AIDAN. (Imperio #3)

IMPERIO 13.

A las 3:00pm todas las mujeres de esta casa están listas. Mamá se ve hermosa con un vestido azul y las gemelas llevan un enterizo amarillo. Se siguen vistiendo igual en eventos sociales, sobre todo en los más grandes y saben que abra demasiada prensa.

El evento de la tarde es más informal. Digamos que es para el público en general, es en uno de los hoteles de mi tío Danielle en donde podemos entrar más de trescientas personas. La lista de invitados es un poco al azar, clientes importantes o no tanto del Corporativo, por lo general las personas más importantes asisten al evento en la noche que es en nuestra casa. Menos de cien personas.

Hats se ve aún mejor que ayer cuando se probó el vestido en la tienda, pero es igual, casi se me cae la saliva. Solo espero que no se incendie el hotel con Rachel y ella juntas.

— Me gusta. — Me da un beso en la comisura de los labios.

Ya que es más informal puedo ponerme un traje color vino sin corbata.

— Prefiero el vestido que vas a ponerte en la noche. — Susurro en su oído.

Mi hermana se aclara la garganta y me tengo que separar de ella. Le cae bien Hats, pero Aitana tiene ese instinto de hermana mayor celosa y más ahora que está embarazada. Hace tres días nos dio la noticia, aunque yo fui el primero en saberlo.

— Tú también te ves hermosa. — Me mira mal, pero oculta una sonrisa.

Yo amo a mi hermana y amo aún más saber que es feliz al lado de Adriano. Yo tenía trece años cuando pasó un par de meses en VASYF; sigo queriendo asesinar al hijo de puta que lastimó a mi hermana.

Al final dejó a Hats y a Aitana hablando mientras voy con Aarón. Quiero conocer a su nueva amiga - novia.

— ¿Y cuándo llega tu novia - amiga? — Suelta una carcajada y señala detrás de mí.

— Solo estamos saliendo. — Pero cuando se acerca a ella no parece que solo estén saliendo.

Además, la familia ya la conoce, solo faltaba yo. Mi hermano y yo teníamos una especie de ''regla'', nuestra familia no conoce a las mujeres que solo serán cosa de un rato. Es decir, de mi parte no han conocido a muchas de las mujeres con quienes he tenido algo que ver. Mamá pensaría que soy promiscuo o algo peor.

Aarón solo me dijo que la conoció en la universidad cuando regreso de Los Ángeles hace seis meses y llevan un par de meses saliendo. Otra de las razones por las que mi hermano y yo nos llevamos tan bien es que tenemos gustos muy distintos en lo que mujeres se refiere. Nunca nos hemos peleado por una.

Él prefiere a las mujeres mucho naturales — sin cirugías plásticas —, que su complexión sea delgada y que tengan carita de niñas buenas.

Mientras que a mí me da igual si tienen cirugías plásticas hasta en los dedos de los pies. A mí sí me gusta que tengan pechos grandes y el trasero ni se diga — con eso es suficiente —, no quiero a una niña buena conmigo con carita de ángel. Yo quiero a una perra en la cama y que no sea una mojigata.

— Megan, él es mi hermano Aidan. — Le sonrío y estrechó su mano.

— Megan Giacometti. — Es italiana.

Y cómo lo dije; Megan es el tipo de mujer que a mi hermano le gustan. Aunque ella no es tan delgada como las anteriores. La verdad es linda, pero no como para provocarme una erección. Es mejor que tengamos gustos completamente distintos, jamás quisiera pelear con mi hermano por una mujer llevamos la misma sangre.

Siempre he pensado que te follas su cuerpo, no su rostro. Lo que ves rebotar son sus pechos, no su rostro. Con lo que tu pelvis choca cuando la penetras es con su trasero, no con su rostro. Lo que te llevas a la boca son sus pechos, no su rostro — únicamente sus labios —. En lo que me recuesto son los pechos de Hats, no en su rostro.