Capítulo 49: "Puede."

462 23 0
                                    

-Le tiene rencor y odia a mi mejor amiga, y quiere ponerme en su contra.

-Vaya...

-¿Donde estamos?

-Emm...-mira a su alrededor.- Ni idea, te perseguía a ti.

-¿A mí? Yo te seguía a ti.

-Puede ser que nos hayamos perdido un poco...-se toca la nuca.

-¡Nos has perdido!

-Tranquilidad, miro en el GPS y... -trastea su móvil.- nada no tengo cobertura, no me va el internet.

-Y yo no tengo GPS.

-Pasame tu número.

-No.

-¿Porque?

-¡Te acabo de conocer! Quien sabe si eres un pederasta y me quieres violar.

-Puede.

Me separo mirándolo mal y el rie, yo no le veo la gracia, vaya. Tal y como van las cosas quien sabe.

-Es broma.-afirma.

-Bueno... ¿Ahora que?

-Pues no lo se.

-Yo que te veía con cara de listo...-rio.

-Oye, ¿me estas llamando tonto?

-No, solo que me has decepcionado.

-¿Tu sabes que hacer?

-¿Volver por nuestros pasos?

-Probemos.

Empezamos ha andar y nada, seguimos perdidos, yo sin GPS y el aún sin que le vaya el internet. Si. Le podría pasar internet, pero quién sabe, alomejor me persigue después y con los datos de mi internet descubre donde estoy y me secuestra. ¡¿Quién sabe?! Podría pasar.

Al tiempo, casi atardeciendo llegamos a un parque cerca de la casa y nos quedamos en los columpios.

-Porfin sabemos donde estamos.-suspiro.

-Si... Oye.

-Dime.-me comienzo a columpiar.

-¿Nos vamos a ver otra vez?

-Lanzado, así no se pide quedar, eh.-reimos.

-¿Pero nos vamos a ver?

-Puede.

-¿Mañana por la tarde?

-Puede.

-¿Aquí a las 17:45?

-Puede.

-¡Oye! -se queja reimos.- ¿Besito de despedida?

-Puede.-paro de columpiarme y recapacito.- ¡Oye! ¡No vale!

-Si vale, ¡has dicho puede!

-¡Pero te has aprovechado de que estaba todo el rato diciendo puede!

-¡No! Yo he hecho una pregunta y tu me has respondido.-se levanta- Bueno, me voy a ir yendo ya. ¿Te acompaño a tu casa?

-No hace falta, adiós.-le despido con la mano y el se acerca.- ¿Qué?

Es cierto, mi casa está cerca, más bi en esta a menos de dos metros, ya que esta justo al lado, más bien parece que pertenece a la casa y todo. Está bien.

-No se despide así.

-Tampoco se pide como tu pides quedar y no que quejo.-rio.

-Besito.-se señala la mejilla, yo niego.- Damelo o te lo doy yo.

-Venga.-le giro la cabeza y le señalo la mejilla.- Besito.-le imito.

-¿Segura?-asiento y el rie.

Que miedo me das, Cameron.

Me coge de la mandíbula y choca sus labios en mis mejillas y empieza a dar muchoa besos, como los típicos besos de abuela.

Me empiezo a reir y lo aparto.- Hasta mañana.-le sonrio.

-Adiós.-se despide con la mano y con una sonrisa se va.

Yo empiezo a columpiarme un poco y a pensar en Cameron. Parece bueno, diferente... Aunque no le daré toda mi confianza aún, tal vez, solo tal vez, podría utilizar su ayuda para olvidarme de todo, ¿no? Claro que no le dire nada, no me haré su novia ni le daré falsas esperanzas, pero si que pasaría tiempo con el, si es que todo va bien.

Suspiro y me levanto para ir a mi casa, camino con pasos pesados, no quiero llegar, pero tengo hambre. Si tengo suerte no notarán que estoy... Ojalá.

Meto la llave y sin hacer mucho ruido entro, por suerte parece no haber nadie, vamos bien. Por si acaso no hago mucho ruido, así evito cualquier discusión y cualquier cosa que me pueda interrumpir la tranquilidad.

Me quito los zapatos y los dejo de cualquier manera en el recibidor, al estar en la playa siempre llevo biquini así que me quito el pantalón y lo dejo también por ahí. Me coloco bien los calcetines y arrastro los pies mientras ando, oh dios parece que esté en una pista de hielo. Podéis ir imaginando mi cara de pervertida ultra súper extrema mientras patino por toda la casa, mejor dicho el piso de abajo.

Y como no, normal en mí, me tropiezo con quien sabe qué y acabó tirando hasta la mesa encima mía y se me escapa gritar.

-¡¿Quién anda ahí?!-escucho gritar a Gemma desde arriba.

Dios, no quiero que sepa que he hecho yo todo este desastre, me levanto corriendo del suelo y me escondo en la primera puerta que veo, en el baño.

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora