IMPERIO 41.

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Hats.

Finales de mayo. Han pasado tres meses desde que Aidan, Yami y yo nos fuimos de Nueva York. Él no ha dicho mucho al respecto y sé que no lo hará. Aidan Ivanova es muy impulsivo y seguro con sus decisiones. Me sorprendió mucho cuando me dijo que nos íbamos y aún más cuando nos contó lo que Aarón le dijo y simplemente prefirió irse.

Sinceramente cuando su papá llego demasiado molesto después de que él y yo nos fuéramos, creí que iba a escuchar gritos desde el despacho, cosas quebrarse, golpes, o que Aidan iba a salir volando por la ventana; pero no. Ni siquiera escuche un solo grito esa tarde, él se despidió perfectamente de nosotros y creí que estaba en un universo paralelo o algo así.

Rachel lo llama mínimo una vez al día, le envía mensajes que él ignora y sé que así lo hará hasta que aclare en su cabeza lo que siente por ella. Han pasado tres meses, no sé cuánto tiempo más necesita. Aunque la verdad no sé hasta cuando se va a cansar de que la rechace así. No la entiendo de verdad.

Aidan jamás me ha tratado como lo hizo con Rachel y si lo hubiera hecho yo ya no estaría cerca de él, yo si tengo dignidad y aunque lo adore jamás permitirá que un hombre me tratará mal.

Mi papá siempre me tuvo en el trono de la reina, rodeada de lujos y atenciones, aunque por su trabajo tenía que viajar mucho, eso no impedía que yo siempre haya sido su prioridad incluso antes de sus negocios. Crecí con esa idea de que el hombre con quien estuviera entonces me tenía que tratar así.

— Hola bebé. — Me inclino por detrás de la silla para darle un beso.

— No me digas así, siento como si fueras mi mamá. — Suelto una carcajada. — Hola. — Tira de mi brazo para que me siente en su regazo.

Su familia estuvo aquí hace dos semanas por el cumpleaños de Aisley y verlos siempre lo pone de buen humor. Los negocios de su papá lo tienen bastante estresado de hecho, pero no es para menos, jamás había tenido responsabilidades así. A decir verdad, ninguno de nosotros había tenido este tipo de responsabilidad.

— Recuerda que voy a ir a comer con mi papá. — Asiente.

— Yo tengo una reunión. — Alzo una ceja para que me diga más. — No tengo idea, solo papá me dijo que estuviera presente.

— ¿Sabes algo de Yami? — Niega, pero no me mira a mí.

Por supuesto que tiene su vista en lo que más cerca tiene de él: mis pechos. Casi puedo jurar que esta imaginando lo que hará en unos minutos.

Yami sigue en el campus y no tiene idea que mi papi está en Londres, llego hace una hora. Quizá debe estar en la biblioteca estudiando como siempre que es semana de exámenes y nos ignora. De verdad es inteligente.

— ¿Cuánto tiempo tienes antes de tu reunión? — Me bajo los tirantes del vestido.

— Cuarenta minutos. — Sonrío sentándome a horcajadas.

— Tiempo suficiente. — Me baja las copas del sostén.

— Cuando no debes traer bragas puestas las traes. — Suelto una carcajada.

— Condón. — Susurro en un gemido y abre el cajón de la derecha para sacar uno.

Mi nueva ginecóloga me cambió las pastillas anticonceptivas y mientras vuelven a tener efecto pues debe poner látex en su precioso pene. Sobra decir que su parte favorita de mi cuerpo son mis pechos y la sensibilidad que tengo no me ayuda mucho a no correrme.

—Una hora quizá. — Suelto una carcajada.

No es novedad que vaya a llegar tarde a alguna reunión, por supuesto que a las personas les molesta, pero no pueden decir absolutamente nada pues es el hijo del dueño. Así que todos deben quedarse callados, pues Aidan mientras estemos en Londres es el representante del Corporativo Ivanova de Nueva York que es la sede principal, y, por consiguiente, en representación de Aisley Ivanova. Actual directora.

AIDAN. (Imperio #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora