CAPÍTULO XLIV

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POV Amaia

Me fui a la cama después de haber leído su mensaje mil veces y de revisar otras mil veces que en la mini maleta que llevaba estuviera todo lo necesario para ese viaje exprés a Madrid. No sé cuántas llamadas había recibido de mi madre y de mi hermano aunque al final a la única que le haría caso sería como siempre a mi abuela. Que como siempre su consejo era que hiciera lo que me dictara el corazón sin pensar en las consecuencias, para eso ya habría tiempo y soluciones, si es que había que buscar alguna.

Me había tomado una tila y hecho los ejercicios de respiración que me había enseñado Alfred para relajarme y que así el sueño llegara antes pero dos horas después seguía dando vueltas sin parar en la cama. Me volví a levantar y a hacerme otra infusión que bebí muy lentamente mirando la quietud de la noche a través de la ventana. Y no sé si imaginarme que él pudiera estar haciendo lo mismo, intentando buscar la calma en la paz que da la noche consiguió que me metiera nuevamente en la cama más tranquila pensando que él también se habría relajado pensando en mí.

El despertador sonó unas pocas horas después y no solamente me despertó a mí sino que también lo hicieron los nervios. Salté inmediatamente de la cama y me dirigí a la ducha y una hora después salía de casa después de haber dejado todo impoluto y rezando porque no me encontrara nadie en el transcurso hasta el AVE, porque iba un poco pillada de tiempo.

Había prensa en Sants pero por suerte estaban ocupados cuando llegué como siempre con una gorra calada hasta los ojos, bueno hasta las gafas de sol para intentar no ser conocida. Ocupé mi asiento y encendí mi móvil que hasta ese momento no lo había querido hacer por miedo a encontrarme otro mensaje de mi hermano recordándome todo lo que nos podía pasar y que ante cualquier provocación o pregunta incómoda el silencio sería la mejor opción que podíamos tomar.

Sin embargo me encontré con un mensaje de mi padre diciéndome que simplemente disfrutara de todo lo bueno que iba a vivir Alfred y que esperaba una llamada contándole el resultado de la reunión con Sony.

Me emocionó su mensaje y sobre todo su preocupación por saber el futuro de Alfred que inexorablemente iba unido al mío y que todos deseaban que le llegara la propuesta que le devolviese a casa. No dudé en enviarle un mensaje inmediatamente con algo que seguro le iba a gustar.

_ Sigo aprovechando cada segundo que pasó a su lado y ojalá pronto puedan ser infinitos. ❤️

Cuando cerré WhatsApp me di cuenta que tenía otra notificación que antes aún no me había llegado y que inmediatamente supe que era de él, de mi Makie.

_ Vuelvo a coger un avión después de tres meses e inevitablemente me acuerdo de cómo me ha cambiado la vida desde aquel encuentro y despedida con la chica más guapa del planeta Marte. No sé qué pasará en este viaje pero pase lo que pase yo ya gané todo en la vida al tenerte a mi lado. Sueño con sentir nuevamente el impacto de tu corazón sobre el mío. Te amo, A-Marte.

¿Por qué eres tan bonito, Alfred?

POV Alfred

Llevaba ya un par de horas despierto en la cama y parecía que sin capacidad para conciliar el sueño por más que lo había intentado. Decidí que lo mejor que podía hacer era levantarme hacerme una infusión y leer un poco para ver si así conseguía que el sueño regresara rápidamente.

La infusión de hierbas para dormir si me la hice pero en lugar de coger un libro me fui directo a su ventana. A esa ventana que me conectaba con ella y con la calma nocturna de la ciudad. Podía recordar perfectamente todas las veces que allí la había encontrado aunque sin duda la más importante fue la primera cuando me contestó que se quería quedar a mi lado aunque no se hubiera caído el cielo.

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