31

1 0 0
                                    

Observo mi reflejo por última vez antes de dirigirme al salón de baile, donde los invitados esperan para celebrar mi cumpleaños: un vestido de color verde claro con escote en forma de corazón y las mangas cortas cayendo por mis hombros, junto a mi cabello ondulado al lado de una de éstas; en mi cabeza una tiara que me hace lucir como la Princesa perfecta que todos esperan que sea.
-Vaya- exclama Eric sonriendo a unos metros de mí.
Me giro para mirarle directamente y me acerco rápido para abrazarme a él con fuerza, alzando la cabeza a los pocos segundos para besarle.
-Tus padres me han pedido que venga a buscarte porque la fiesta no puede empezar sin tí- dice separándose y mirándome sonriendo.
Me junto de nuevo y le aprieto un poco contra mí, haciendo que la falda del vestido se arrugue.
-Ashley, no- susurra separándose y le miro con tristeza-. Debemos ir a la fiesta o tus padres vendrán a buscarnos- sonríe antes de acercase de nuevo-. Y no creo que les gustase lo que verían aunque tengamos su permiso para hacerlo- susurra apretándome otra vez contra su cuerpo.
Nos perdemos en el otro por unos segundos aunque no tardamos en volver a la realidad y ser conscientes de que tenemos un sitio al que ir.
Eric ayuda a alisar mi vestido para que luzca como antes y me ofrece su brazo para empezar a caminar hacia la fiesta.
A medida que nos acercamos mis nervios aumentan y aprieto más mi agarre.
-Prométeme que estarás conmigo todo el tiempo- casi suplico manteniendo la vista al frente.
Eric me acerca a él y deja un suave beso en mi cabeza con cuidado de no descolocar la tiara.
-No me moveré de tu lado en toda la velada.
Sonrío y le doy un pequeño abrazo antes de detenerme a unos metros de la puerta cerrada.
Los nervios se hacen más presentes y quiero salir corriendo de allí. Eric parece notarlo y se coloca frente a mí tomando mis manos.
-Olvídate de la gente e imagina que estamos solo nosotros y tu familia- dice con voz suave acercándome a él.
Cierro los ojos y respiro hondo antes de asentir, volviendo a colocarnos para acceder al interior de la sala.
Miles de miradas se posan en nosotros, en mí, mientras avanzamos hasta donde se encuentran mis padres, quienes me felicitan y abrazan besándome con cariño.
Nos tomamos unos segundos para que el resto de mi familia lo haga también y luego mi padre se acerca a mí, ofreciéndome su mano para abrir juntos el primer baile de la noche.
Avanzamos hasta el centro de la sala y nos inclinamos ante el otro antes de colocarnos y esperar a que la música empiece a sonar. Aunque no aparto mi mirada de Eric mientras nos movemos y mi padre parece notarlo.
—Así que has encontrado a otra persona con quién bailar en lugar de tu viejo padre— me mira sonriendo lleno de felicidad.
—¿No te importa?— pregunto imitando su gesto.
Éste niega dejando un suave beso en mi frente.
—Así yo podré estar más tiempo con tu madre.
Sin dejar que la melodía termine, me separo y camino rápido hacia Eric.
—¿Le gustaría bailar conmigo?— pregunto inclinándome frente a él sin perder el contacto visual.
Estira su mano para coger la mía y la besa con suavidad.
—Solo si promete dedicarme todos y cada uno de los bailes— sonríe volviendo a incorporarse.
Asiento riendo antes de enlazar nuestros brazos y volver a caminar hacia el centro de la sala.
Me inclino de nuevo y él hace lo mismo sin tardar demasiado en juntarnos y que la música vuelva a sonar.
Bailamos sin apartar la mirada del otro y sin ser capaces de borrar nuestras sonrisas, uniéndonos en un beso que no quiero que termine cuando los músicos se detienen.
—Feliz cumpleaños, mi amor— susurra apoyando su frente en la mía al separarnos.
—Es la tercera vez que me lo dices— contesto sonriendo.
Eric se acerca para dejar un corto beso en mis labios.
—Una por todos los que han pasado sin conocernos.
No puedo evitar sentir un cosquilleo en mi estómago y suelto una risa en voz baja.
—Entonces aún te faltan 16— susurro todavía pegada a él.
Sonríe volviendo a unir nuestros labios por varios segundos, 16 exactos, teniendo que tomar una gran bocanada de aire al separarnos.
—Espero que haya servido.
—Ha sido más rápido que decirlo, eso seguro— contesto en una carcajada.
Bailamos de nuevo con más personas alrededor ésta vez y puedo llegar a observar que mis padres nos miran con orgullo.

A Princess' Tale (Reales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora