CAPÍTULO XLIX

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POV Amaia

Cada día me enamoraba más de él porque cada día me conocía mejor y sabía descifrar mis necesidades más rápidamente. Después de haber apagado mi fuego como los dos necesitábamos y de preparar un bol de helado para compartir sentados tranquilamente en el sillón, muy poco después supo darse cuenta que sus caricias y esa forma lenta de enredar sus dedos entre mi pelo me estaban dejando completamente kao.

_ Campanilla, vámonos a la cama antes de que te duermas aquí.

_ Mmm, perdón es que esta noche no he dormido mucho y me relajan mucho tus caricias.

No me dio casi tiempo a contestarle cuando ya se había levantado conmigo en cuello para llevarme a la cama. Mi reacción fue agarrarme fuerte a su cuello y dejarle un beso tan lleno de amor que le hizo cerrar sus ojitos. Cuando hacía eso sabía que el gesto le había emocionado y volví a hacerlo repetidamente hasta que me dejó sobre la cama. Esperé a que se quitara el pantalón y se metiera en la cama para poder acoplarme a su cuerpo y así volver a encontrar la paz que siempre sentía estando entre sus brazos. Él no dudó ni un segundo en seguir acariciándome y jugando con mi pelo hasta que me quedé dormida. Y del mismo modo que consiguió que mi cuerpo encontrara el descanso provocó que también se fuera despertando. Sus largos dedos recorriendo muy despacio mi cuerpo unido a los besos que estaba dejando sobre mi cabeza hizo que girara entre sus brazos para poder acariciar su boca antes de besarla muy lentamente.

_ Te quiero, Makie. Te quiero mucho.

_ Yo sí que te quiero, A-Marte. - me dijo sin dejar de acariciar mi piel.

Él no dejaba de hacer eso y yo de provocar su boca mientras trepaba a su cuerpo.

_ Llevas mucho tiempo despierto, ¿no?

_ Un poquito. Me ha dado tiempo de recorrer varias veces tu cuerpo mientras escuchaba como tu respiración se iba alterando. Pero ya veo que sigues cansadita. - me dijo al ver cómo me había acurrucado sobre su pecho.

_ Mmm, me gusta estar así y llevaba muchos días sin poder hacerlo.

El pobre no me dijo nada más y volvió a acariciar mi piel muy despacio y cuando él pensaba que me iba a quedar dormida entonces empecé a provocar yo su piel y sobre todo a su guerrero.

_ Sabes lo que va a pasar si sigues así, ¿no?

Mi contestación fue besarle con mucha pasión y seguir buscando que su miembro se endureciera para poder deslizarme sobre él muy despacio hasta llenarme de su esencia viendo como no podía dejar de retorcerse de placer

_ Creo saber que iba a pasar porque eso buscaba. Y ahora creo que deberíamos irnos a la ducha porque nos espera un desayuno en Covent Garden, ¿no?

_ Creo que el desayuno va a tener que ser otra vez muy grande porque te has despertado guerrera.

_ No podría ser de otra forma, nos queda un largo día por delante y todo eso con una cámara detrás.

_ Pues hoy que volveremos a pasear por Londres me gustaría llevarte a un par de sitios que creo que te gustarán mucho.

_ Ah sí. Pues ya estás tardando en correr a la ducha. - le dije abandonando su cuerpo después de haberle intentado hacer cosquillas.

_ Campanilla, empiezas a jugar con fuego muy pronto. - me dijo arrinconándome en la ducha.

_ No, no, nooo, cosquillas no.

_ Te vas a librar porque no tenemos mucho tiempo que sino precisamente no te iba a hacer cosquillas. - me susurró al oído.

Mantuvimos la distancia a pesar de compartir ese pequeño espacio para poder salir cuanto antes rumbo a mi jardín.

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