AIDAN. (Imperio #3)

IMPERIO 25.

Hats lleva como diez horas arreglándose para ir a la universidad mientras que yo me desperté hace una hora y media, salí a correr cuarenta y cinco minutos, me duché y terminé.

Solo espero que no baje con una blusa, vestido o algo de Versace, esa ropa no me gusta para nada, los estampados son demasiado exagerados.

— ¡Allison! — Grito bajando las escaleras.

Apenas tenemos tiempo para desayunar y no llegar tarde. Hats y yo somos pésimos para llegar temprano a la universidad, por eso siempre nuestro horario comienza mínimo a las 9:00am. Andrew prefiere salir un poco más temprano, pero nosotros preferimos dormir más, tener tiempo para ir al gimnasio, desayunar y salir un poco más tarde.

— Buenos días Circe. — Me regresa el saludo sin mirarme pues le está sirviendo su comida a Farah.

Llamo a mamá o no me perdonaría que no lo hiciera antes de ir a la universidad el primer día de clases. En Nueva York son las 8:20pm.

— ¡No me llames así! — Hats me golpea con su bolso. — Buenos días Circe. — Me da un beso y pongo los ojos en blanco.

— Deberías dejar de comprar estas porquerías. — Señalo con la mirada su blusa de Versace.

— Se ven lindas. — Se pasa los dedos por el escote. Eso no lo puedo discutir.

— Nadia y yo estuvimos hablando. Ella se va a quedar una semana con Andrew para ver si se adaptan o no. Pues si se llevan bien yo me quedó aquí.

— Sabes que no tengo ningún problema con eso, mientras me alimentes. — Suelta una carcajada.

— Yo también los quiero niños. — Hats le lanza un beso.

Sídney no se encontraba en ningún plan para quienes tenían beca así que todos van a saber que somos de intercambio. Esta universidad no otorga muchas becas, pero cuando lo hace es solo para alumnos brillantes, el resto — como Hats y yo — lo hacemos con dinero.

— Aquí nos vamos a divertir mucho. — Exclama Hats cuando detengo el Bugatti. — Sigo pensando que luce como un castillo, es precioso este lugar. — Asiento totalmente de acuerdo con ella.

El estacionamiento realmente luce como una exhibición de autos lujosos. Esta es nuestra vida, aunque a la prensa le moleste. Crecimos con un apellido importante y poderoso. Si bien nuestros padres se dedican a cosas muy distintas, el apellido es capaz de hacer cualquier cosa.

En la universidad de Singapur si dan el doble de becas que aquí para alumnos de intercambio así que era más común.

— Por esto no me gusta tener clases a las 7:00am. — Me burlo de Andrew.

— Cállate idiota. — Una mujer se acerca a él. — ¡Oh! Ella es Amber, la conocí hoy. — Se encoge de hombros y se gana la inspección de Hats.

— Hatsumi Casttelot. — Le da un beso en la mejilla.

Me preparó mentalmente para su expresión en cuanto diga mi apellido.

— Aidan Ivanova. — La misma expresión de siempre. — Sí, sí, mis papás son Aisley y Aarón Ivanova.

— Lo siento. — Se sonroja, pero muevo la mano restándole importancia. — Soy Amber Moore también soy de intercambio.

Nos despedimos pues los cuatro tenemos clases.

Sigo odiando que siempre hagan la misma pregunta el primer día de clases.

¿Por qué elegir la universidad de Sídney para estudiar entre tantas opciones?

Realmente yo elegí ciudades que fueran potencias económicas fuertes, que irradien lujo como en cada una en donde hemos vivido. ¿Saben lo fácil que es entrar a este tipo de universidad teniendo poder y dinero? Ni siquiera tienes que preocuparte por aprobar una materia. El sueldo de los profesores viene de nuestras familias.