El amor es un misterio. [Gemelier]

Capítulo 30: "Sonrisa."

MARATÓN

-Siempre me cuidarás, no?-dice sonriente.

-Siempre.-le correspondo a la sonrisa.

Y así es como lo sellamos, un simple "siempre" que nos dejó claro una cosa: nunca dejaré de cuidarle.

-Entonces está jurado?-pregunta sonriente.

-Jurado.

Ya han pasado dos días desde la operación, Dani ha mejorado bastante y yo como "enfermera improvisada" tambien. Si, el doctor me pidió ayuda en más de un caso con Dani para darle un tipo de medicación extraña, por su suerte no tiene que tomarla más ya que ha dejado de bomitar y de dar cualquier señal de que tiene más lo que sea. En muchísimas ocasiones le sacamos una sonrisa cuando se encuentra mal, esa sonrisa tan... Ag.
Hablando de sonrisas, ahora nos encontramos los cuatro en la habitación riendo, así haciéndole los días más cortos para que dentro de nada nos vayamos de aquí.

Dani empieza a toser en una de las carcajadas que le hacemos sacar, a nosotros se nos quita la risa y nos acercamos preocupados. Por suerte es solo el caramelo, que se le ha ido por el otro lado.

-Estoy bien.-confirma.

El doctor entra a la habitación con un expediente en la mano y carraspea para que le escuchemos, le miramos y él se aclara la voz antes de dar la noticia.

-Dani podrá irse mañana.-dice.- pero tendrá que tomar una medicación, te lo encango a tí, Mía, espero que le cuides bien.

-Gracias por todo lo que ha echo por él. Le cuidaré más que bien.

-De nada, me alegra escuchar eso.-dice antes de irse.

Todos sonreimos y deseamos que llegue mañana, Dani ya puede andar (con un poco de ayuda, claro) podremos ir sin silla de ruedas.

Ya ha llegado el momento, hoy le dan el alta a Dani para que podamos olvidar esto y seguir con nuestras vidas 'normales'. Suena un móvil en la habiación, mientras este suena con "Cecilia" de The Vamps yo espero sonriente mirando al doctor. Cuando pasa un rato todos me miran y yo me doy cuenta.

-Ai, perdón.-digo buscando mi movil.-bingo.-digo cuando lo encuentro.

*Conversación telefónica*

-Mía?-pregunta una voz femenina.

-Si soy yo.

-Oh, yo soy Eva, la madre de Dani y de Jesús. Como estás?

-Bien. Y usted?

-Bien, gracias.

-No hay de que.-digo con una pequeña risa.
Miro a Dani, que me esta mirando sin perder ningun detalle y le pregunto alzando los hombros, el hace un gesto de 'nada'.

-Oh.-digo como si acabase de recordar algo.-quiere hablar con ellos?

-No, no, yo quería hablar contigo.

-Vale.-sonrío.

-Bueno...-se aclara la voz.- puedes cuidar a mis hijos unos días? Se que debería ser de al revés pero... Viendo la situación y que ellos son unos trastos...

-No pasa nada, claro que los cuidaré.

-Muchísimas gracias, en serio. Es que esto se nos alargó más de lo que creíamos... En serio. Gracias.

-No se dan, por cierto, ya le dan el alta a Dani.

-Si? Ai, que alegría.-se le escucha aliviada.-

Se escucha una voz en la otra línea que no puedo escuchar bien.

-Bueno Mía, tengo que dejarte, adiós.

-Mucho gusto, adiós un beso.

*Fin de la conversación telefónica*

Espero en la sala a que salgan Dani, Jesús y Gemma, ya que yo he salido de la habitación para contestar a la llamada y no molestar.
Al poco rato salen y ponemos camino a mi casa, nos han indicado el camino y nosotros seguimos la dirección tal y como nos la han indicado.

-Por fin en casa...-suspiro tirándome al sofa.

-Por fin.-suspiran ellos.

-AH! ESTAMOS SOLOS.-grita Gemma.- Que tenéis planeado? Que vamos ha hacer estos días?-dice emocionada, cómo no.

-Pues... tenía pensado algo.-dice Dani.