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Las doncellas terminan de arreglar mi cabello mientras otras lo hacen con el vestido ya puesto sobre mí.
-Está preciosa, Alteza- dice una de ellas sonriendo tras apartarse.
Le devuelvo el gesto y bajo del pedestal donde estaba subida para acercarme al espejo de cuerpo entero y observar mi reflejo.
Sonrío al saber que, por lo menos ésta vez, no tendré que llevar un vestido ostentosamente elegante para la fiesta.
-Aquí tiene, Alteza- habla otra de las chicas entregándome la máscara y la coloco con cuidado sobre mis ojos, haciendo que éstos parezcan todavía más claros por el azul profundo que ahora los rodea.
Respiro hondo antes de darles las gracias y salir de la habitación hacia el salón de baile.
Unos brazos rodean mi cintura desde atrás mientras camino y me hacen detenerme y sonreír. Eric deja un pequeño beso en mi cuello antes de girarme quedando frente a él.
-Todos los días estás preciosa pero creo que hoy lo has superado- dice sonriendo tan cerca de mis labios que me hace cosquillas en ellos.
-Podría decir lo mismo pero no sé cómo de extraño sería.
Eric me pega más contra él y un escalofrío me recorre entera.
-Me gustan los cumplidos y más si vienen de ti.
Le miro por unos segundos y sonrío.
-Entonces estás tan guapo como el resto de los días o yo diría que más, si es que eso es posible.
Sus labios se posan en los míos fundiéndonos en un beso que, por desgracia, termina más pronto de lo que me gustaría.
-Deberíamos ir yendo al baile, ¿no le parece, Alteza?- pregunta separándose y haciendo una leve reverencia mientras besa el dorso de mi mano.
"Ojalá no tuviésemos que ir". Pienso. "Ojalá pudiésemos quedarnos aquí, los dos solos, sin nadie bailando a nuestro alrededor".
-Vamos- mi voz tiembla cuando contesto y mi cuerpo la sigue al cogerme de su brazo.
Mi corazón empieza a latir con fuerza a medida que nos acercamos y aprieto más mi agarre.
-Lo siento- digo bajito al verle hacer una leve mueca de dolor.
Eric se detiene y yo lo hago también, cerrando los ojos. Porque sé qué viene ahora y no tengo fuerzas para escucharlo.
"Ésta bien". Le oigo pero sus labios no se mueven; es su voz en mi cabeza, recordando las palabras que tantas veces me ha dicho para calmarme. "Tranquila, mi amor. Solo piensa que no hay nadie más que nosotros".
Una lágrima desciende por mi mejilla y retrocedo un poco.
-Ashley...
Me suelto y corro todo lo que puedo en la dirección contraria hasta encontrar una salida al exterior lo bastante alejada de la fiesta.
Camino entre la oscuridad sin rumbo, solo dejando que el viento y la inmensidad de la noche me calmen a medida que avanzo por ella.
Tus padres se enfadarán si no asistes al baile. No me importa, quizás así pueda al fin librarme de ésta carga.
O puede que te quiten lo que más quieres en el mundo.
Tropiezo con una rama seca y caigo al suelo, aunque no tengo intenciones de levantarme de nuevo; no de inmediato, al menos.
Me tumbo boca arriba contemplado las estrellas infinitas hasta que una sombra se interpone entre ambas.
-La fiesta ya ha empezado- dice Eric observándome antes de sentarse a mi lado-. Y tus padres me han pedido que te busque para convencerte de que acudas a ella.
Me incorporo despacio y me apoyo en su pecho entrelazando nuestras manos.
-No quiero recibir a los invitados- susurro.
Eric me separa un poco para mirarle.
-No creo que tengas que hacerlo. Tus padres ya se estaban encargando cuando me he ido.
Cierro los ojos y vuelvo a apretarme contra él, temiendo los pensamientos que surgen en mi cabeza.
-Entonces será mejor que vayamos- digo levantándome.
Llegamos al salón de baile en pocos minutos, donde cada una de las personas allí presentes nos observan avanzar hacia el interior.
—Se me olvidaba— susurra Eric en mi oído antes de sacar su máscara de la chaqueta de su traje.
Sonrío al notar que su color es igual al de mis ojos igual que la mía lo es a los suyos.
—Parece que ambos hemos sabido combinarnos.
Paso los brazos alrededor de su cuello y él me acerca más, besándonos de nuevo por varios segundos.
—Ahora disfrutemos de la fiesta— dice sonriendo y tomando mis manos para ir al centro de la sala y empezar a bailar.
Dijiste que no querías ser una sombra, pero cuando se te ha dado la oportunidad de destacar ni siquiera has querido intentarlo. ¿Así es como pretendes superar el miedo a la Corona?
Me detengo de golpe haciendo que Eric tropiece levemente y me aparto de él.
Has arruinado un momento prefecto, otra vez. Y nunca dejarás de hacerlo si no empiezas a comportarte como lo que eres de una vez por todas.
Retrocedo todo lo que puedo con la vista fija en el suelo hasta chocar con una de las mesas repleta de comida, tropezando con ésta y cayendo al suelo junto a algunos de los platos.
Mis padres y Eric se acercan corriendo y se agachan junto a mí.
—Llévala a su habitación. Nosotros daremos el baile por terminado e iremos después con vosotros— dice mi padre sin dejar de mirar a Eric.
Éste asiente y me carga en sus brazos saliendo de allí los más deprisa que puede mientras yo me escondo en su pecho deseando que, absolutamente todo, sea un mal sueño del que pronto despertaré.









A Princess' Tale (Reales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora