A Princess' Tale (Reales II)

29

Siento un dolor intenso en el estómago y apenas puedo mantenerme en pie sin marearme, pero he decidido salir de la cama para caminar un poco por la habitación ya que me era imposible seguir tumbada.
—Tú no deberías estar ahí— escucho la voz de Eric divertida y le observo avanzar hacia mi cama con una bandeja en sus manos—. Vamos— dice dejándola en la mesita— te he traído la comida.
—Ya he dicho que no me siento bien para comer— protesto acercándome.
Él frunce el ceño cogiéndola de nuevo para dejarla sobre mí cuando estoy sentada.
—Y tus padres me han dicho que soy el único al que últimamente haces caso. Así que come.
—Eso no es verdad— murmuro mirando la comida y mi estómago hace un ruido extraño que me hace encogerme un poco de dolor.
Miro a Eric suplicando que se vaya y éste, tras unos segundos, retira la bandeja de mis rodillas y se marcha en silencio cerrando la puerta a su espalda.
Me tumbo de nuevo en la cama lo más despacio que puedo y cierro los ojos cayendo dormida a los pocos minutos.
De nuevo me encuentro de noche caminado por el jardín, pero ésta vez no estoy sola. Mi abuelo y mis padres están a unos metros, hablando entre ellos.
Éstos se miran asintiendo al unísono y se toman con fuerza de las manos, girándose hacia mí.
Se acercan y yo doy un paso atrás por inercia. No me gusta la forma en la que mi padre me mira mientras avanza más hacia mí.
Coloca una mano en mi hombro que miro al instante y un escalofrío me recorre.
—Tu madre y yo lo hemos pensado. Irás a vivir con tu abuelo hasta que sepas comportarte adecuadamente hacia la Corona.
Trago saliva y le miro nerviosa, negando rápido ante su decisión.
—Ashley— mi madre se acerca a nosotros e imita el gesto de mi padre—. Es lo mejor para tí y para el Reino. No podrás gobernar si no sabes cómo...
—¡Pero dijisteis que empezaría a aprenderlo a los 20!— exclamo apartándome— ¡Aún me queda un año para que ocurra!
Mis padres vuelven a mirarse y ésta suspira.
—Cuanto antes empieces más preparada estarás cuando subas al Trono— escucho a mi abuelo viniendo hacia nosotros—. Ya has perdido valiosos años de formación entre juegos y demás. Es hora de que te tomes en serio tu futuro.
Las lágrimas corren por mis mejillas al despertar y me incorporo despacio.
Observo que Eric duerme a mi lado y, de nuevo, una bandeja con comida se encuentra sobre la mesita al lado de mi cama.
Respiro hondo antes de sentarme y encender la vela que está en una esquina, cogiendo después la bandeja para ponerla en mis rodillas y empezar a comer en silencio.
A los pocos segundos noto una mano  acariciar mi brazo y sonrío al ver a Eric tras de mí, quien se sienta a mi espalda mientras deja lentos besos en mi cuello.
—¿Te encuentras mejor, Princesa?— pregunta sonriendo.
Dejo el plato en su sitio y cierro los ojos al escuchar de nuevo aquello que tanto odio.
—¿Puedes no llamarme así, por favor?— susurro apoyándome en su pecho.
Eric me abraza y besa mi cabeza.
—Por supuesto. Lo siento, mi amor.
Sonrío mirándole dejando un suave beso en sus labios.
—Eso está mejor— contesto bajito.
Nos tumbamos despacio en la cama dejando que Eric se ponga sobre mí mientras vuelve a dejar lentos besos alrededor de mi cuello. Se separa por unos segundos mirándome con deseo y asiento despacio haciendo que empiece a deslizar mi ropa hasta dejarla a un lado de nosotros; yo no tardo en imitarle y sonreímos antes de que la pasión nos atrape de nuevo.

"Es hora de que te tomes en serio tu futuro"
Suelto un sollozo sobre los labios de Eric y éste se detiene al instante.
—Mi amor— susurra tomando mi cara entre sus manos, mirándome con preocupación.
Niego con la cabeza y me apoyo en su pecho.
—Lo siento— digo en un hilo de voz y besa mi cabeza despacio, abrazándome después y tumbándonos en la almohada.
Me tapa con las mantas antes de empezar a coger su ropa del suelo para vestirse y volver a dormir. Pero yo aún no quiero hacerlo, por lo que me levanto para cubrirme con la bata que está en la silla de mi escritorio y salgo al pasillo sin decir nada.
Camino en la oscuridad dispuesta a ir a la habitación de mis padres cuando la figura de mi abuelo me sorprende.
—Qué estás haciendo— pregunta acercándose y yo retrocedo un poco.
Trago saliva tapándome más con la tela antes de contestar.
—Voy a ver a papá y mamá— digo pasando por su lado pero me detiene cogiendo mi brazo con fuerza.
—Tus padres están dormidos y no creo que quieran que una niña malcriada vaya a despertarles por una estupidez.— Su voz suena tan enfadada que temo que en algún momento empiece a gritar—. Vuelve a la cama, Ashley. Y procura no seguir haciendo cosas impuras con tu prometido— dice mirándome de pies a cabeza.
Fijo en sus ojos los míos y me suelto de su agarre para obedecerle, al menos en una de sus órdenes.
Cuando entro de nuevo a la habitación, Eric me está esperando. Sonrío y me acerco volviendo a besarle, rodeando su cuello con mis brazos y sentándome sobre él.