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Entramos al comedor y Eric agarra mi mano nervioso.
Le miro y sonrío acariciando su dorso para intentar tranquilizarle, lo cual parece funcionar un poco.
Nos sentamos al lado del otro y esperamos a que sirvan el desayuno, por lo que aprovecho para hablar con mis padres.
-¿Creéis que podríamos reunirnos los cuatro después?- digo alternando mi vista entre ellos y Eric- Tenemos algo importante que deciros.
-A lo mejor es que van a tener un bebé- suelta mi hermano de repente y me atraganto con mi propia saliva.
-No es eso- contesta Eric con una mueca divertida- No hasta que estemos casados, al menos- completa mirándome y sonriendo de lado.
Imito su gesto anterior y me centro de nuevo en mis padres, quienes nos miran algo preocupados.
-No es eso- repito haciendo énfasis en cada palabra y puedo observar que mi madre suspira aliviada.
-¿Entonces qué sucede, cariño?- pregunta mi padre.
-Bueno, en realidad es más algo que Eric tiene que contaros- explico, sin saber por qué, con esfuerzo.
Mis padres se miran y mi madre toma la mano de mi padre apretándola con fuerza, quizás asustada por saber cuál será la noticia.
Las doncellas empieza a servir la comida y me centro en ella para no pensar por un rato.

-Puedes hablar- dice mi madre cuando estamos en su despacho.
Eric se acerca un poco y carraspea. Le noto aún nervioso y me coloco a su lado tomando su mano. Me mira y sonríe un poco antes de volver la vista a mi madre.
-He decidido abdicar de mi lugar al Trono- repite las mismas palabras que me dijo en la noche, ésta vez de forma ligera.
Observo la reacción de mis padres y, mientras mi padre se muestra inexpresivo, mi madre sigue asustada.
-También he renegado de mi Reino, ya que no quiero que se me relacione de ninguna manera con el hombre que intentó acabar con Ustedes hace tiempo- me mira y puedo jurar que sus ojos vuelven a estar húmedos- Por eso me preguntaba sí, tal vez, podría venir a vivir aquí.
Siento que se ha liberado de toda la carga que llevaba y no tardo en besar su mejilla y envolverle entre mis brazos.
-Tranquilo- susurro en su oído y le noto respirar con fuerza.
Mis padres nos miran hasta que nos separamos y luego clavan su vista en mí.
-Ashley, ¿puedes dejarnos solos, por favor?- pide mi madre.
Me tomo unos segundos antes de asistir y abandonar la habitación, apretando de nuevo la mano de Eric al hacerlo.
Cierro la puerta a mi espalda y me alejo de allí llegando a mi sala de arte para esperar.
Escucho pasos acercarse minutos después y sonrío.
-¿Qué ha pasado?- pregunto en cuánto Eric me rodea por detrás.
Empieza a mecerme con suavidad y me gira para quedar frente a él. Sonríe demasiado y eso me hace feliz.
-Puedo quedarme como una medida de protección- dice bajito sobre mis labios-. Por si mi padre decide hacerme daño ahora que, supuestamente, le he traicionado.
Le abrazo con fuerza y luego me apoyo en su pecho.
-No dejaría que te hicieran daño. Nunca- susurro cogiendo su mano para besarla.
Eric sonríe de nuevo y se separa para mirarme.
-Yo tampoco lo permitiría, mi amor- dice imitando mi gesto.
La aleja despacio y tira de mí con suavidad para juntar nuestros labios.
El beso pasa de ser suave a apasionado en solo unos segundos y dejo que sea él quien lleve el control.
Caminamos hasta que quedo pegada a la pared y Eric aprovecha el momento para juntarse más a mí.
Desliza sus labios hacia mí cuello y río por las cosquillas que su tacto me provoca, regresando poco después a unirnos.
Una sensación extraña pero agradable me recorre el cuerpo y me agarro a él con más fuerza.
-Creo que es suficiente por está vez- dice deteniéndose y le miro confundida y deseosa por más.
Junto de nuevo nuestros labios pero Eric se aparta.
-Ashley, no- habla muy serio y se aleja un poco.
Desvío la vista y al segundo noto su mano en mi mejilla.
-No quiero que vayamos tan rápido es ese aspecto- susurra sonriendo de lado y me abraza con suavidad.
Suspiro y me apoyo en su hombro cerrando los ojos.
-¿Quieres que leamos un poco?- pregunta poco tiempo después.
Me separo para mirarle sonriendo y asiento con rapidez. Eric suelta una carcajada y besa mi frente antes de tomar mis manos y caminar juntos hacia las estanterías para elegir un libro.
Tras un rato corto, saca uno con el que ambos estamos de acuerdo y nos sentamos en el asiento de alféizar para sumergirnos en el mundo de las palabras.

A Princess' Tale (Reales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora