Capítulo 40: "Según Gemma."

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-A ver. Que yo quiero desayunar.-digo.

-Y yo quiero hablar.-dice Dani.

-Ya me has hablado, dejame desayunar.

-No te lo estoy impidiendo.

-Quiero desayunar tranquila, no con una mosca cojonera diciendo que quiere seguir una conversacion de la cual no pienso hablar mas en mi vida.

-¡Joder! ¡Mía porfavor!

-¡Ni joder ni jodamos Dani, no quiero y punto!

Ag, mierda, ¿como salgo de aquí si esta junto a la puerta? Me agarrará como siempre. Que ironía que siempre me toque quedarme y aguantarme, vaya.

-Ni que hubieras estado al borde de la muerte por alguien.-dice haciendo que recuerde.

Le miro con enfado, tal vez si las miradas matasen el estaría muerto en el infierno, quemandose y siendo maltratado por miles de demonios enanos que le pegan con manecitas tan pequeñas como mi dedo pulgar. Y claro, se me suelta una lágrima recordando todo aquello.

-Yo...-titubéa lamentándose.

Niego con la cabeza, haciéndole saber que la ha cagado, y bien. Salgo de allí lo más rápido posible y Dani ni siquiera me mira, sigue mirando a donde estaba yo, creo que en shock porque no sabe que ha dicho que me haya podido doler tanto.

Veo a Gemma y a Jesús en la puerta, escuchándolo todo. Viejas marujas. Gemma no sabe que me pasó, siendo más exactos nadie lo sabe, solo yo y... Bueno, "él". Aunque mejor que "él", ya que no se puede llamar cosa humana, llamemoslo... "animal" o "hijo de su madre" como querais.

Dejarse manipular no es propio de mi, ¿verdad? Pero aquel animal pudo conseguir manipularme, de verdad, tanta amistad para luego ser una mentira, una pura mentira. De verdad. Yo simplemente es que no querría ni verlo morir a él, si quiera lo miraría, no quiero verlo.

*POV Dani*
Si alguien me ganará cagándola le daba un premio. ¿De verdad alguien la puede cagar tanto como yo? Soy un verdadero bocazas. Es que no me puedo quedar callado, no, yo tengo que empeorar las cosas.

Mía se ha ido a quien sabe donde y Gemma ahora mismo me quiere matar, que no se porque no lo hace. Ah, si. ¡Me parezco demasiado a su "mejor amigo"!

Apenas me deja ir a por Mía, piensa que la cagaré aun más. Por que, para que ya la haya hecho llorar... Según ella es difícil hacerla llorar, que solo llora con cosas MUY fuertes. Mucho. Yo sigo diciendo lo mismo. La cago mucho y demasiado. Tengo que conseguir ayudarla con... Vale, no lo se, y Gemma tampoco. Ya tiene que ser MUY fuerte, según Gemma.

*POV Mía*

No se como este niño no se cansa de abrir la boca para cagarla. Ya lo había olvidado y hasta lo tenía más que superado. Mi mala suerte no se puede aumentar, de veras.

*Flashback*

-¿Qué quieres? ¿Me vas a dejar en paz?

Ese niño me tenía más que harta, no se cansa de perseguirme, ¿no se da cuenta de que no quiero hablarle? ¡No se ni quien es! Y aunque tenga 10 años en este momento no quiero hablar con un niño más o menos de 11 el cual no para de perseguirme para descubrir porque lloro sola a las 6 de la mañana en la calle. Y claro, ¿quien sale a estas horas a la calle comenzando las clases a las 8:30?

-Solo quiero saber que te pasa.-dice él encogiendose de hombros.

-Me pasa algo.

-Oh, valla, no pensaba que iba a ir tan fácil.-dice y se da media vuelta.

Em...¿hola? Este niño de verdad no sabe lo que es mentira y lo que es verdad. Me doy la vuelta para seguir mi camino y me lo encuentro justo en la pared que tengo en frente, la cual debería de haber esquibado hace un rato, apoyado en la pared con las manos hundidas en sus bolsillos. Se hecha el pelo hacía arriba, dejándome ver por primera vez (vale, lo se ni siquiera le he mirado un minuto por completo a la cara) su rostro despejado. Lleva el pelo a lo Justin Bieber.

-¿No te cansas?

-Que va.-le miro dudosa.- No soy de los que se dan por vencidos.

-Deberías.

-¿Por? Vamos, voy ha cnseguir sacarte una sonrisa en...-mira su muñeca desnuda- nah -me mira- se me ha olvidado el reloj.

Me rio por lo bajo, estúpido. Veo que me mira y me muerdo el labio para no reir delante suya y hacerle saber que no va ha conseguir lo que quiere.

-Lo he conseguido.

-¿Que? Yo no me he reido.

-Si, si que lo has echo.-se acerca.- Mentir es malo.

-Yo no miento, niño.

-Tengo un nombre.-se queda callado y espero a que lo diga.-

-¿Y bien?-pregunto al ver que no lo hace.-

-Oh, no, yo no le digo mi nombre a una niñita cualquiera.

-¿Perdona? No soy una niña cualquiera.

-Cierto, eres rarita, sales a las 6 de la mañana a la calle.

-Oye que tu tambien estas aquí.

Se queda callado.

-¿Entonces me vas ha decir que hacías llorando?

-No te conozco.

-¿En serio quieres conocerme?

-¿Quieres que te diga que me pasa?

-Está bien. ¿Por donde empiezo?

Sonrie y se sienta haciéndome una seña para que me siente frente a él y yo lo hago, apollandome en la pared que había al lado de la que él estaba apollado.

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora