Capítulo 61: ¿Que?

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Cuando llegamos todos se van de ésta sin decir el porqué, y nos quedamos solos Dani y yo. Nos quedamos callados, hasta que decido mirarle, no me decido a hablar, precisamente en este momento quiero escapar de él, con esa cara de pillo que me esta poniendo... Daniel quisiera prohibirte esa mirada.

-Dani no me mires así.-río.

-¿Porqué?-dice moviendo las cejas y acercándose.- Oh, a la lady le molesta. -sonríe.

-No me digas lady.-intento no reir pero su cara es demasiado.- No me mires así.-río chafándole la cara, entonces río más.

Él aprovecha y empieza a poner caras bastante chistosas y yo, por el dolor de tanta risa, dirijo un brazo hacia la barriga y el otro a mi cara para deshacerme de las lágrimas.
Dani sonríe.

-No te he visto reirte así nunca...-dice mirando hacia la pared.- Me gusta verte sonreír, y que yo sea la causa...-añade con un tono nostálgico.

-¿Sabes?-comienzo captando su atención.- He decidido dejar de serla "amargada", por asi decirlo, y voy a ser la chica que era de pequeña... Tal y como soy en realidad.

-Me encanta... Menos que cuando te conocí siendo pequeños te costó un a...-le interrumpo.

-Pues seguimos después del accidente, como si nada.-sonrío y me levanto.- Hola Danielito, te he echado de menos.-digo sonriendo con los ojos cerrados.

Al no obtener una respuesta abro los ojos y minimizo y amplia sonrisa, para dar con Dani muy cerca mía, esperando.
Aunque me haya costado averiguarlo, quito la sonrisa, aunque no dejo un rostro serio. Le rodeo el cuello con los brazos y cierro los ojos, asintiendo con la cabeza. Dando paso a un largo beso nostálgico.
Cuando nos separamos, juntamos nuestras frentes con una sonrisa.

-Te echaba tanto de menos.-dice abrazandome.

-Y yo.-sonrío debolviendole el abrazo.

Al cabo de un largo rato intento separarme pero el me vuelve a juntar, encerrando mis brazos entre mi pecho y el suyo. Me quedo extrañada ya que noto un ligero toque húmedo en mi hombro. Giro mi cabeza hacia su cuello e intento alcanzar su cara con la vista para ver si está llorando, pero no alcanzo, así que, para intentar que sonría le doy un ligero beso en el cuello ya que no alcanzo más arriba.
Se abre la puerta de la casa de par en par y seguido un grito.

-¡Familia!

Podría reconocer esa cara en cualquier sitio, el hermano mayor Juanqui, o así lo llamaba yo.
No es el momento perfecto para encontrarnos, y nosotros nos sobresaltamos y miramos a Juanqui sobresaltados. Él, al vernos tan pegados y al ver el rostro mojado de Dani se sobresalta también, pero enseguida sonríe y se acerca.

Mi hermanita pequeña Mimi!-nos abraza a los dos ya que Dani no me había soltado aún.

Juanqui!-sonrío.

Él nos suelta y nos inspecciona, seguido se lleva las manos a la boca y Dani, aún abrazandome se mueve, escondiendome, y gira la cabeza hacia Juanqui.

-¿Nos dejas un rato solos?

-¡Perdón, perdón!-dice corriendo hacia sus maletas y después al piso de arriba. Ambos reimos.

-¿Mimi?-ríe.

-¡Si!-río también.- ¿Porqué llorabas?-digo alejándome un poco.- Sabes que...-me interrumpe.

-Aún me siento culpable.

-La culpa fue mía, y aún así, lo pasado, pasado está. ¡No hay problema! Ahora toca ser felices de nuevo. Aunque tenga que dejar mi apreciado orgullo.-digo poniendo un puchero y tirandome al sofá.

-Me quiero sentir princesito.-dice de la nada.

-¿Qué?-digo riendo.

-Déjame sentarme encima tuya.-dice con una sonrisa mezclada con un puchero.

