Seudónimos

CAPÍTULO XII

POV Alfred

Escribir parte de mis sentimientos en esa canción dio paso a una tarde intensa de trabajo aunque en cada parada que había hecho para acallar mi estómago, mi cabeza siempre regresaba inexorablemente a ella, a mi niña. Me imaginaba mil cosas sobre lo que estaría haciendo, aunque sabía que me quedaría con las ganas de saberlo porque no quería traspasar determinados límites, y porque además si yo le había pedido confianza yo debía practicar con el ejemplo y quedarme únicamente con lo que ella me quisiera contar. Y parecía que me había leído el pensamiento, porque antes de que el sol cayera mi teléfono empezó a sonar.

_ Creo que es pronto para darte las buenas noches, ¿no?

_ Para eso puede ser, pero no para preguntar por el día de tu planeta favorito, ¿no?

_ Soy todo oídos. ¿Has hecho muchas cosas hoy?

_ Pues componer una canción, llenar la nevera, organizar la casa y hablar mucho y bueno de ti a mis amigos.

Ay que me la como!!

_ No sé por dónde comenzar a preguntarte, titi.

_ De la canción poco o nada te voy a contar porque había de ti. Mi nevera ya está casi tan feliz como yo, y he tenido que dejar claro que estás cañón pero que solamente yo te morderé la cara.

_ Ey, ey, vienes fuerte esta noche, ¿no?

_ Sí y hoy solamente me he tomado una cerveza, que conste.

_ Pues me encanta que seas una chica mala, ya lo sabes. Amaia, yo estoy deseando que me muerdas cuanto quieras y solamente quiero que lo hagas tú.

_ Alfred, yo también quiero lo mismo. - me dijo rápidamente, aunque desvío aún más rápido la conversación.

_ Oye no me has dicho en qué proyecto estás trabajando.

_ Pues es que no sé si puedo decirlo, bueno sí lo sé y no debo hacerlo. Pero te diré que me gustaría decirte lo perfecto que es.

_ No, no, dime que estás trabajando en un proyecto con Ed Sheeran, Alfred!!!!

_ Amaia, no vayas a decir nada que me matan!

_ Alfred sabes que soy absolutamente profesional con los temas de trabajo, nunca jugaría con el tuyo, aunque dudo mucho que nadie de tu entorno me conozca.

_ Amaia, te sorprendería saber la sensación que has causado en mi jefe.

_ Cómo, cómo, explícame eso??

_ Amaia, mis dos jefes John Rose de Creation Records y Michael Scott de Visual, son amigos. Bueno el caso que John le pidió a Michael que no me pusiera jornadas interminables de grabación. Bueno me estoy enrollando, creo que ellos también habían hablado de lo único que yo le había pedido a John, que era tiempo para mi vida privada. El caso, Michael me preguntó a qué te dedicabas y le conté que eras una brillantísima cantante y quiso escucharte. Amaia, flipo contigo como no podía ser de otra manera.

_ ¿Alfred, de verdad has hecho eso?

_ Claro que lo he hecho, le he dicho como te llamas tú y tú disco para que lo escuche y me diga si encuentra diferencias entre el disco y tu directo.

_ Joo Alfred, qué vergüenza.

_ Ninguna amor, yo no puedo estar más orgulloso de ti, y siempre que pueda hablaré de ti y de tu trabajo. Titi, hoy no les has hablado de mí a tus amigos.

_ Alfred le he hablado de ti a todas las personas con las que me he relacionado y seguiré haciéndolo porque estoy feliz de tenerte en mi vida. Es más, este fin de semana es el cumpleaños de mi abuela y ella estaría encantada de que me acompañaras.