Capítulo 14: "Tú me pasas".

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Sacudo la cabeza y me dirijo a ducharme, cojo ropa de estar por casa, me quito la sudadera y la dejo en la silla de mi escritorio.

Al salir de la ducha, y del baño, veo a mi hermano apoyado en la silla con la sudadera en la mano.

-Esto no es tuyo.-dice dándole vueltas.

-¡Dámelo!-le digo arrebatándole la sudadera.

Le echo de mi habitación y cierro la puerta, me apollo en ella y me dejo caer al suelo. Huelo la sudadera, la estrujo y la tiro al otro lado de la habitación, apoyo mi cabeza en las manos y comienzo a llorar. No saber lo que sientes, en realidad, duele.

Bajo con los ojos rojos y no tengo ganas ni de comer, llaman a la puerta y abro, aún con los ojos rojos y llorosos. Pasa Gemma, después Jesús y seguido de éste, Dani.

-Adelante.-digo sarcástica, pues ya estaban dentro.

Paso al salón, donde están ellos, y me siento en el sillón.

-¿A qué se debe vuestra visita?-digo con la cabeza agachada.

-Veniamos a comer.-dice Jesús, Gemma le da un pequeño golpe.- haber si podíamos comer contigo.-corrige.

-Bueno, pero yo no voy a comer.-digo con lágrimas.

-Tienes que comer.-dice Gemma.

-No, lo siento. No estoy de humor.

-¿Y cuando estas de humor?-salta Dani, haciendo que levante mi cabeza para mirarlo extrañada.

Gemma y Jesús miran mal a Dani, él me mira con cara preocupante, ve que he llorado, y tengo lágrimas en los ojos. Gemma y Jesús desvían su mirada puesta sobre Dani y la posan en mí.

Por la tenión decido levantarme sin decir nada e ir al jardín, no me vendría mal desconectar un poco de todo, no me vendría mal apartarme de la vida. Él aire acaricia mi cuerpo, siento las miradas de los tres, pero, ¿qué más da? Ya me han visto llorar, no les extrañará verme disfrutar el viento.

Escucho a Dani murmurár algo a Gemma y Jesús, estos dos trás Dani decirle eso, se van.

-¿Qué te pasa?-dice agarrándome la cintura desde atrás, con timidez.

-¿Qué me pasa?-digo apartandome de él.-Tú me pasas, Daniel.

-¿Yo?

-Sí, tú, él mismo.-digo, y me arrepiento.-déjalo.-digo intentando entrar a la casa.

-No, déjalo no, no lo voy a dejar.-dice agarrándome el brazo.

-Dani, por favor, déjalo.-digo soltando su brazo y entrando a la casa, con lágrimas en los ojos.

-¡No! Estoy arto de estar enfadado contigo, estoy arto de pasar a estar bien a estar mal-dice parándome, otra vez, y tragando un suspiro.-estoy arto de no ser nada para tí.

-¡¿Nada?! ¿Enserio, Dani? No sabes cuanto he llorado, enfadado y sentido por tí, lo que me pasa siempre eres tú, tú me pasas, Daniel.

-¿Enserio? ¿No sabes qué, verdad? No sabes que aquellos "Te quiero" por mensage eran verdaderos, no sabes todas las noches he pasado en vela, llorando por tí. ¿Sabes qué? Te quiero, ¿para qué ocultarlo más? Lo puedo gritar a las mil estrellas del cielo, ¡TE AMO!

-No sabes lo que me cuesta decir ésto, me he enamorado de tí, sí, ¡de tí! Nunca he echo eso, nunca he dicho eso y nunca lo he sentido.-ahogo un suspiro.- Ahora mismo esas mil estrellas van a estar sordas, sordas por qué nunca funcionaría lo nuestro...-digo con una lágrima.

Dani se acerca enfadado, me coge la cabeza y me da un beso, un beso lleno de furia, dolor y amor. Al separarnos nos miramos confundidos.

-¿Ahora qué?-digo a centímetros de él.

-Déjate llevar.-susurra.

Me vuelve a besar, esto no puede estar pasando, yo no puedo enamorarme, no soy de esas...¿Para qué sufrir más? ¿Para qué ocultar algo qué siento? ¿Para qué no amar? Sin amar lo único que hago es quitarme vida. Si le amo ¿qué importa ahora? Estamos besandonos, bajo un sol radiante, ¿y qué?

-Te amo.-dice a centímetros de mí.

-Y yo.-digo apollando mi cabeza a la suya.

Entramos a la casa y por mala suerte, Gemma y Jesús lo habían visto todo, absolutamente TODO.
*POV Dani*
Y por fin pasa, por fin pasa el día que tanto esperaba, el día en el que Mía me dice que me ama, el día en el que la he besado, sin importar nada ni nadie que nos vea, hoy es un día maravilloso, un día que nunca me dejaré olvidar.
Es un día especial por que, hoy, por primera vez, he descubierto que de la chica que me he enamorado en este año y medio, me ama. A las mil estrellas pongo por testigo que nunca nada ni nadie la tocará, nadie podrá hacerle daño. Aun que ahora mismo no seamos pareja, se que me ama, eso es lo más importante de todo.
Al entrar a la casa, Gemma y Jesús nos miran, con lágrimas en los ojos y sonriendo a la vez, ¿por qué lloran? Nos han visto, pero no entiendo eso.
-¿Por qué lloraís?-dice Mía.
-Por que por fin sabéis los sentimientos del otro, por fin se acabó veros mal a los dos.-dice Gemma.
-Por fin han demostrado lo mucho que se necesitan el uno al otro.-añade Jesús.
-Por fin sabéis que el uno sin el otro no podeis vivir.-acaba Gemma.

El amor es un misterio. [Gemelier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora