—Me sigue pareciendo irreal —susurro el bicolor —Que todo realmente hubiera pasado.
—Es mejor así —respondió el cenizo bostezando —No tienes porque cargar con ese peso.
—Pero tú sí lo haces —reclamo el más alto.
—Porque te tengo a ti para ayudarme a soportarlo.
Todoroki sonrió y acarició el cabello del cenizo, estaban los dos acostados en la misma cama, en una posada de Mindnight que la canciller había dejado a su disposición. Bakugou estaba agotado de tratar con tantas personas y buscar registros sobre los metamorfagos que fueron esclavizados en Ribereta para después ser vendidos a distintos lugares del mundo. Por otro lado, a él le tocó lidiar con los caballeros para que ayudaran a los más necesitados, que repartieran comida y medicinas entre todos.
Al menos, estaban todos demasiado ocupados como para notar que el cuarto príncipe de Endveador y el príncipe heredero de Hinokoku desde un inicio compartían una misma pequeña habitación en la posada.
Las noches eran los únicos momentos de paz que tenían desde hacía cuatros días y los usaban para hablar sobre las pesadillas del bicolor, las cuales el monarca le confirmo que eran hechos del pasado que sí sucedieron. Desde el principio, el más alto creyó en el de ojos rojos, ya que sus pesadillas siempre se sintieron muy reales y sensitivas como para ser parte de su imaginación. Además de su último encuentro con lo que debia ser su alma.
Esto le hacía sentir culpable, porque en sus pesadillas no hacía cosas buenas pero tampoco las sentía como parte de él. Las veía como una historia de la cual no formó parte, las sentía muy ajenas a él y a lo que estaba haciendo a la actualidad. Por eso, le dolía que para el cenizo todo formará parta de su ser, que no pudiera desligarse del todo de su dolor.
—Shoto, está bien —se escondió en el pecho del más alto, abrazándolo y acomodándose —Lo único que me molesta un poco es que me siento mucho mayor que tú. Por unos putos cuatro años.
—En alma, no en cuerpo —intento consolar el bicolor, acariciando la espalda del cenizo y escuchándolo suspirar —Aunque, ahora que lo pienso, hay cosas que recuerdo bastante bien y que nunca había hecho a esta edad.
— ¿Así? —alzó la cabeza el de ojos rojos — ¿Cuales son?
—Como hacer correctamente el papeleo del castillo.
Katsuki se mordió los labios pero, al final, fue imposible contener la risa que se le escapó y se cubrió la boca, mientras los ojos de color azul y gris le observaban con calidez.
—Lo único que recuerdas claramente del pasado es como hacer el maldito papeleo —se burlo divertido el más bajo —Muy útil, muy útil, príncipe bebé.
Shoto rodó los ojos y ahogó las risas del monarca tomando sus labios dulcemente, hasta que se puso encima de él, con una rodilla entre sus piernas y los brazos a los lados de su cabeza para no aplastarlo bajo su peso. La cama crujia bastante, era vieja y los de la habitación continua podrían malinterpretar —o no— los sonidos que venían desde su cuarto.
Pero eso no detuvo al bicolor de besar al cenizo hasta que sus labios estuvieron hinchados, rojos y que le costará respirar. Y solo se detuvo cuando el más bajo puso sus manos en sus hombros, empujándolo para que le dejará un momento de tregua y el más alto lo hizo, admirando a la luz de la luna que entraba por la ventana, como el hombre que amaba tenía las mejillas rojas y sus ojos del color rubí nublados por el deseo.
Dios, quería seguir besándolo un poco más, tocarlo un poco más, pero de hacerlo sabría que no se detendría. Así que, se quedó quieto y apoyó la cabeza en su pecho, escuchando lo agitado que tenía su corazón el cenizo.
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Reiniciar [TodoBaku]
FanfictionKatsuki Bakugou se mezcló con el color rojo de su capa, su corazón murió años atrás con aquel primer evento que marcó su vida y su mente torturada no dio espacio a la misericordia. Peleó, peleó y peleó, lo apodaron el príncipe en busca de la sangre...