Seudónimos

CAPÍTULO XLVII

POV Alfred

Creo que con cada despedida podíamos entender mejor los sentimientos del otro, esa noche después de todo lo que había vivido al lado de mi familia y sobre todo de ella, él más afectado anímicamente era yo. Hubiera dado lo que fuera por no tener que volver a irme y seguir creando recuerdos con ella en su hogar pero eso todavía no podía ser. Necesitaba llevarme en la retina un momento con ella que me transmitiera la calma que mi corazón pedía a gritos por eso le pedí que tocara para mí Claro de Luna. Lo que no imaginé en ese momento que ella además de regalarme esa bonita composición me iba a hacer un regalo inmensamente mayor.

Tocar a su lado City of Stars supuso para mí corazón exactamente lo mismo que cuando le hacía el amor muy lentamente. Esas sensaciones llenaban mis depósitos y eran mi mejor vitamina, por eso después de ese momento le hice el amor súper lento para intentar que ella sintiera lo mismo que yo, y que sus depósitos también rebosaran de amor. Su respuesta cuando le dije que cada segundo a su lado era más intenso que el anterior me volvió a arrugar el corazón.

Estábamos construyendo un techo precioso y eso seguimos haciendo después de hacer el amor acariciándonos durante mucho tiempo. Bueno yo seguí y haciéndolo cuando ella se quedó dormida sobre mi pecho, aprovechando ese tiempo para recordar cada segundo que habíamos pasado en casa de mis padres y en mi playa. En esa playa donde le había vuelto a confesar que con ella lo tenía todo.

Cuando sonó la alarma de mi móvil y se abrazó muy fuerte a mí inmediatamente me volvió a arrugar el corazón. Y lo hizo aún más cuando me dijo que nuestro amor ya era a fondo perdido y ya únicamente podíamos ganar. El abrazo que nos dimos en ese momento sería de esos que llevaría siempre tatuado en mi corazón, al igual que el beso que quiso darme en el aeropuerto. Un beso que me dejaba clarísimo que su apuesta era absoluta.

Aproveché el viaje para trabajar y así poder hablar tranquilamente con los míos cuando llegara a casa después de haber hablado con mi niña. Lo que no sabía en ese momento es que además iba a recibir un mensaje muy importante.

POV Amaia

Sali a toda prisa del aeropuerto disculpándome con los fans que me iba encontrando y nuevamente sin contestar las preguntas de la prensa. Necesitaba respirar aire con urgencia porque intentar mantener la congoja a raya me estaba ahogando. Me alejé un poco de la puerta de salidas del aeropuerto y en ese momento me di cuenta que la frontera natural con él, era el Delta de mi Makie y eso fue la espita que hizo que el nudo de mi garganta se deshiciera y las lágrimas salieran. Estuve varios minutos disfrutando de las vistas de ese lugar y notando como la calma volvía poco a poco a ganar terreno en mi mente. Ese momento fue el indicado para coger un taxi de vuelta a casa.

No fue fácil abrir esa puerta y volver a sentirme noqueada al inspirar su olor. Todo el vello de mi cuerpo se erizó por completo al entrar en el salón y encontrarme con el piano y esas dos banquetas que habían despertado tantos sentimientos en él y posteriormente en mí. Si eso ya había sido duro entrar en la habitación fue mucho peor y más cuando me encontré una nota sobre la cama.

No sé cómo darte las gracias por acogerme en tu casa, por acabar de abrirme tu corazón, por darme tanto amor y por seguir iluminando el camino que me llevará directamente a ti. Te Amo, Amaia.

Joder Alfred. Yo sí que te amo y ahora más que nunca entiendo el vacío que te encuentras en casa cuando yo me voy.

Con esa revolución y todavía sin haberme dado tiempo a asimilar todo lo que había pasado entre nosotros ese fin de semana el teléfono comenzó a sonar.

Apenas pude saludar a mi abuela porque la congoja otra vez me estaba ahogando.

_ Hija, ¿qué te pasa? Por las imágenes que he visto de vosotros saliendo y entrando de casa parecía que todo estaba bien.