IMPERIO 5.

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Las últimas horas me la pasó follando con Hats y por ese tiempo dejó de pensar en la mujer que me vuelve loco y estoy por ver de nuevo.

Son las 3:20pm cuando el jet aterriza en Nueva York y Hats se pone como loca, tiene cuarenta minutos para documentar y subir al avión. Obvio tendrá que pagar exceso de equipaje, lleva más que todas las personas a bordo de ese avión. Me parece innecesario que pague un boleto de avión cuando su papá tiene jets privados.

Hats es hija de Maximiliano Casttelot, un importante ingeniero petrolero dentro del país, así que ella nació y creció rodeada de los mismos lujos que yo; pero la diferencia es que ella es hija única y todo para su padre. Desde que la conozco no hay una sola cosa que le haya negado.

— ¡Te llamó luego! — Me grita mientras baja del jet.

Ya nos despedimos lo suficiente, no necesitamos tiempo extra para volver a hacerlo. Además, sé que vamos a hablar por WhatsApp todos los días y por llamada o videollamada varias veces mientras estemos en distintas ciudades, porque así somos nosotros.

Soy el último en bajar poniéndome mis Marshal Ray Ban y entonces veo a la única mujer que de verdad amo. En cuanto comienzo a caminar ella literalmente comienza a correr hacía mi aún con sus enormes tacones. Me abraza en medio de sollozos, la levanto del piso y me abraza con más fuerza. Pego mi mejilla a su sien y el olor que me ha acompañado toda mi vida llega a mi nariz. Un dulce aroma que no importa que tan lejos este de Aisley Ivanova, de una u otra forma siempre lo tengo presente.

— Yo también te extrañé mamá. — Le doy un beso en la sien a mi pequeña madre mientras camino aún con ella sollozando aferrada a mi cuello. — Hola papi. — Le digo en tono burlón.

Yo no entiendo porque a algunos hombres no les gusta que su papá les de un beso en la mejilla o en la sien, es algo ridículo, pues no lo está haciendo cualquier hombre, es tu papá y a mi no me molesta en absoluto. Si cuando era un bebé él me daba besos a mí y yo lo llenaba de saliva a él ¿Por qué no hacerlo ahora? ¿Qué cambia en la relación de un padre e hijo como para que eso incomode? Al menos en la nuestra no cambio nada, así que no me molesta.

Me guiña un ojo antes de abrazarme de lado pues ambos sabemos que mamá no me va a soltar. La extrañaba demasiado, como jamás en la vida y me muero por ver a las gemelas. Papá me da un beso en la sien y cierro los ojos al momento en que yo también lo abrazo a él. Son mis papás, las personas que me dieron y de una u otra forma me han salvado la vida en muchas ocasiones, los amo y es un alivio volver a estar con ambos.

— Ay, mi amor. — Mamá al fin se separa de mí y toma mi rostro con ambas manos para darme un beso en ambas mejillas.

La dejo de pie y entonces noto algo en ella que me deja con la boca y los ojos abiertos por la sorpresa. Esto si me sorprende.

— Mamá, ¿Te inyectaste los labios? — Exclamo sorprendido y papá suelta una carcajada.

— Es Botox natural. — Ahora la miro como si estuviera loca. Dudo que eso exista. — Marcus me compró unas galletas con nuez. — Suelto una carcajada.

Mamá es alérgica a la nuez y cuando come se le inflaman los labios aún con el medicamento la inflamación no se le pasa de un día a otro.

— Te extrañé tanto mi amor, fueron cinco meses. — Le tiembla el labio inferior y me vuelve a abrazar.

Nos toma quince minutos para poder irnos del aeropuerto y en la camioneta se niega a soltarme, sabía que esto iba a pasar, pero la verdad es que no me quejo. Es a la única que le soporto la ridícula cantidad de dramas, berrinches y lágrimas. Es a la única mujer que quiero siempre en mi vida, y el día que no la tenga conmigo no sé que voy a hacer, probablemente me vaya a volver loco.

AIDAN. (Imperio #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora