Capítulo 36: "No solo es alcohol."

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-Por favor. Dime el porque, el porque de no poder estar juntos. Sabes que no soy así, y me estas cambiando. Tu me estas cambiando. Por favor. Dímelo.

-Dani.-suspiro y apreto la mandívula.- No puedo, mejor dicho, no quiero decirtelo. Pero te daré una pista. Me dí cuenta por el alcohol.

-Por el... ¿alcohol?

Se me forma un nudo en la garganta antes de seguir hablando.

-Si de verdad te importo lo sabrás.-sigo andando para llegar a mi casa.

Él, aún insistiendo me coge del brazo, sin hacerme daño, y hace que le mire a la cara. Y vuelve a repetir:

-Por favor, Mía. Sea lo que sea. Intentare cambiarlo.

-No creo que puedas.-miro hacía otro lado.

Él me coje de la barbilla, soltando mi brazo para agarrarme la nuca, me mira con esos ojos café, que pasan a reflejar el cielo en ellos.

-Mía.

-Dime.-cambio el rumbo de mis ojos a su cara, sin llegar a mirarle directamente a los ojos.

-Por favor.-se acerca.-¿Que tengo que hacer para que me lo digas?

-Dani yo... No soy yo la que no quiere.

-¿Quien entonces? ¿Tu familia o la mia? ¿O son ambos? ¿O...-le interrumpo.

-Eres tú, Dani.-digo soltando sus manos de mí.

-¿Quien te ha metido eso en la cabeza?

-Tú.

-¿Yo?

-Si, Dani, Tú.

-Pero...-le interrumpo, una vez más.

-Dani, joder. Ya me lo dijiste cuando estabas tocado por tus jueguecitos del alcohol. Me dijiste que te ibas cuando cumplas los 18. Yo no podría aguantar eso, ¿sabes?

-Yo no... Yo no... Pero...-busca algo para decir.

-Dani, los borrachos nunca mienten, y tu, aunque no lo estabas del todo, lo estabas. El alcohol te vuelve loco.

-Y no solo el alcohol. Tu también-dice derrepente, como si ya tuviese todo que decir.- Yo solo queria estudiar fuera, como todos, mis padres quieren que trabaje en algo importante. ¿Pero sabes algo? Ya cambié de idea hace tiempo. Todo esto... Tú, me ha echo cambiar de idea. Ya se lo dije a mis padres, no les sienta bien, pero es lo que he decidido. No pueden llevarme ha hacer una bocación o a un lugar que no me gusten. No pueden.

-No se que decir.

-No digas nada.-dice rendido.-Que más da.-dice acercándose a mi, me coge de la cintura y del cuello y me besa.

Nos separamos del todo, volviendo a dejar unos pocos centímetros entre nuestros cuerpos. Yo me llevo las manos a la cabeza, echando hacia atrás mi pelo.

-Dani dime algo.

-Que te diga, ¿el que?

-Dime lo que sea para convencerme de que esto no es solo un juego.

Se muerde el labio.

-¿Cuantos te quiero te tengo que decir para que no pienses que sea un juego? ¿O cuantos besos te tengo que dar?

-¿Como se que son de verdad?

-Fácil.-dice simple y con media sonrisa.-

Me coge de la mano y me lleva hacia un banco y allí me sienta, él se sienta a mi lado y se queda callado, mirando al cielo.

-Mira a esas nubes.-las señala.

-¿Cuáles?

-Esas.-coge mi mano y las señala.

-Oh, si.

-¿Ves como aún se pueden ver un poco azuladas por el cielo? -yo asiento.- Pues mis "te quiero" y mis besos pueden verse así. Podría ser un "te quiero" falso, pero, después con un beso se sella la promesa.

-¿Qué promesa?

-Siempre seré tuyo.

-¿Siempre mío?

-De una forma u otra. Siempre tuyo.

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*NOTA*

Ya casi estamos por el desenlace, por lo cual... Le queda poquillo a la novela. Pero eso sí, esto se va a poner muy interesante... Y os voy a dejar más con intriga MUAJAJAJAJAJA, que marvada zoy. ValeYa. Muchimos besitos :*

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora