, no importaba que tan peligroso era, tu lo cumplías sin importar que pasara con tu integridad física 

Siento que pierdo el aliento cuando escucho sus palabras y mis ojos se llenan de lágrimas. 

-Eres todo lo que siempre soñé que serías

-No me mientas -le digo llena de coraje 

-No miento -dice completamente sincera con la mirada abrazadora calándome hasta los huesos -Eres incluso más de lo que esperaba que te convirtieras, eres la jodidamente poderosa bruja que siempre desee que fueras 

-¿Y si lo logre por qué me obligas a llegar hasta este punto? -le digo con odio y desprecio 

-Porque no importa cuan poderosa e indestructible seas, siempre querrás más, te he entrenado para que así sea -dice con una sonrisa retorcida que me hace temblar -Eres un monstruo construido a mi semejanza, disfrutas del sufrimiento, no sientes pena ni lastima, mucho menos remordimiento por la muerte de tus enemigos 

-Tienes razón y no descanso hasta que consigo lo que quiero -le digo con la rabia consumiendo todos mis sentidos 

-Puedes herirme todo lo que quieras, pero no podrás destruirme, no eres superior a mi, estás sola en esto Meritxell, siempre has estado sola

-No está sola -dice Yaiza a mi lado -Y nunca volverá a estarlo 

-¿Tú? -ríe amargamente Varsha -¿Qué puedes ofrecerle tú? ¿Cómo ser fracasada en la vida? ¿Ser una conformista miserable? ¿Cómo vivir una vida de porquería?

-No, puedo ser su mejor amiga, puedo convertirme en su familia porque sabe que siempre que me necesite estaré a su lado -dice Yaiza mientras me toma de la mano -Eso es algo que tu jamás podrás darle

-Yo odio a Meritxell con todo mi ser -dice Jeannette a mi izquierda -Pero te odio más a ti por involucrar a mi familia en todo esto, destruiste lo que más amaba, me arrebataste a mis padres frente a mis ojos, así que si tengo que soportar la arrogancia de tu bruja favorita, voy a hacerlo sin quejarme, voy a apoyarla en todo lo que necesite, porque ella es mucho más valiosa y poderosa de lo que crees 

Me toma de la mano y entonces una energía que nunca había sentido comienza a fluir por mi cuerpo, nuestras manos unidas se encienden con unas llamas abrazadoras llenas de poder de color verde. 

Miro completamente asombrada y desconcertada por el tono que se han tornado mi poder azul. 

El verde ni siquiera es un color en el rango de los brujos. ¿Qué demonios es esto?

Miro a Varsha y está completamente impactada, incluso diría que está fuera de si misma, se ve indefensa y temerosa. 

-No van a derrotarme -dice tratando de sonar segura -No pueden matarme 

-Mataste a mi madre -dice Yaiza llena de rabia 

-Y mataste a mi padre -dice Jeannette con odio en cada palabra que sale de su boca 

-Y me convertiste en tu propia destrucción Varsha -le digo con frialdad

Yaiza me toma del hombro derecho, Jeannette me toma del hombro izquierdo, dejando mis manos libres para que pueda hacer libremente mis movimientos de ataque contra Varsha. 

<<¿Meritxell este poder de color verde puede destruir a Varsha?>> me pregunta Yaiza con la voz quebradiza en mi mente 

<<Eso es justo lo que intentaremos>> le respondo con decisión 

Libero un golpe con fuego verde que Varsha logra esquivar por pura suerte. Contraataca con una bola de fuego, que logro sostener al vuelo con la magia nueva que fluía sobre mis venas sin la menor de las dificultades, desvanezco el poderoso ataque de Varsha y formo una bola de plasma con fuego envolviéndolo con todo ese nuevo poder que logro desprender sin dificultades. 

Lanzo con todas mis fuerzas esferas una detrás de la otra, algunas no logran ser impactadas contra el cuerpo de Varsha, pero otras si logran atacarla y grita llena de dolor, envuelta en un sufrimiento que jamás había experimentado. 

-Tienes razón Varsha, disfruto mucho del sufrimiento de los demás -le digo con los ojos extasiados mientras veo como se revuelca de dolor por el fuego verde que comienza a consumirla por los fuertes impactos que recibía sin piedad de mi parte

El demonio de pétalos de rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora