Capítulo 18: "Mallorca".

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Subimos al coche una vez guardado todo, odio las despedidas y odio ver atrás a los gemelos cuando el coche se pone en marcha. Todos me hablan, Gemma está mal, yo estoy mal. Cuando las dos estamos mal, adiós diversión, adiós jaleo. Siempre la armamos cuando estamos juntas, aunqué no lo parezca.

-Espero que os guste la casita que hemos alquilado.-dice mi madre.

-No va a ser lo mismo que Mairena...-suspiro.

-Mía, son solo dos meses.-responde mi madre.

-Dos largos y asquerosos meses.-corrijo.

Un par de horas más y llegamos a la calle en la que nos vamos a alojar en estos largos meses, al salir del coche, cuando mi padre para justo delante de ésta, abro mucho los ojos.

-¡¿Esto es una casita?! ¡Pero si es un pedazo de casoplón!-reimos.

A pesar de la situación... Deberíamos pasarlo bién ¿no? Así pasarán los meses más rápido.

Entramos a la casa y Gemma y yo, después de echar un vistazo rápido a la casa, subimos a la planta más alta, el ático.

Todo el ático es una habitación, con dos camas, gran armario, dos escritorios, unos altavoces al lado de una tele grandísima, una estantería... ¡Esta habitación tiene de todo! Guardamos las cosas y vemos la casa más tranquilas, tiene un gran jardín con un gran porche y una gran piscina... No me quiero imaginar el pastón que se habrán gastado en alquilar la casa.

Gemma y yo, decidimos ir a ver el lugar. Me visto con un biquini, un vestido corto de transparencia y unas chanclas. Ella se viste con un triquini, unos shorts y unas chanclas. Avisamos de que vamos a salir y salimos. Andamos y, en realidad, este lugar es bonito.

Damos una vuelta por el paseo marítimo, allí, poca gente pasea ha esta hora, parece ser. Dos rubios no nos quitan la mirada de encima, me incomoda y a la vez me cabrea, ¿acaso tengo monos en la cara? Miro a Gemma, ella está con el móvil. Yo no tengo internet, perfecto. Cuando nos sentamos en un banco, estos dos se hacen señas entre ellos y se acercan. El rubio que parece más oscuro, se sienta a mi lado y me rodea con su brazo, el otro hace lo mismo, pero con Gemma.

-Hola guapetonas.-dice el de mi lado, al decir guapetona me recorre un cosquilleo.

-Adiós.-digo quitándole la mano.

No me doy cuenta de que hace o dice Gemma, estoy demasiado pendiente en que el chico no intente nada raro.

-Vamos pequeña, ¿tienes novio?-dice volviendo a poner su brazo sobre mis hombros.

-Déjame.-digo quitándole el brazo.

Me levanto e intento irme, ¿a donde iría? No lo se, pero, no lo consigo. No consigo irme. El chico me coje de la cintura y me acerca a él, muy brusco. Alguien se va a quedar estéril.

-Vamos nena, si te encanto.-dice acercándose a mí.

-He dicho que me dejes.-le repito apartando mi cabeza.

-¿O que?-me susurra al odio mientras baja suabemente su mano.

-Esto.-susurro.

Con todas mis ganas y más le doy una patada en sus partes y consigo que se aleje, cojo a Gemma del brazo y hechamos a correr, hacía quién sabe donde.

Cuando paramos, después de una larga carrera, (los chicos nos han perseguido), hemos conseguido despistarles. Cuando nos damos cuenta, no sabemos donde estamos. Problema. Mallorca es grande, para saber donde estamos, es difícil. Nos sentamos en el suelo, delante de unas casas con pinta de ser antigüas, pero no demasiado.

-Hola.-dice un chico rubio sonriente.

"¿Aquí son todos rubios o qué? Pienso."

-H-Hola.-dice tímido uno cobrizo.

-Hola.-sonrio al ver que no son como los anteriores.

-Hola.-dice Gemma, al parecer, como yo.

-Soy Calum, encantado.-dice sonriendo y extendiéndome la mano.

-Yo Mía.-sonrio dándole la mano y levantándome para darle dos besos.

-Yo so-soy Cristian.-dice tímido.

-Yo Gemma.-sonrie.

-Se os ve perdidas.-dice Calum.

-Un poco.-rio.

-Anda dime donde vivis y os acompañamos.

-Em... era la calle... era...-tartamudeo tratando de acordarme.

-¿Enserio?-dice con una carcajada.

-¡Oye!-digo haciéndome la ofendida.-Malo.-pongo morritos.

-Anda que no lo decía para ofender.-dice acercándose.

-No, ahora no lo arregles.-digo haciéndome la ofendida.

-Anda...-dice acercándose más.

Cada vez que se acerca o me alejo o me giro a otro lado, increible la confianza que hemos cogido en unos minutos, ¿verdad? Normalmente no suelo coger tanta confianza así de rápido. Y menos con un chico que acabo de conocer. Calum me da un abrazo por la espalda mientras que yo estoy de espaldas a él, con los brazos cruzados. Gemma rie con Cristian.

-Que monos se os ve.-dice después de un gran destello, es el flash de su movil.

-¡Eih!-grito.- A ver.-rio.

-¡Que monos se nos ve!-dice Calum riendo.- Pásamela por bluetooth, porfa.

-Vale.-sonrie.

Cuando le pasa la foto, trastea su móvil y me lo enseña, ha puesto la foto de fondo de pantalla.

Trás unas largas horas de diversión con Calum, Gemma y Cristian me suena el móvil. Interrumpiendo una pregunta de Calum hacía mí.

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*Nota importante.*(leer)
Siento haber estado taaaaaanto tiempo sin subir, he estado en la playa y en cosas con nuestros niños. Espero que me perdoneís.
-A mis lectores habituales quiero deciros que haré un cambio radical a la historia, ¡estará interesante! Jejeje. También deciros que muchas gracias a los que estais siempre ahí.
-A mis lectores nuevos, ESPERO QUE OS ENCANTE ESTA FAN-FIC.
Muchos muacccs ♡.

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora