Capítulo 3

2.1K 377 144
                                    

—...Se ve raro —comentó con la nariz fruncida el pelirrojo.

—Al menos tu maldito rostro es andrógino —comento el cenizo —Pero tu voz sigue siendo muy femenina, Deku.

Izuku no sabía si debía tomar esas palabras como un halago, un consejo o un consuelo. Usar aquella ropa le tenía muy incómoda, los pantalones eran pasables pero la camisa y el chaleco verde que debía usar eran muy simplones par su gusto. Las botas rojas eran el único color que tenía en aquella vestimenta masculina, no podía permitirse nada más y estaba algo deprimida por eso.

Extrañaba la tela suave de sus vestidos y poder mover sus piernas libremente. Ya estaba sudando en aquella ropa.

—Intentaré que no se note tanto —modulo sus palabras una por una para que se escucharán en un tono neutro y no tan agudo — ¿Me veo muy mal?

—Es raro, pero no se ve mal señorita...—se mordió los labios el pelirrojo e inclinó la cabeza —Perdón, la costumbre. No te ves mal, Izuku.

A Eijirou le costaba horrores el adaptarse a la idea de que ya no podía llamar "señorita" a la de pecas y que debía tratarla informalmente. Debido a que era metamorfago y ella la hija de una sacerdotisa, la más importante de su reino, sentía un increíble respeto hacía ella. La razón por la cual podía transformarse en un dragón era debido a los dioses y la genética en su ADN, así que, naturalmente, ser respetuosa con ella era indiscutible para él.

Sería complicado acostumbrarse a lo contrario.

— ¿Ya te cubriste el pecho?

El pelirrojo se ahogó con el aire al escuchar al cenizo preguntar semejante cosa a una dama, ¡no importaba que tan amigos fueran! ¡eso no debía preguntarlo!

— ¡Blasty...!

—Oh, sí lo hice —confirmó la pecosa con naturalidad tocando su pecho —Con una tela.

—Bien —asintió conforme el cenizo — ¿Qué te pasa a ti? ¿Estás bien?

—...Sí —suspiró el de dientes puntiguados.

Midoriya rió levemente al ver la expresión de rendición en el rostro del pelirrojo y Bakugou simplemente no entendía porque estaba asi, pero tampoco preguntaría.

— ¡Su alteza, señorita Izuku, guardián! ¡Ya está todo listo!

Un hombre los llamó desde la entrada de una casa de aspecto aristócrata y noble, le fue dada al estudiante Izuku Midoriya, para su estancia dentro de Endveador y al verla, se podía distinguir la riqueza en aquella arquitectura.

Bakugou no recordaba mucho de la casa, no la vio, no quiso hacerlo en su tiempo. Fue directamente hasta el lugar donde Midoriya había sido asesinada, aquella iglesia abandonada en las afueras de un bosque cercano a la capital y nunca se atrevió a ver este lugar. El dolor e ira lo hicieron sentirse indigno de estar en el mismo lugar donde su amiga paso sus últimos momentos.

Viendo la casa ahora, tan grande, imponente y majestuosa, pudo imaginarse que la joven pecosa no fue feliz ahí. Nunca le gusto mucho la soledad, debieron ser días aburridos para ella, entre ir a la academia y seguir con sus proyectos, quizás se vio envuelta con la monarquía de Endveador en busca de compañía. El motivo por el cual fue asesinada jamás estuvo claro.

El cenizo solo logro investigar en aquel entonces —a base de métodos poco ortodoxos— que, en sus últimos días, se le había visto muy unida Shoto Todoroki, el cuarto hijo del rey Enji.

Pero Shoto negó toda relación con ella.

Ese bastardo desde el inicio no me agrado, había algo en sus jodidos ojos que me decía que me estaba mintiendo en la puta cara todo el tiempo. Haré de todo para que Izuku no esté a su alcance.

Reiniciar [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora