Capítulo 47

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— ¡Chicos, si pudieran apurarse un poco sería fantástico! —reclamó el rubio — ¡No es fácil tratar con un emperador jodidamente loco!

— ¡Los mataré a todos por interponerse en mí camino a la gloria! —reclamaba el emperador — ¡Alfil mátalos! ¡Mátalos!

Kaminari gruño e incremento su descarga hacía el emperador para que cerrará la boca, al mismo tiempo que sentía a Shinsou apoyándose contra su espalda. Podía sentir lo cansado que estaba debido al vínculo.

— ¿Sabes? Verte entrar fue lo más increíble de toda mí vida —susurro el de ojos amatistas —Pero que no se repita, podríamos morir aquí.

—Pues, moriremos juntos —se rió el de ojos dorados —Con suerte, me llevaré al emperador con nosotros.

El de cabello purpura se rió también en voz baja y defendió al rubio de un ataque que el emperador intento usar con magia. Después, miro hacía donde las femeninas, el bicolor y...un caballo, intentaban romper el tanque que contenía a Bakugou.

Parecían estar por lograrlo. Así que, solo debía darle unos segundos más de ventaja.

Finalmente, el vidrio del tanque se rompió y Todoroki pudo entrar, todavía quedaba sacarle los grilletes a Bakugou pero eso fue más fácil

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Finalmente, el vidrio del tanque se rompió y Todoroki pudo entrar, todavía quedaba sacarle los grilletes a Bakugou pero eso fue más fácil. Kendo y Jiro se encargaron de sacarle los grilletes en los tobillos y él los de las manos.

Una vez lo sacaron, lo dejaron en el piso y el cuarto príncipe empezó a hacerle compresiones en el pecho y a darle aire mediante el boca a boca. Las femeninas se encargaron de ir a ayudar a Shinsou con la defensa contra el emperador y Mu se quedó con ellos, cuidándolos de un ataque por la espalda.

—Bakugou, por favor, por favor —hacia fuerza el bicolor con sus manos en el pecho frío del monarca —Abre los ojos, por favor. Vamos, sé que tú puedes, abre los ojos.

El más alto empezaba a desesperarse pero en unos segundos, el ceño del cenizo se arrugó y su cuerpo convulsionó, lo puso de lado para que escupiera todo el agua que había entrado en sus pulmones y le dio un par caricias en la espalda, soltando un suspiro de alivio al verlo despierto.

—Sho...to...cough —tosió el de ojos rojos —M-Mierda.

—Tranquilo, estás bien —aseguró el bicolor acariciando la espalda del monarca —Estás...

Shoto no tuvo tiempo de terminar de hablar para cuando Katsuki jalo de sus ropas con fuerza y lo beso, a diferencia de antes cuando no le respondía el beso debido a la inconciencia —y que lo usaba para darle oxígeno— ahora lo hacía con ímpetu, forzando su lengua fría dentro de su boca y tocando sus cabellos bicolores como le daba la gana.

El cuarto príncipe estaba sumamente confundido pero su cuerpo supo cómo reaccionar al abrazar al más bajo y subirlo a su regazo para prolongar el beso.

— ¡Oigan, ustedes dos! ¡Tienen tiempo para hacer eso después! —reclamó la princesa del reino de la nieve con el rostro rojo — ¡Este no es el momento para andar de cariñosos!

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