Seudónimos

CAPÍTULO X

POV Amaia

No, no, no, joder porqué tengo que ser tan desastre!!

Bueno tranquila, tampoco ibas a estar toda la noche pegada a una videollamada. 

Hombre no hubiera estado mal que le hubiera dicho otra vez que le comería la cara. 

Bueno ahora la expresión de "comerte la cara" ha cobrado unos matices más comprometidos. 

Joder y tan comprometidos, directamente es una forma en clave de decirte que quiere hacerte el amor.

Creo que no era aún consciente de todo lo que había sucedido en esa videollamada, pero sí de sus últimas palabras y es que estaba enamorado de mí.

Dios Alfred, yo también creo que estoy enamorada de ti.

Me había desplomado directamente en el sillón aún con el móvil en la mano porque me temblaban las piernas y el corazón me iba a mil por hora de todos los nervios que había pasado cuando escuché el sonido de una notificación que no sabía de dónde venía.

Ni siquiera recordaba que tenía el portátil encendido y que me había puesto en contacto con él a través del ordenador, y cuando vi su mensaje ya no sabía cómo podía entrar en mi cara la sonrisa tonta que debía tener. Le contesté inmediatamente que le quería, además de enviarle mi dirección para que supiese que yo también estaba deseando abrirle las puertas de mi casa y abrazarme a él.

Volvió a tardar un segundo en responderme y a hacerlo de una manera maravillosa, me amaba tal y como era y eso era sumamente importante porque yo mucho arreglo no tenía.

No seas exagerada que en este tiempo has madurado mucho. Así siempre serás más interesante y a él en el fondo le encanta que le vuelvas loco.

Pues también es verdad, porque en mi vida personal podría ser un poco caótica, pero en mi vida profesional era absolutamente responsable y muy comprometida con mi trabajo así que se podría decir que era una persona equilibrada, ¿no?

Bueno equilibrada, equilibrada...  

Es que un puntito de locura es necesario en la vida sino sería demasiado aburrido.

Supe que aún no había cenado porque el rugido de mis tripas ganó la batalla al revoloteo de mis mariposas.

Abrí la nevera y lo único que encontré fue una base de pizza, un bote de tomate frito y un surtido de quesos, parecía que el destino quería que cenase lo mismo que él aunque seguramente su pizza estaría más rica.

Me senté frente al televisor a ver con que podía entretener mis pensamientos mientras devoraba la pizza, entré en Netflix y vi que estaba disponible la segunda temporada de Valeria y creí que sería una buena idea empezar a verla, craso error. Ver una serie donde las escenas de sexo son tan continuadas y que lo único que hacen es despertarte las ganas de hacer exactamente lo mismo y es imposible porque te separan más de mil kilómetros de distancia de la persona que no deja de aparecer en tus pensamientos, pues no ayuda nada.

Y sí encima la protagonista no deja de practicar la misma posición que Alfred tenía en el cuadro de su habitación, pues apaga y vámonos.

Puff y encima me pilla en los días previos a la regla que tengo las hormonas revolucionadas.

Es que te has metido tú sola en la boca del lobo, amiga. 

Se va a tener que acostumbrar, las relaciones a distancia no son nunca fáciles.