El amor es un misterio. [Gemelier]

Capítulo 28: "No puedes..."

MARATÓN

Enseguida salgo de la habitación y busco al doctor, que está revistando su expediente de arriba a abajo. Al escuchar mis pasos el se levanta.

-Pasa algo.

Es lo único que me sale decir.

Sin decir nada en corre hacia la habitación y se le cae un papel, lo cojo y entro corriendo con el a la habitación, veo a Dani haciendo unas arcadas más consecutivas, cada vez su cara de dolor aumenta más. El doctor, ya que sus enfermeros y enfermeras están en el almuerzo, está solo. Me llama a que le ayude.

-Sujétale la cabeza, no te asustes.-dice él.

Hago lo que el me dice y subo a la cama, cojo la cabeza de Dani y le doy un pequeño beso en la cabeza.

El doctor indica ha Dani que tiene que quitarse las manos de la boca, pero el se niega. El doctor al ver que no le hace caso contra su voluntad le separa las manos. Tras una arcada Dani bomita sangre y cuóbulos de esta. Lo único que se me ocurre hacer es pasar mi mano izquier da a su frente para sujetarle y con mi brazo derecho abrazarle, de manera que cojo su hombro y mi mano llega a su cuello.

-Tenemos que llevarlo a quirófano.

-Tenemos?-me sosprendo.

-Quiere ayudarle?

-Vamos.-respondo en forma de si.

A una velocidad extrema ponemos a Dani en otra camilla y lo llevamos a quirófano, allí rápidamente el doctor me da un gorro, guantes, mascarilla y una bata.

Mientras yo le doy todo lo que él me pide me aconseja que no mire lo que hace. La máquina que indica sus pulsaciones indica que estas han parado.

-Necesito ayuda!-grita.-Coje el bisturí y unas pinzas.

Cojo lo que me pide y se lo enseño.

-No! Necesito que lo haga usted!

-Yo?!

-Corra!

Hago lo que él me dicta al pie de la letra, cuando termino pongo como un gran cuábulo en una bandeja y el bisturí y las pinzas en otra. Él pone unos puntos en la herida abierta y le quita la mascarilla, la máquina sigue pitando mientras el doctor susurra "se nos va".

-Dani no puedes dejarme! No ahora! Te amo!

*Pov Jesús*

Gemma y yo nos levantamos al escuchar un gran pitido proveniente de la sala donde está Dani, corremos a la habitación, pero ya es tarde, se lo han llevado. Me temo lo peor e intento contenerme y no llorar, pero no puedo, es mi hermano, y ahora ni siquiera se donde está ni si está muerto.

-Jesús no puedes negarte ahora.-dice Gemma abrazándome.- Él esta bien, sea lo que sea y esté donde esté. Es fuerte y siempre lo ha sido. Va a conseguir salir de esta, y después todo será como antes, y mejor.