Seudónimos

CAPÍTULO XV

POV Alfred

No sé cuánto tiempo estuve descojonándome mientras recogía la cena y organizaba las cosas para el día siguiente. Cada día que hablaba con ella más me recordaba a esa niña de la que me había enamorado por su talento, por su personalidad, por su ingenuidad, y por su falta de filtro y desvergüenza cuando la provocaba. Era la más tierna cuando quería y la más loca cuando menos te lo esperabas y eso siempre conseguía ponerme del revés y querer pasar cuanto más tiempo a su lado y mejor.

Llamé a Marta nada más recoger y no dejarla con la incertidumbre toda la noche, y además de llamarme de todo menos bonito por haber pensado lo que no debía, no se podía creer todo lo que acababa de contarle.

_ Joder Alfred, ¿pero tu eres consciente de lo qué eso va a suponer eso para ti? Telonero del fin de gira de Amaia.

_ Claro que lo sé Marta. Amaia, me dejó clarísimo que me quiere ayudar, además de la ilusión que le hace que yo esté a su lado compartiendo ese momento.

_ ¿Alfred, os vais a ver antes de ese momento?

_ Yo no puedo viajar hasta Navidades Marta, y por lo que me ha dicho ella, creo que no tiene pensado viajar antes de esa fecha.

_ Pues creo que su viaje va a ser inolvidable para ambos y por muchos factores. Vamos sobre todo por un factor X.

_ Yo tengo claro que Londres nunca volverá a ser igual sin ella. Es más creo que debería hacer un New Londres, donde hable que me he enamorado de esta ciudad gracias a la invasión de un hada que ha llegado desde Marte y que me ha hechizado con su polvo de estrellas.

_ Madre mía Alfred, yo que tu le daba una vuelta a esa letra, seguro que si piensas un poquito se te ocurre algo mucho mejor.

_ Te prometo que lo haré, aunque ya sabes que mis mejores canciones salen sin tener que pensar mucho.

_ Pues estoy segura que la canción que le compongas a ella, será un auténtico "bombazo"

Muy poco después de hablar con Marta, me fui a la cama y como ambos previmos, no dormí demasiado bien. No dejaba de pensar en la tremenda muestra de amor que acababa de regalarme. Sin duda alguna Amaia era una mujer de hechos y yo aunque me manejaba muy bien con la palabra también me gustaba demostrarle con hechos que la amaba y mucho, así que ya estaba pensando que hacer para devolverle mínimamente el gesto que había tenido conmigo.

Ella también debía seguir muy nerviosa ya que unas horas después de terminar la videollamada, me llegó un nuevo mensaje suyo.

_ Se me ha olvidado decirte una cosa muy importante, si te ponen trabas en la discográfica dímelo porque entonces retomaré yo inmediatamente la negociación con Creation Records.

_ Sigo pensando como agradecerte todo esto, amor.

_ Descansa que mañana tienes un día muy largo. 😘

Pero cómo iba a pensar en dormir, si simplemente con imaginarme en ese escenario que se había recreado en Londres imitando el mítico, me temblaba todo. Sin siquiera saber si me iban a permitir ser su telonero ya estaba pensando en cuántas y qué canciones le gustaría a Amaia y a Universal que tocara. Y eso sería otra cosa que tendría que hablar con John Rose, para ver si además de ser el telonero de Amaia, me dejaba cantar las canciones que ya le había presentado.

Va Alfred eso ahora no es lo importante, piensa en cómo devolverle todo ese amor a Amaia.

Todo es importante, o no te has enterado que ella lo hace por dos motivos, uno por que lo quiere mucho y el más importante, porque quiere ayudarlo.