POV Alfred
Siempre se me había dado bien hacer maletas pero esa mañana tardé segundo y medio en doblar las prendas que me faltaban y guardarlas perfectamente colocadas en su interior. A la guitarra solamente le faltaba saltar de su soporte y colocarse directamente en mis manos de las miradas ansiosas que le estaba procesando.
Y eso hice nada más cerrar la maleta, coger la guitarra y colgármela mientras encendía el portátil y buscaba el mail que Aleix me había enviado con las partituras de las canciones del disco de Amaia.
Había estudiado y practicado muchas veces esas notas y acordes tan especiales, Amaia tenía una forma muy peculiar de componer. Aparentemente eran melodías sencillas pero en todas había algo que se salía fuera de lo común y que hacía que te quedaras completamente enganchadas a ellas. Eso era una constante aunque había una melodía que me tenía absolutamente hipnotizado, Porque Apareciste. Esa composición fue la última que repasé aunque tenía esas notas tan interiorizadas que no hubiera hecho falta ni siquiera que ojeara esa partitura.
Cuando empecé a escuchar ruido, voces ajenas a las de mis padres me di cuenta que había estado prácticamente hora y pico rasgando la guitarra, enfrascado en las notas que Amaia había creado, y que para mí el tiempo había transcurrido como si nada.
Casi no me dio tiempo a colocar la guitarra en el soporte cuando Vinyet abrió la puerta de un modo impetuoso.
_ ¿Cómo es que vas a dar un concierto y yo no sé nada? - me dijo mi ahijada toda enfurruñada.
_ ¡Pero bueno, qué formas son esas, señorita! - le dije cogiéndola en brazos y tirándola al aire.
_ Perdón Alfred ¿Pero es verdad o no?
_ Primero de todo, no voy a dar un concierto, voy a ser el guitarrista de una gran cantante. Segundo, el otro día cuando estuve contigo en la playa no tenía ni idea de todo esto. Tercero y último, me gustaría mucho que pudieras venir a verme pero no tengo ninguna entrada. Apenas hace dos horas que me han propuesto esto, ha sido todo súper rápido y no tengo confianza como para pedirlas. - le dije con ella acurrucada en mi cuello ya mucho más tranquila y mimosa.
_ Papá me ha dicho que de algún modo te podré ver.
_ Seguro que habrá mucha gente que haga vídeos. Toco para una cantante muy importante. - le susurré como si fuese un gran secreto.
_ Ya lo sé. Tienes mucha suerte de que sea Amaia.
_ ¿Por qué dices eso, pequeñaja? - le dije atacando sus costados.
_ Porque te encanta Amaia, siempre la estás escuchando. Imagínate que tuvieras que tocar para alguien que no te gusta nada. - dijo con cara de asco.
_ Igual no hubiera aceptado, ¿no? - le dije un poco triste.
_ O igual sí. Mamá siempre me dice que tengo que jugar con todos los niños me gusten más o menos.
_ Tu mamá tiene razón, siempre hay que dar la oportunidad de conocer y de jugar con todos.
_ Os estamos esperando para comer. Hoy no podemos alargar mucho la sobremesa, ¿no? - me dijo mi primo Paco, estrechándome la mano.
_ Yo no, pero mi madre estará encantada de tener a Vinyet correteando por casa.
_ ¿Estás muy nervioso?
_ Seguramente menos de lo que estaré en unas horas. Casi ni me ha dado tiempo a hacerme idea de con quién voy a tocar y dónde.
_ ¿Te puedo dar un consejo?
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Seudónimos
FanfictionEstá ficción cuenta la historia de dos internautas, Amaia y Alfred que coincidieron en un chat de músicos y que con el transcurso de los días decidieron abrir uno privado en busca de más complicidad. El día que se iban a conocer en persona una de el...