-Vale, pero espero que no peses mucho porque...-comienzo a decir pero él se sienta encima mía.- ¡Dios mio, te pesan los huesos! Dani éstas gordo, ¿yo peso tanto? ¡Madre mía!-hablo rápido, y finalmente lo tiro a un lado y en comienza a llorar de broma.

-¡Me ha dicho gorda!-se lamenta y yo río y me tiro a él.- ¡Y encima ella es la gorda!-dice y yo abro la boca dolida a la vez que hago un gesto como si me doliera el corazón y el ríe.

-Vale, vale.-digo levantándome y poniéndome en la esquina del sofa más lejana a él.

-¿Te has enfadado Mimi?-dice riendo.

-Para ti soy Mía.-digo mirando a otro lado para que no vea mi risa.

-¡¿Te has picado de verdad?!-dice acercándose a mi y yo apoyo mi cabeza en el brazo del sofá.- ¿Mía?-dice levantándose para mirarme a la cara pero yo tapo mi boca apoyándola en el brazo y cierro los ojos.

-Que.-intento sonar seca.

-¿Enserio?-dice soplándome para que note su presencia y abro solo un ojo, se había sentado en el suelo.

-¿Qué haces?

-Voy a quedarme aquí hasta que se te quite el enfado.-sonríe apoyando la cabeza en el brazo también, enfrente mía.

-Vale.-digo cerrando otra vez los ojos.

Noto algo mojado en la nariz al paso de un rato y abro los ojos. Veo a Dani con los ojos cerrados y sacando la lengua, ya sabéis qué pasa en la punta de mi nariz, ¿no?
Hago una pequeña risa y cierro los ojos, en eso, veo un flas y ambos miramos que es, y nos encontramos con Juanqui sonriendo.

-¡Que bonitos que sois.-dice poniendo una cara de perrito mientras mira su móvil.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?-río.

-Yo quiero esa foto.-ríe Dani.

-Llevo el suficiente como para saber que estáis juntos y tengo otra vez de cuñadita a mi hermana pequeña Mimi.-dice sonriendo.

-No estamos...-comienzo a decir pero el se va y yo me siento corectamente.- No tiene remedio.-río.

-Mía.-dice serio aún desde el sofá y yo me coloco como estaba antes cediendo a que siga.- ¿Tu... Quieres... Intentarlo?-dice poniendose un poco colorado y esbozando una pequeña sonrisa, yo hago lo mismo y me tapo con el pelo, el orgullo no lo he perdido.

-Si...-susurro sonriendo entre la capa de pelo.

Dani aparta todo mi pelo y me ve colorada, aunque yo en realidad, cuando me ruborizo solo lo hago por la zona de la nariz y mofletes, y luego las orejas. Él sonríe al verlo y me acaricia la cara.

-Tu también estás rojito.-digo tapándome la cara y separando los dedos para verle, su mano aún está posada en mi, y aprobecha y me separa las manos.

-Estás muy adorable así.-sonreimos.

Me levanto para estirar las piernas y Dani, aún en el suelo, me hace cosquillas en éstas y yo comienzo a hacer un "baile" por la risa y hago que él ría también.
Me siento a su lado como un indio mirándolo con un rostro divertido.

-¿Tu tienes cosquillas?

-No.-dice riendo.

-No vale.-me quejo y le hago reir.

Apoya la cabeza en mis piernas y yo en el sofá, mirando hacia arriba.

-Acuestate.-dice tirando de mi camiseta.

-¿Que?-río.

-Que tienes las piernas duras.

-Vale.-río y voy a hacerle caso, cuando el coje dos cogines y los deja en el suelo.- ¿Y eso?

-Mejor apoya la cabeza en ese cojín.-señala uno, extrañada dle hago caso y el pone un cojín delante del mío.- Así...-sonríe.

Esta vez estamos los dos juntos, y nos miramos perfectamente a los ojos.
Él se va acercando poco a poco mientras coloca su mano en mi cuello, acercándome a él delicadamente, pero una melodía nos interrumpe.

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora