IMPERIO 73.

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Yo sigo sin poder creer que desde hace casi dos años Hats sea mi esposa, no siento que nada haya cambiado entre nosotros. Simplemente todos saben que ahora es mi esposa. Ante todo, el puto mundo Hatsumi Casttelot es MI esposa y joder, me encanta.

Debo reconocer que los primeros meses — después de la luna de miel — tuvimos algunos problemas. No me gustaba usar el anillo y de hecho sigue sin gustarme. No porque no quiera que sepan que estoy casado, solo que me molesta llevar algo en mi dedo todo el maldito día.

Aunque debo aceptar me encanta ver su nuevo nombre en Instagram: Hatsumi Casttelot – Ivanova. Nunca me plantee la posibilidad de que usara solo el apellido Ivanova — como mamá lo hace —, de hecho, durante los preparativos creo que jamás lo comentamos, Hats no quería dejar de utilizar el apellido de Max, pero si quería usar el mío. Así que de ese dilema se creó su nuevo nombre que a decir verdad me encanta.

Samadhi, Varenka y Priyanka piensan que el ruso ya es su idioma. Dos meses y lo dominan mejor que yo, siempre supe que son demasiado inteligentes. Son niñas, es mucho más fácil que su cerebro retenga un nuevo idioma. Los idiomas que yo aprendí siendo adolescente si me costaron un poco más de trabajo, quizá un par de meses más de lo anterior. Aunque si lo vuelves algo habitual será cada vez más rápido y es precisamente lo que queremos lograr con las niñas.

Si Rachel, Hats y yo tuvimos una excelente educación por supuesto que las niñas también, eso jamás estuvo en discusión. Y al igual que en nuestros casos mis hijas van a tener la decisión sobre en qué universidad querrán estudiar. Aunque ese es otro de mis enormes conflictos. No me gusta una mierda pensar en la posibilidad de que mis hijas van a estudiar en otra ciudad o en otro puto país. Obvio no tendré el control de lo que hagan estando lejos de papi y no quiero ni pensar en la posibilidad de que hagan lo mismo que yo hacia estando a miles de kilómetros de Nueva York estando lejos del control de Aisley Ivanova.

— Amor, ¿Vas a estar ocupado a la hora que salen las niñas?

— No, ¿Por qué? — Acaricio su pequeña barriga aún a las veinte semanas de embarazo.

— Necesito que pases por las tres. — Trago saliva. — Rachel las va a llevar, pero tengo una reunión a esa hora.

— Se le va a olvidar. — Me regaña Samadhi.

Las pocas veces que me han pedido ir por ellas se me olvida, juro que no sé cómo carajo, pero siempre se me olvida. Hats hoy pasó por ellas al colegio, comen y una hora después se van a su siguiente clase.

Hats y yo tratamos de tener toda la mañana ocupada, pero toda la tarde libre, así después de comer ya no tenemos nada que hacer o si lo tenemos que hacer es menos y es suficiente tiempo mientras ellas están en sus clases de ruso o van con Hats al salón de belleza e incluso a los laboratorios. Por supuesto que hay una colección de maquillaje inspirada en las tres y les encantó.

Cuando Samadhi tiene que ir conmigo a la oficina no hace más que joder y hacer que me arrepienta de lo que le dije hace un par de años que Ivanova Enterprise era su castillo y todos ahí la tenían que obedecer.

Hemos tenido unos pequeños problemas, pues mi hija piensa que mis empleados son sus esclavos y deben de hacer lo que la princesa Samadhi diga. Así que algunas veces se la llevo a mi mamá o a Keysi que me sigue costando aceptar que dejo de ser mi cuñada, pues ya no está casada con Andrei, aun así, siempre será mi familia, la tía de mis hijas y yo siempre seré el tío favorito de sus hijos. Creo que a toda la familia nos dolió su divorcio. Keysi es y siempre será una Ivanova.

— ¡No te vayas a olvidar de nosotras! — Exclama Samadhi con Squishy en sus brazos.

No suelta al pobre perro para nada e incluso se lo quería llevar al colegio, pero por obvias razones no puede, y me tuve que enfrentar a un berrinche del calibre de Aisley Ivanova. Mis hijas tienen un poco de la personalidad de todos, incluso de Max.

AIDAN. (Imperio #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora