El amor es un misterio. [Gemelier]

Capítulo 15: "Muchas preguntas, pocas respuestas".

Después de la comida, deciden salir, sí, deciden, ellos, yo no. Más bien, no han contado con mis resignaciones a ir, no me apetece ir a la playa, en realidad, si. Lo que no me apetece es pasar más de media hora en el dichoso autobús, pero, ¿qué se le va ha hacer? Jesús me da toquecitos, los odio, Gemma empieza con sus movimientos ¿exóticos? con las cejas y Dani, simplemente, siendo él.

-¡Está bién! Iremos a la playa.-digo indignada.

Subo a mi habitación y me cambio, me pongo el biquini y un conjunto bastante playero, unos shorts muy "shorts", una camiseta de tirante ancho, dejando ver el biquini y la gran mayoría de mi torso, y unas chanclas. Me pongo las lentillas, cepillo un poco mi pelo castaño y bajo. Dani es el único que encuentro en el salón, con la mirada busco a los dos tortolitos.

-¿Y los otros?

-Se han ido a cambiarse.

-¿Y tú?

-Yo ya llevo el bañador.

Me siento en el sofá, bueno, más bien me tiro, Dani se sienta a mi lado y con timidez, pasa su brazo por encima de mis hombros.

Se nota a miles de kilómetros que ninguno de los dos sabemos que somos exactamente. Nos miramos por un momento.

-Y... Ahora, ¿qué somos?-digo insegura de mí misma.

-Dejémos que el tiempo decida.-dice dándome un pequeño y delicado beso en la mejilla.

Tocan a la puerta y ambos nos levantamos, vamos hacia la puerta y abrimos, allí están Gemma y Jesús preparados, con una bolsa cada uno. Nos vamos hacia el autobús, y en cinco minutos pasa por allí y subimos.

-Más de media hora de desesperación.-digo suspirando.-Viva.-añado sarcástica y alzando un brazo.

-Venga que nosotros vamos a hacer que te lo pases bién.-dice Dani animándome.

Resoplo y paso la mayor parte del viaje quejándome y escuchando música.

Cuando llegamos a nuestro destino, la playa, corremos hacia la arena, me quito la ropa y corro al agua.

-Con que no querías venir, eh.-dice Dani con tono burlón.

-Si quería, pero, el autobús me desespera.-digo dejándome flotar en el agua.-Oye, ¿los tortolitos lo entran?

-Que va.

Siléncio incómodo. Los odio, los odio casi tanto como a los chicos egocéntricos. Empiezo a nadar de espaldas, muy lento, Dani me acompaña dando pequeños pasos.

Paro y me dejo flotar, me relaja, hace que solo piense en... simplememta hace que piense en nada, como si estuvieras en una nube. Noto la mirada de Dani posada en mí, abro un ojo y lo veo mirándome con esa cara pillina, segido me coge de la barriga y me unde. Dentro del agua, se sumerge él, encima mía. Se acerca y me da un beso. Salimos del agua y nos mirámos dulcemente, a la vez que extrañados. Ninguno de los dos sabemos que somos, lo que sí sabemos es que nos amamos.

-¿Ahora qué?-digo haciéndo pequeños hoyos en la arena, mientras él me mira dulce, con sus manos en mi cintura.

-Dejémosno llevar, el tiempo decidirá.-dice besándome otra vez.

Salimos y nos tumbamos en la toalla, Gemma y yo tomamos el Sol mientras que tomamos un aperitivo junto con los gemelos. Al terminar, nos relajamos. Dura poco, como siempre. Una pandilla de chicos, serían unos cuatro o cinco, se acercan a nosotras.

-Hola guapas.-dice uno de ellos.

-Adiós.-contesto borde, haciendo reir a Gemma, Jesús y Dani.

-Mira, nos ha salido graciosilla.-dice el mismo.

Suspiro, tomo un poco de calma y me levanto.

-Graciosilla si quiero. Te das la vuelta te vás y allí-señalo una obesa.-tienes una chica con la que tienes posibilidades.

-Gran carácter, me gusta.-dice agarrándome de la cintura y acercándome demasiado a él.

-Suéltame.-digo mirando a otro lado, no quería peleas.

-No quiero.-dice susurrándome.

-La vas a dejar sí o sí.-dice Dani levantandose.-¡La sueltas ya!-dice viendo que no me soltaba.

-No quiero.-dice mirándole.

-Tú lo has querído.

Dicha la frase de Dani, me aparta del chico y le pega un puñetazo, los cuatro se van al ver a su amigo sangrar. Vale que me haya apartado de ese chico pero... Eso me daba miedo. Me da miedo que por esos celos pueda acerle daño a más gente, cuando ni siquiera somos algo. Duele. Duele decir que no somos nada, pero, no somos nada.

Retrocedo dos pasos, al ver que Dani se acerca a mí. Sacudo la cabeza y me siento como un indio en la toalla. ¿Qué pasaría si fuéramos algo? ¿Esos celos aumentarían? Si es así, le haría daño a mucha gente. Muchas preguntas, pocas respuestas. Si todas las preguntas tuvieran una respuesta... Todo estaría solucionado.

Nos vamos de la playa, otra media hora en el autobús desesperándose. Me llevan a mi casa y me despido de todos, Dani me da un beso pero me aparto, no sé que hacer.