Capítulo 57: "El médico. "

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Y me quedo sola, el médico se va a la vez que todos los demás... No, espera, no estoy sola, acaban de llamar a la puerta.
Pasa Cameron sonriendo y se sienta junto a mí.

-Hey.

-¿Que haces aquí?

-Como yo no se donde están tus cosas me quedo.

-Menos mal, me aburro tanto con estas cosas.-digo poniendo cara de pocos amigos.

Ríe.

-Venga ¿que quieres hacer?

-Siento todo lo de antes...-digo ignorando su pregunta.- Te pago en cuanto salga de aquí te lo...-me interrumpe.

-No, no, no, no. Tranquila no es nada, no hace falta que pagues nada.-dice con media sonrisa, que adorable...

-Pero te he hecho gastarte el dinero en nada... No puedo dejar eso.

-Entonces cuando salgas de aquí me invitas a tu casa a ver una película con unas pizzas y ya está.-reimos los dos.

-Tú y tus manías de ser demasiado directo para pedir una cita.-digo mientramientras entra el médico seguido de los gemelos y Gemma.

-Esa cita tendrá una larga espera.-dice el médico extendiendo la palabra "larga".

Dani mira a otro lado hundiendo las manos en sus bolsillos.

-No era una cita.-digo.

-Cierto,-me sigue Cameron.- sólo es una quedada de amigos, pero la palabra cita era más corta.-ríe y yo hago lo mismo.

-No es que se hagan las mismas cosas en una cita que en una quedada de amigos.-dice Dani.

Cierro los ojos y me acuesto, ya que antes estaba sentada.

-Tranquilo, ella es toda tuya.-dice y yo abro un ojo para mirarle.- No te la puedo quitar.-sonríe.

-Cameron.-vuelvo a cerrar el ojo.- estas más bonito callado.

Ríen todos menos el médico, aunque una pequeña curva asoma en sus labios.

-Bueno chicos, siento interrumpiros... Esto. Pero necesito sacarle sangre a Mía, y hacerle unas pruebas más que no os gustara ver.

-Está bien...-suspiran todos yéndose menos Dani.

-¿Te quedas otra vez?-pregunta él.

-Claro, siempre es siempre.-asiente acercándose para sentarse de nuevo en la silla entre la pared y la cama.

-Bueno, Mía necesito que no te muevas.

-Intenta no partirme la vena y lo estaré.-digo con un poco de humor extendiendo el brazo y mirando hacia Dani cerrando los ojos.

Notó que una mano agarra la mía y abro los ojos, es Dani.

-¿Que...-paro de hablar al ver la mueca de Dani, y al notar un gran pinchazo frío en mi brazo, el cual tarda unos 25 segundos en salir.

-Lo siento Mía, tienes las venas escurridizas.

-Y tu tienes una aguja demasiado fría.-digo girando mi cabeza para mirar esta.- Que co...-me sorprendo al ver esa aguja tan extremadamente larga, unida a un cartucho para guardar la muestra de sangre.

-Esta vez si la pillo.-dice tocandome el brazo para buscar la vena.- Aquí...-dice y vuelvo a mirar a Dani y le agarro fuerte la mano cosa que él también hace.
Me muerdo fuerte el labio para no gritar, odio que me saquen sangre, esa necesidad de extraerla estando despierto es horrible, igual que la sensación de ventosa en ésta.

-Ya está.-dice sacando la aguja y acariciando donde estaba hundida esta.- Esta prueba duele un poco más...

-¿Cómo es?

-Tengo que examinarte la barriga, y con los puntos, creeme, no te gustará.

-Dios mío, ¿quedan muy feos?-digo haciéndoles reír a ambos presentes.- A mi no me hace gracia.-añado haciéndoles reir aún más.

-Vamos Mía, tampoco serán tan feos.-dice Dani.

El médico me abre la bata de hospital, pero sólo hasta que pueda ver lo que es sólo la zona de la barriga, tampoco le dejo más ya que con el brazo que me había sacado sangre no dejé abrir más botones.
Aunque suene raro no quiero soltar la mano de Dani, me hace sentir un poco más segura que su mano sea tan cálida.

-¿Sois novios?-pregunta mientras comienza a tocarme la barriga, al parecer para despistarme, yo me muerdo el labio y cierro los ojos con fuerza.

La mano de Dani se afloja, abro los ojos y lo miro, él mira hacia nuestras manos y seguido yo miro al médico.

-Ya veo sólo sois...-comienza a decir pero le interrumpo.

-Estamos en ello.-digo arrepintiendome al recapacitar y me quejo por el dolor y molestia que me esta causando el médico al palpar.

-¿En ello?-pregunta divertido, yo echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos, respirando fuerte.

Dani comienza a explicarle todo, con mi consentimiento, claro está. Si fuera otra persona no le dejaría, pero esta persona transmite tanta serenidad y confianza.

-Ajá,-comienza.- así que eso es lo que pasa... Que bonitos sois, Huh... ¿Dani?-él asiente.- Dani, después te diré unos cuantos truquillos.-le guiña un ojo.

-¡Oye, no vale!

Ellos ríen, y yo me vuelvo a quejar.

-¿No me puedes quitar los estúpidos puntos?-digo mirando hacia la pared contraria a Dani.

-Si no quieres que se te abra la herida, no.

Suspiro.

Comienzo a notar un cosquilleo en la palma de la mano, la cual estaba agarrada por Dani, ¿que hace tocando la citacriz? No quiero... No. Dani no lo hagas...

-¿La bala la extrajeron?

Lo a echo.

-Si. Bueno. No. No lo sé.-digo sin saber a donde mirar.

-¿Te dispararon?-preguntó el médico.

Uf, los mataré.

-Si.

-¿En un tiroteo? ¿Una bala perdida...-le interrumpo.

-Fue a consciencia.

-¿Te atracaron?

-¡NO!-me altero-Em... No. Era pequeña, un amigo se iba a mudar y nos fuimos a investigar a casa del viejo rancio y nos encontró y disparó, fin.

-Ya está.-dice él.- Puedes abrocharte la bata chica valiente.-me guiña un ojo sonriendo.

Porfin.

Él se va junto con sus apuntes, mientras yo río por su último comentario, chica valiente... ¿Cómo piensa eso de verdad? Yo solo quería salir de esta por ellos. No quería hacerles sufrir, y aún no quiero que me vean así.

Dani me suelta la mano y lo miro.

-¿Te gusta el médico?

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora