-¡¿Qué?!-pregunto indignada por su forma de mirarme.
-Habeis cambiado mucho Dani y tú, cuéntame.
-Resulta que nos conocíamos de antes.
-Vaya...¿Y eso?-suspira.
Yo, no le respondo.
Decidimos que ya se hacía tarde y tenemos que volver cada uno a su casa, cosa que hacemos Gemma y yo. Llego a mi casa y cierro la puerta, entro a la habitación de mi hermano y está jugando al fifa.
-Hey hermano.-digo asomandome por la puerta.
-Hey Mía.
-¿Jugamos un partido?-digo sentandome a su lado.
-Venga.-dice dandome un mando.
Empezamos a jugar y, por raro que sea, le gano. Llaman a la puerta y para molestar un poco a mi hermano voy hacia esta saltando y dicendo "he ganado". Cuando abro encuentro a Dani, no lo acompañan ni Gemma ni Jesús.
-Hala, estás de un simpático últimamente.
-¿Prefieres a esta Mía o a la otra?-digo subiendo una ceja.
-A esta, a esta.
-Bien.-rio.- ¿A que venías?
-¿Te vienes a comer por ahí?
-¿Solos?
-Si, ¿por que no?
-Está bien, vamos.-digo no muy convencida.
Aviso a mi hermano de que me voy a comer, cojo dinero y salgo de la casa junto a Dani. Mientras caminamos, solos, hablamos de tonterías, ya que no tenemos ningún tema que sacar.
Al llegar a un bar nos sentamos al fondo, apartados de todo y esperamos a que nos tomen nota.
Comemos en silencio, algo incómodo para los dos. El resto del día transcurre normal, hasta que llega la hora de ir a casa de Gemma, con Jesús y Daniel. Me visto con una falda trival, una camiseta amarilla, un cinturon rojo y unas bailarinas rojas. Me pinto un poco; rimel, gloss y raya. Llaman a mi puerta y abro, ya preparada, lo que me sorprende es ver a Dani solo, si, solo.
-¿No viene Jesús?-digo andando.
-No.-niega con la cabeza mientras hunde sus manos en los bolsillos.
-Entonces...¿solos?-digo y el asiente.
Llegamos a casa de Gemma, sin conversación alguna, abre Gemma, detrás se encuentra Jesús.
-¡Hola chicos!-dice haciendonos pasar.
-Hola Gemma.-decimos al unisono.
Entramos y Gemma hace que le cuente lo que ha pasado esta mañana mientras que los gemelos preparan las cosas.
-Con que solos eh...-dice poniendo una cara entre pícara y pillina.
-Si, no ha pasado nada.
Esperamos a que los gemelos terminen de colocar la película y traer los aperitivos para sentarnos y posicionarnos bién. Nos sentamos de la siguiente forma; Yo, Daniel, Gemma y Jesús.
Comenzamos a ver la película hasta que Daniel me interrumpe susurrandome.
-¿Aún me odias?-dice mirandome, no se, ¿extraño?
-Supongo.
-¿Supones?
-Sí.-dejo caer mientras observo la película.
Al contestarle se le pone una cara de decepción, ¿decepción? ¿Porqué? ¿Porqué lo de venir solos? Tantas preguntas en mi cabeza, sin respuesta, hacen que me desvíe de la película, hasta llegar a un punto de no enterarme de absolutamente nada. Me levanto y me voy a la cocina a despejarme un poco. Cojo algo de beber, leche fresca, la hecho en un vaso y comienzo a beber. Noto unas manos en mi cintura y me sobresalto, me giro y es Daniel.
-Hola Daniel.-tartamudeo mientras me alejo de él dando un paso.
-No me digas Daniel, suena muy soso y serio. Llamame Dani.
-Está bien.-digo dejando el vaso en el fregadero y haciendo un intento de irme, ya que Dani me coge del brazo.
-Siempre que estamos solos te vas, ¿porqué?
-...
-¿Porqué?-me insiste.
-¡No lo sé! ¿Vale?-le digo de mala manera intentando irme pero aun me agarra.
-¡Mía, joder!
Me voy de allí, seguido de la casa y me siento en el jardín llena de impotencia, ¿impotencia, porqué? fácil, simplemente yo tampoco se por que me siento incomoda cuando estamos solos. Al rato se escuchan murmullos dentro de la casa, después pasa alguien al jardín. Como no tengo ganas de hablar me levamto y me voy de la casa. Camino sin rumbo alguno, sin importar nada. Ya está oscuro y no hay nadie por la calle, solo se escuchan mis pasos retumbar en la calle y unos pasos detrás mía que me incomodan cada paso que doy.
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El amor es un misterio. [Gemelier]
Romantik¿Amar?¿Qué es éso? Nunca he 'amado' a alguien y nunca lo haré. Nunca he estado 'enamorada' y tampoco lo estaré. Todos los chicos son unos egocéntricos, sólo piensan en ellos, así no sé como las chicas se pueden enamorar. No tengo ídolos, tampoco me...