AIDAN. (Imperio #3)

IMPERIO 20.

Hoy es mi última noche en Nueva York. De nuevo el nudo en la garganta al saber que es cuestión de horas para que me tenga que despedir de mi familia. Sigue siendo difícil, pero necesito recuperar la estabilidad que tengo con Hats: solo ella y yo. La verdad es que estoy comenzando a cansarme de todo el drama con Rachel.

— Te vamos a extrañar. — Las gemelas me abrazan.

— Aún no me voy. — Acaricio su cabello y aunque asienten me abrazan con más fuerza.

Mis papás también se van mañana al Nova Win así que es un poco más difícil para ellas, pero saben que mis papás regresan en una semana. A mí no me van a ver hasta noviembre que es mi cumpleaños o quizá hasta diciembre que yo regrese a Nueva York.

Hoy no vi a Hats pues esta con su mamá, pero a partir de mañana la voy a ver prácticamente todo el día. Nuestras clases comienzan en doce días, pero los malditos papeleos, verificar que el pago se haya realizado antes. Esta vez voy a vivir en el penthouse de mi tío Alessandro y tengo todos sus autos a mi disposición. Tener que desempacar. Circe se hace cargo de comprar lo necesario y básico.

— Hola. — Bibiana se asusta cuando entro a la cocina y se le quiebra un vaso. — A este punto nos vas a dejar sin vajilla. — Se ríe nerviosa. — Es tarde, ¿Qué haces aquí?

Los únicos que viven aquí son mi nana Ella y Ángelo. Es casi medianoche y si mal no recuerdo, ella se va de aquí como a las 8:00pm, así que esta MUY lejos de su horario.

— La señora Ella me pidió quedarme esta noche pues las gemelas se ponen algo tristes cuando usted se va y los señores también van a salir de viaje. — Asiento. — ¿Entonces se va mañana? — Asiento de nuevo. — Sé que no me importa, pero la verdad es que tengo curiosidad, las gemelas hablan mucho de que usted solo esta un tiempo en Nueva York.

­—¿Y sobre qué tienes curiosidad? — Alzo una ceja.

—¿No le gusta vivir en Nueva York o por qué no vive aquí?

En estos días no he podido lograr que deje de hablarme de usted y me estresa un poco. Me siento como señor.

—Estudio fuera del país Bibiana, por eso no estoy en Nueva York todo el año, solo vengo cuando mi semestre termina, y regreso antes de que inicie el siguiente.

—¿Y en dónde vive el resto del año?

—No estoy en una ciudad mas de seis meses, esta vez iré a Sídney.

—Gracias por responder mis preguntas, sé que no me importa, pero... — Sonríe con timidez y se pone el cabello detrás de las orejas.

Ahora que lo pienso, es la primera vez que la veo con el cabello suelto, siempre la había visto con coletas, trenzas o cosas así, supongo que es lo normal, ya que esta en la cocina, pero también me doy cuenta que ella no cocina nada. Sigue sin ser mi tipo, no me provoca nada, pero a decir verdad me cae bien. Aún me mira mucho, sobre todo cuando estoy con Hats.

Cuando se inclina a levantar los vidrios rotos del vaso no tengo más opción que hacerlo yo también. Aunque muchos lo duden tengo educación y una excelente. Sé que no tengo la necesidad de estar limpiando cosas de mi casa, y mucho menos algo que yo no rompí, pero trato de ser lindo. ¿Ok?

— No se moleste, pero... ¿Le puedo preguntar algo? — Asiento. — Mañana se va, ¿No? — Se lo acabo de decir. Pero creó que ya sé a dónde va. — ¿Cuándo me va a pedir que me acueste con usted? — Solo sonrío. Lo sabía.

Cuando toma mi mano con la suya temblando sé que tengo que dejar las cosas muy claras. Así que me incorporo. Si la toco me voy a meter en problemas con papá y después del drama que armamos Hats y yo cuando nos arrestaron prefiero mantenerlo tranquilo.