Entro y sin decir una palabra me preparo un vaso de leche. Él me mira mientras hago esto, ha decir verdad, me incomoda un poco.
-Buenas noches.-digo rígida y salgo de allí.
Antes de poder llegar a las escaleras, en el salón, alguien me empuja hacia el sofa y me caigo sobre este. Me giro aún acostada en el sofa y se encuentra Dani mirandome con el ceño fruncido. ¿Bipolar? Puede que esa sea la palabra que le defina.
-¡¿Pero tú eres tonto, bipolar o que te pasa?!-le grito levantandome.
No me contesta, me mira aún con el ceño fruncido.
-¡Dime! Un día tan bién y al otro tan mal, de verdad, Dani, que no te entiendo.-digo subiendo a mi habitación durante esta noche.
-No... Lo siento.-tartamudea intentando entrar conmigo a la habitación.
-¿Lo siento? ¿Ahora? De verdad, tienes un serio problema, ¿eres bipolar o algo por el estilo?-digo parándolo en la puerta, después le cierro esta en la cara.
-Mía, de verdad, no sé porqué lo he hecho... Perdóname.-dice trás la puerta con la voz entrecortada.
¿Estaría llorando? No creo, tiene el orgullo mas grande que su cuerpo como para llorar delante mía.
-Perdoname...
-Dani, no te entiendo, juro que lo intento pero no puedo.-digo abriendo la puerta y dejandome caer en la silla, llevandome las manos a la cara.
-No me entiendas, ni me mires si quieres, pero por favor no estés enfadada conmigo...-dice soltando una...¿lágrima?
-Lo siento Dani.-digo en respuesta de "no".
-Soy un gilipollas.-dice saliendo de la habitación y dandole un puñetazo a la puerta haciéndole un agujero y mucho ruido.
Suspiro y me hecho a la cama ¿cómo este crío puede ser tan sumamente bipolar? ¿Cómo? No lo entiendo. Gemma corre hacia mi habitación sobresaltada, Jesús busca a Dani.
-¿Qué acaba de pasar?-dice mirando el agujero.
-Dejémoslo porfavor.-digo soltando lágrima trás lágrima acostada en la cama.
Me insiste varias veces hasta que acabo por contárselo, ella era mi mejor amiga, ¿qué podría pasar? Acabaría contandoselo, ¿por qué no ahora?
-¿Enserio? Deberías perdonarlo.-dice levantándose y yendo hacia la ventana.
-No puedo.-niego.
-No, enserio, deberías perdonarlo.-dice haciéndome señas de que vaya hacia ella.
Y allí estaba él, bajo la lluvia, llorando sin consuelo y dandole puñetazos a lo que pillaba.
-No puedes dejarlo así...-dice Gemma observandolo.
-Si puedo, porfavor dejame sola...-digo tirandome a la cama llorando.
Ella se va y yo rompo a llorar más fuerte, tanta impotencia de no saber que hacer, tanta rabia y a la vez pena que lo único que se me ocurre es llorar, llorar y llorar. Poco a poco mis párpados mojados se me hacen pesados, mis ojos se van cerrando poco a poco hasta caer en un profundo sueño.
A la mañana siguiente, en el desayuno, la mirada de Dani busca la mía, pero no obtiene nada y frunce el ceño. A veces, no entiendo como podemos ser los dos tan bipolares, un día tan felíces y al otro tan mal. Al terminar de desayunar subo a la habitación que me correspondía hoy, me visto con la ropa del día anterior y bajo.
-Ahora vengo.-Aviso de que voy a salir y salgo.
Camino por la calle con las manos hundidas en mis bolsillos y por cada paso que doy más fuerte piso por la rabia. Aún sigo sin creerme, sinceramente, lo que pasó anoche. Es tan bipolar, bueno, somos tan bipolares que, a veces, se podría decír que damos asco. Sigo caminando hasta llegar a una pequeña plaza. Me siento en un banco y desbío la mirada a mi movil, en este se refleja una cara que me resulta familiar.
Es ese 'alguien' que me hizo tanto daño al ser 'demasiado amable' con él. Un daño tan grande que me ha llevado a ser tal y como soy ahora. Trás varios años de aquello he cambiado, ya no soy la misma chica que sonreía siempre, buscaba lo positivo en todo, salía con sus amígos, siempre contaba con la sonrisa de los demás para ayudar, nunca estaba sola... No he volvido a ser nada de eso desde aquel 'cambio' en mi vida. Me levanto y me dirijo a otro lado, el me sigue. Ando hasta que me adelanta y se para delante mía, me giro he intento irme de allí, no me sirve, me coge del brazo y me gira hacia él.
-¿Me has hechado de menos?-pregunta con su repugnante voz.
-No.-digo mirando a otro lado.
-Venga, ¿ni un poquito?-dice acercandose a mí, yo giro la cabeza a otro lado, ya que correr no puedo, me agarra.
-Dejame.
-¿Y si no quiero?-dice agarrandome más fuerte y acercándome a el.
-Te ha dicho que la sueltes.-dice una voz ronca detrás mía.
Me suelta y me tira a un lado como si fuera escoria, tiene suerte de que me haya hecho daño, que si no, me abalanzaba sobre él.
A partir de ahí comienza un griterío entre estos, dura poco, ese 'alguien' que me hizo daño se va con el rabo entre las piernas. Dani, que es el chico de la voz ronca, se acerca a mi y evito cualquier contacto con él.
-Mía, perdoname...-dice sentandose a mi lado.
-No.-digo evitando las lágrimas y levantandome de ahí.
-¡¿No te he demostrado lo mucho que me importas?!-dice gritando.
Me paro en seco, aún de espaldas a él, ¿qué debo hacer?
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El amor es un misterio. [Gemelier]
Romance¿Amar?¿Qué es éso? Nunca he 'amado' a alguien y nunca lo haré. Nunca he estado 'enamorada' y tampoco lo estaré. Todos los chicos son unos egocéntricos, sólo piensan en ellos, así no sé como las chicas se pueden enamorar. No tengo ídolos, tampoco me...