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Eric me besa cuando termino de hablar. No noto enfado ni molestia en sus gestos hacia mí, lo que supongo que es algo bueno.
—¿No estás enfadado?— pregunto acariciando su mejilla.
Él sonríe y deja un pequeño beso en mis labios.
—No sé por qué debería estarlo— se aparta un poco y suspira— Sabía que mi padre era un mal hombre, pero nunca imaginé que atentaría contra la vida de alguien solo por poder.
Me acerco a él y le abrazo con fuerza.
—Supongo que al ser Rey piensas que tienes derecho a todo sin importar las consecuencias— digo sobre su pecho.
—Entonces espero no pensar nunca colmo él— susurra besando mi cabeza y sonrío— Cuando vuelva hablaré con él sobre ésto. No puede quedarse así, no sería justo para tu familia.
Bajo la vista, pensando.
—¿Y si al hacerlo decide volver a intentar lo que no consiguió en su momento?— pregunto en un susurro.
—Pero Ashley, no...
Me aparto para mirarle directo a los ojos.
—La única razón por la que te lo he contado ha sido porque mi madre tiene miedo de que me engañes para poder hacerte con el Reino. No pretendo que hagas nada para cambiar algo que ya pasó.
Observo que sus ojos se humedecen y agarro sus manos con suavidad, tranquilizándonos a ambos.
Nos quedamos en silencio sin apartar la vista del otro y me acerco despacio para volver a besarnos hasta perder la noción del tiempo.
—Lo siento— susurro en un sollozo cuando nos separamos.
Eric me abraza con fuerza.
—Está bien, amor— dice besando de nuevo mi cabeza— No quieres tener que pasar de nuevo por algo tan horrible como fue presenciar el ataque a tu madre.
Sollozo recordando las pesadillas y cómo cada noche me despertaba gritando por ellas desde que tenía 4 años.
Me abrazo más a él y hace lo mismo.
—Promete que no vas a hablar a tu padre sobre ésto, por favor— suplico mirándole.
Pega su frente a la mía y cierra los ojos.
—Lo prometo.
Sonreímos y nos separamos minutos después.
—¿Te apetece que vayamos a montar?— pregunto cogiendo su mano.
Eric la besa y tira de ella con suavidad para pegarme a él.
—Me encantaría hacer cualquier cosa con tal de estar contigo.
Nos besamos de nuevo antes de dirigirnos a los establos.

Cabalgamos por el bosque haciendo carreras y persiguiéndonos el uno al otro. Los caballos relinchan felices y, tras un largo rato, nos detenemos para que descansen.
Me siento en la hierba húmeda y Eric me imita pasando un brazo por mis hombros, apoyo la cabeza en él y cierro los ojos escuchando la naturaleza a nuestro alrededor.
Tras unos minutos le escucho aclararse la garganta y me separo para mirarle.
—¿Te has dado cuenta de que aún no hemos hecho pública nuestra relación?— pregunta jugando con las briznas de hierba.
—¿Eso es algo malo?
Eric me mira con ternura y besa mi frente antes de volver a abrazarme.
—Lo es si no queremos que de cara a la sociedad nos vean solo como amantes— levanta mi barbilla para que le mire— Y los dos sabemos que somos más que eso— dice sonriendo y dejando de nuevo un beso en mi frente, más largo que el de hace unos segundos.
Yo también sonrío y alzo la cabeza para unir nuestros labios.

Regresamos al Castillo horas después, aunque nos quedamos más tiempo en los establos entre besos y arrumacos.
—Veo que os lo habéis pasado bien en el bosque— escuchamos la voz de mi padre y nos separamos para mirarle.
Éste sonríe y se acerca a nosotros.
—Papá— me decido a hablar primero— Eric y yo hemos pensado que es hora de hacer pública nuestra relación— explico sonriendo y tomando la mano del chico.
Mi padre pasa la vista entre ambos y la fija en mí, soltando un leve suspiro.
—¿Cuándo dejarás de leerme la mente?— pregunta con diversión.
Doy un saltito emocionada y le abrazo con fuerza.
—¿Cuándo lo haremos? ¿Podemos hacer un baile para anunciarlo? ¿Lo haremos nosotros o...
—Ashley, cálmate— escucho a Eric reír ante la rapidez con la que estaba hablando.
Le miro fingiendo enfado y le rodeo por la cintura para apoyarme en su pecho.
—¿No te encanta que a veces sea como una niña pequeña?— le pregunta mi padre y éste asiente antes de besarme de nuevo.
—¿Entonces cuando lo haremos?— vuelvo a retomar la conversación.
Los chicos parecen pensarlo y Eric me suelta para hablarlo entre ellos.
Me acerco para intentar escuchar pero ambos se quedan en silencio y me miran.
—Ashley, ¿por qué no vas a avisar a mamá de la noticia? Así podréis ir planeando también cómo hacerlo— dice mi padre.
Aplaudo feliz y vuelvo a dar saltitos antes de besar a los dos en la mejilla y dirigirme al interior del Castillo.

A Princess' Tale (Reales II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora