El agua caliente relaja mis músculos y me sumerjo en ella por completo durante unos segundos.
Salgo de la bañera un largo rato después envolviéndome con la toalla y Eric se acerca para secar y desenredar mi cabello con suavidad.
-Gracias- digo en un hilo de voz sentándome delante de él.
Veo por el espejo cómo sonríe e intento hacerlo yo también, pero solo consigo que un pequeño sollozo escape de mi garganta.
Eric se arrodilla a mi lado y envuelve mis manos en las suyas, dejando un suave beso en mi frente.
-¿Por qué no te pones ya el camisón y vamos a dormir?- pregunta bajito-. Es tarde y el día ha sido muy largo.
Asiento casi de forma imperceptible y me ayuda a levantarme para llevarme a la habitación, dejando que sea quien me vista por completo mientras yo permanezco tan quieta como una muñeca.
Agarra de nuevo mis manos al terminar y me hace avanzar junto a él hacia la cama, donde nos tumbamos en silencio al lado del otro.
Eric me envuelve en sus brazos acercándose más a mí y yo me acurruco en su pecho.
-¿Ya te encuentras mejor?- susurra sobre mi cabello.
Cierro los ojos y suelto un suspiro pesado.
-No- contesto a los pocos segundos haciéndome más pequeña.
Le noto sonreír y toma de nuevo mis manos para acariciarlas con suavidad.
-Tranquila, mi amor. Ya verás cómo muy pronto lo estarás y...
-¡¿Cuándo vais a dejar de hacer eso?!- alzo la voz separándome con brusquedad.
Eric me mira confuso y suspiro de nuevo, sintiendo las lágrimas resbalar por mis mejillas.
-Será mejor que durmamos ya- dice girándose.
Me vuelvo a tumbar, frustrada, con la vista fija en el techo.
-Eric- le llamo minutos después pero no responde.
Giro la cabeza para mirarle y observo que su respiración se ha vuelto más calmada, por lo que deduzco que ya se ha dormido.
Trato de conciliar el sueño pero no lo consigo y, a los pocos minutos, me levanto para salir al pasillo e ir a mi sala de arte, encerrándome en ella lo que resta de noche.El ruido de la puerta me hace abrir los ojos despacio.
-Alteza, el desayuno está servido y sus padres ya la esperan en el comedor.
Me levanto y me acerco a la puerta con lentitud, pero no la abro si no que me apoyo en ella.
-Gracias, pero diles que no me encuentro bien para asistir.
-Como desee, Alteza.
La escucho marcharse y me giro para volver a mi lugar, pero una voz me detiene.
-¿Y a mí puedes abrirme? Creo que tenemos algo pendiente de ésta madrugada- percibo cómo sonríe tras la madera y yo permanezco quieta por unos segundos-. Por favor, Ashley.
Accedo a su petición y nos abalanzamos sobre el otro en cuanto nos vemos.
Cierra la puerta tras de sí y me pega a la pared acercándose más a mí, sonriendo cada vez más mientras sus labios devoran con ansía los míos.
-¿Esperabas que ésto sucediera anoche?- susurro separándole un momento.
Eric junta nuestras frentes.
-Espero que ésto suceda cada noche si tú lo quisieras.
Sonrío y le beso un instante.
-Creía que era la única que lo pensaba.
Nos miramos y volvemos a unirnos pero me detengo de nuevo a los pocos minutos.
-No creo que sea un sitio adecuado para lo que estamos a punto de hacer- susurro recorriendo la sala con la mirada-. Creo que ir a mi habitación será más práctico, ¿no te parece?
Eric sonríe de nuevo apretando más su agarre y salimos cuidando que nadie nos vea hasta llegar a dicha estancia, dónde una vez dentro dejamos que la pasión nos controle.
Hazlo. Así la gente dejará de desearte como Reina y por fin podrás ser libre.
Escucho de nuevo esos pensamientos y ésta vez no temo sus palabras.
Miro a Eric y hago que se tumbe debajo de mi.
-¿Crees que podríamos llegar más lejos?
Éste frunce el ceño y se incorpora quedando a centímetros de mí.
-¿No prefieres esperar? No quiero que...
Ruedo los ojos y chasqueo la lengua.
-Si me quedo embarazada antes de casarnos podré ser libre por fin, Eric.
Él pestañea varias veces.
-¿A qué te refieres?
Ésta vez pongo los ojos en blanco y me siento a su lado.
-Ya sabes que no está bien visto que se tengan relaciones antes del matrimonio, aunque nosotros lo hagamos y nadie nos lo replique.
Eric se ríe e imita mi postura.
-Eso es porque tus padres saben que nos deseamos con locura. Pero recuerda que acordamos no ir a más hasta casarnos.
Me tumbo en la almohada suspirando con pesadez.
-Estúpido acuerdo que no nos deja disfrutar bien- murmuro tapándome con la mano.
Eric se acuesta a mi lado y agarra la otra para dejar pequeños besos en su dorso.
-¿No disfrutas de mi compañía? ¿De mí? ¿De lo que te provoco cuando...
-Lo he pillado- le corto mirándole sintiéndome avergonzada.
Suelta una carcajada antes de ser quien se ponga sobre mí.
-¿Te da vergüenza hablar de ello pero no llevarlo a cabo?
Estiro mi brazo para coger un cojín y golpear el suyo con suavidad.
—Auch— se queja riendo y vuelve a besarme por unos segundos.
—Ojalá pusiésemos quedarnos así para siempre— susurro cerrando los ojos.
Sabes que no puede ser. Qué algún día Eric y tú gobernareis teniendo que dejar todo lo que ahora os hace felices.
Le hago un lado para levantarme y vestirme de nuevo, despacio. Él me mira por unos segundos antes de hacerlo también.
—¿Vamos ya a desayunar?— pregunta rodeándome desde atrás y dejando un beso en mi mejilla.
Asiento sonriendo y salimos abrazados hasta llegar al comedor.
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A Princess' Tale (Reales II)
Romance*Historia sin corregir* Una Princesa que teme serlo y un amor esperado por años. Solo hay dos cosas que preocupen a Ashley a sus 18 años: el momento de ascender al Trono y encontrar un amor tan puro como el de sus padres; siendo éste último su más a...