Capítulo 43

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—Entonces, ¿creen que el antiguo rey Fudo Shigaraki es su emperador Shigaraki? —cuestiono la de pecas — ¿Que ha vivido cientos años aquí en Ribereta pero recién ahora pone en marcha sus planes de conquista? Es poco fiable sin pruebas, más allá de la coincidencia en el apellido.

Sí, para Bakugou también era bastante inverosímil la historia que Togata intentaba contarles. Si no fuera por el hecho de que él viajó en el tiempo para tener este reiniciar en su historia, tendría la misma cara de escepticismo de Midoriya.

—Además, ¿por qué nos cuentan esto? —afiló su mirada la de ojos esmeralda —Pese a que Kacchan es un príncipe, no podría pedir ayuda a Hinokoku para detener a su emperador. No estando aquí.

—Bueno, en realidad, es una corazonada pero digamos que tenemos ciertos conocimientos de los poderes mágicos de la línea de la realeza de Hinokoku —dijo el rubio con cierto titubeó —Que pueden hacer "explosiones", ¿no?

—Es correcto —asintió el monarca —Pero, ¿qué quisieran que explote en primer lugar?

Togata sonrió tristemente y bajo la cabeza, jugando con las manos sobre su regazo.

—El palacio. Hay una persona ahí que tiene que morir sí o sí —sentenció el mayor —Y no es el emperador.

Izuku y Katsuki tuvieron un mismo mal presentimiento, recordando a las personas que atacaron el castillo de Endveador y asesinaron a los sirvientes silenciosamente, a sangre fría.

— ¿Habla de la niña de cabello albino y ojos rojos? ¿Eri? —preguntó la alquimista dudosa.

—Sí, Eri-chan —confirmó el de ojos azules —Eri-chan es especial por varias razones, ella nació en el hospital Nozomi de una mujer metamorfaga con la que se experimentaba para la creación del proyecto Nomu y debido a eso, sus poderes y habilidades están a un nivel completamente diferente al de un humano o metamorfago normal, incluso supera a los alfiles de élite del emperador. En un ataque al hospital, logramos sacarla y traerla aquí. La cuidamos por un tiempo.

Mirio fue bastante cercano a la pequeña albina, asustada de sus propios poderes y con miedo de lastimar a alguien, él la guió en todo, la considero una hermana pequeña que tenía que proteger para que no volviera a tener tal sufrimiento en su vida.

Pero le falló.

Nejire apoyó su mano en la espalda de su amigo y le dio unas palmadas, para después continuar ella la historia.

—Hace un mes uno de los ayudantes del doctor, Chisaki Kei, secuestro a Eri-chan de nuestra base y se la llevó, intentamos atacar el hospital pero...—suspiro la femenina —Es inútil, pusieron Nomus en las puertas. No pudimos pasar.

—Eri-chan ya no tiene salvación posible al caer en manos de Chisaki —agregó la de cabello rosado —Él la habrá destrozado física, emocional y psicológicamente, no tiene solución.

—Hay que matarla, Eri-chan no puede servir a los propósitos del emperador —bajo la cabeza el azabache —Es...era una niña buena y dulce.

Pero ahora era una niña que podía matar a sangre fría y de forma impecable, ellos debían saberlo bien y los amigos de la infancia habían sido testigos de eso.

Del monstruo que habían creado en Ribereta.

—Entonces, quieren que explote el castillo con ella adentro —resumió el monarca —Para que no tenga forma de huir, ¿es correcto?

—Sí, Eri-chan no perderá en un combate —afirmó el rubio —Para matarla, debemos encerrarla y derrumbar todo a su alrededor.

Era una forma muy sanguinaria de matar a una niña que no debía pasar de los doce años pero ninguno decía que hubiera otra forma de hacerlo.

Reiniciar [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora