IMPERIO 57.

250 17 0
                                    

Hoy es la fiesta que a Hats se le ocurrió organizar para saber si nuestro bebé es niña o niño. Me sigue pareciendo la idea más estúpida del mundo. No era necesario invitar a tantas personas.

Yami como siempre me llevo la contraria y ayudo a todas las mujeres con esta fiesta. No tengo ni la menor idea a quién se le ocurrió organizarla en ''La Fortaleza'', la hacienda de la familia. Pasamos la noche aquí de hecho, no recuerdo cuando fue la última vez que vine, pero hay muchísima tranquilidad. Al menos dentro de la casa, ya que en fuera de ella hay muchas personas arreglando todo.

—Quita esa cara hermanito, es tu bebé. — Me regaña Aitana. — Deberías estar feliz.

—¡Esto no era necesario! — Exclamo. — Tú no lo hiciste.

—Te recuerdo que, en el embarazo de Marcus, literalmente estuve escondida todo el tiempo y con Ian, no tenía tiempo pues acababa de iniciar las residencias en el hospital. Solo disfruta esto. Es su primer bebé.

—Te odio. — Se ríe y se va cuando escucha el llanto de Ian.

Hay demasiados globos azules y rosas, la decoración se centró en osos. ¿Por qué? No tengo ni la menor idea, Hats lo decidió. De hecho, hay como diez osos como de dos metros por todo el lugar, algunos rosas y otros azules.

Y para hacer esto más ridículo, se les ocurrió que cada invitado viniera vestido del color que creía seria nuestro bebé. ¿A ellos que carajo les importa? Obviamente yo parezco papá Pitufo. Todo vestido de azul.

Lo que le dije a Hats hace algunas semanas es real; me da miedo que ese bebé que sigue creciendo en su interior sea una niña, me da miedo que alguien la lastime y yo no poder hacer nada para evitarlo. Me dan unos putos celos de los mil demonios saber que un día esa niña va a tener novio, que un hijo de puta va a besar a mi hija y van a tener sexo.

—No, no, no y mil veces no. — Niego.

Estoy a punto de volverme loco y ni siquiera sé si es niña o niño. Aunque mi instinto paternal — que no sé si exista — me grita que voy a joderme pues es una niña. Todo en mi me grita que es una niña. ¡Carajo!

Y cuando salgo me doy cuenta que no soy el único que sospecha que ese bebé es una niña. Muchos de los invitados llevan algo rosa puesto. Incluso papá lleva puesta una camisa rosa claro debajo de la oscuridad de su traje. Lo fulmino con la mirada y solo se encoge de hombros con una sonrisa burlona. Sé que solo se puso esa camisa porque no hay nadie extraño aquí, solo personas que él conoce bastante bien.

Incluso tienen juegos planeados. Bien, no me voy a aburrir tanto si se trata de competir con mi hermano. Solo de esta manera lo hago.

Las horas pasan y entre cada juego sube el porcentaje de probabilidad de que sea niño o niña. Obviamente solo es un juego, pero alimenta mis esperanzas.

Lanzo uno de los dardos que en esta ocasión tienen plumitas azules y rosas al mismo tiempo que Aarón para reventar un maldito globo dorado y lo miro con suficiencia cuando obviamente yo lo reviento. Tengo una puntería bastante buena.

Hats no ha dejado de sonreír y ahora está discutiendo con Yami de alguna tontería pues justo después ambas se ríen. Obviamente ya me obligo a pasar por la debida sesión de fotos que será el recuerdo de esta innecesaria fiesta; aunque no pienso negar que me estoy divirtiendo.

Dejo a mi hermano jugando con las gemelas y me acerco a Hats abrazándola por la espalda haciendo que se sobresalte.

—¿Ya me vas a decir que es? — Susurro en su oído.

—Juega conmigo con los dardos mientras llega el helicóptero. — Frunzo el ceño. — Tu mamá solo me dijo que con un helicóptero nos darían la sorpresa. — Se pone de puntitas para besar mis labios.

AIDAN. (Imperio #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora