El amor es un misterio. [Gemelier]

Capítulo 35: "Aquello."

Como iba a acordarme de aquello, si aún estábamos en Mairena y no sabía nada sobre... Los "sentimientos" que podiamos tener el uno por el otro. Estaba claro, él me odiaba. Y yo a él. Éramos demasiado orgullosos como para saberlo en ese momento.

Niego con la cabeza mientras corro hacía otro lugar, intentando sacar todos aquellos recuerdos sueltos que inundaban mi cabeza.

-Mía... Vuelve!-grita Dani tras jadeos.

Pensando que ya lo he despistado paro en un edificio, ya no estoy en el lago frondoso.

*Flashback*

Apenas conocía a alguien en ese encuentro, no llegaba a ser una fiesta, pero tampoco era una quedada. Más bien un punto intermedio.

-Gemma no conozco a nadie...- le digo casi llegando a la casa donde nos reuníamos.

-Me conoces a mi.- dice ella.

-Eso ya lo se. Pero no vas a estar conmigo todo el rato.-digo parando.- Casi que mejor me vuelvo a mi casa, así te lo pasaras mejor sin tener que estar pendiente de mi.

-Pesada.-dice el antipático, o sea, Dani.- yo tampoco conozco a nadie, mejor dicho, nadie me cae bien.

-Yo tampoco te caigo bien.- digo seria.

Gruñe.

-Vamos.-dice empujándome por la espalda.

-Pero, pero. Déjame.-digo con pasos pesados ya que no para de empujarme.

Ya estamos en la casa, antes de lo previsto. Dani bufa al mirar a un grupo de chicos, a la vez que ellos le miran como asqueados, él les devuelve la mirada. Gemma se va hacía donde estan los chicos, entre ellos una melena pelirroja asoma y al ver a Gemma se levanta corriendo. Jesús, a la vez que Gemma va hacía la chica mira a un chico que no despega la vista de Gemma y frunce el ceño.

Dani me mira, como siempre sin mostrar sentimiento alguno, ni enfado, ni incomodidad, nada de nada.
Me hace un gesto para que lo siga y, resignando un poco, lo hago. Llegamos a la cocina y el coge dos pequeño vasos de mojito y dos licores y los mezcla. Bebe el suyo y pone cara de asco, después como si se estuviera quemando y sopla.

-¿No te vas a tomar el tuyo?

-Yo no bebo. Y tu tampoco deberías.-digo cogiéndo el pequeño vaso para tirarlo al fregador.

Él me agarra de la muñeca y me coje el vaso.

-Vamos, si no te lo vas a tomar me lo tomo yo. Tenemos ya casi 17-le interrumpo.

-Tienes casi 17.

-Bueno, tenemos ya edad de esto.

-Si tienes problemas no hace falta que los sacies con esto.-digo cogiendo la botella con asco, a la vez que el bebe.

-¿Problemas? Yo no tengo ningun problema.-dice excusándose.- Bueno si.

-Pues no lo tie...-me interrumpe.

-Eres tú.-deja caer como si nada.

-¿Yo? ¿Cómo que yo?-digo sosprendida.

-Pues como que eres tu.-carraspea por el ardor del alcohol.- A demás. Esto solo lo hago desde que te conocí, y solo al final del mes... Según como sea nuestra relación. Pero dadas mis ciscurtancias... Este mes lo he echo en varias ocasiones.

-Una vez me lo dijiste por twitter, pero se su-compienzo a gritar pero me interrumpe.

-Pero entonces yo no sabía que ibas a venir aquí, se supone que no te vería, me convencía a mi mismo de que si, pero no. Por eso hago lo que hago. Ahora que te veo a diario lo entiendo. Entiendo porque hace esto la gente, pero creo que mi caso es único.-para y se toca a la cabeza, comienzan los efectos del alcohol.- bebo para no enamorarme de ti. Claro que me lo pones difícil. Y no quiero hacerlo, cuando cumpla los 18 me iré de aquí. No se a donde. Pero lo haré.

*Fin del Flashback*

Como se va a poder acordar él, si estaba un poco tocado por el alcohol.
Ya es tarde y ando hacia mi casa, de camino veo a Dani, lleno de ravia y dolor, dándole patadas a una lata. Esta la aplasta después de un rato y la tira. Un poco antes de llegar a mi casa me ve. Intento esquibarlo e incluso esconderme pero no funciona. Él se acerca a mi para pararme.