C73❁

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Lentamente giro mi cuerpo y quedo frente a frente con la persona que últimamente estaba rondando en mi cabeza.

—¿Que me has hecho pedazo de idiota?

Preguntó en un susurro acomodando con  mis dedos uno de sus mechones castaños que cubren sus ojos.

El lacio de su cabello es tan suave que me da pena que me vea en este momento con mis crespos cabellos todos desordenados, pero ya no puedo hacer nada cuando te veo abrir lentamente los ojos y por inercia, y con algo de vergüenza, te sonrió al ver tu esa pequeña sonrisa tuya al ver mi aspecto.

—Te ves hermoso

Sonrióño al sentir como tus manos rodean mi cintura y me juntan más a tí, acercas tus labios hasta mi mejía derecha y me dejas un suave beso con un susurro ronco de buenos días.

Te respondo de la misma manera pero esta vez soy yo quién te deja un suave beso en la barbilla, para luego ir bajando por tu cuello y subieme sobre tu regazo.

Tus pequeños ojos me miran con un pequeño brillo que me hacen temblar, y automáticamente me pregunto si yo también los tengo al mirarte.

Tengo miedo de no poder ser tan compatibles, nos odiabamos hace tan solo unas semanas y ahora estamos aquí, tú estás aquí por mí. Y no mentí, Jin.

No mentí cuando te dije que me vuelves loco, porque es lo que causas en mi, locura. Tu presencia me hace reaccionar de muchas formas, pero tú tacto siempre me deja con una sola sensación, y me encanta porque si te soy sincero, no la he sentido con Yoongi. Lo amé a él, pero ¿Yo te amo a tí? No lo sé, pero quiero darme el tiempo para descubrirlo.

—Tambien me gustas

Y no miento cuando lo digo y luego tomo tus labios con los míos y después de unos minutos estamos nuevamente aferrando nos en un estrecho abrazo, soltando nuestros gemidos en la oreja del otro.

Porque hay esa conexión Jin, esa en la que tomas las decisiones y no las piensas mucho.

Tu eres eso Jin, mi decisión sin temor a las consecuencias, por qué sé, que con ese brillo presente en tu mirada, nada malo puede pasar.

(...)

—¿A dónde vas?

Pregunto al escuchar a mi madre moviéndose de un lado para otro.

—Tengo que ir hacer algo urgente, no te vayas a .... solo espérame mi vida, hoy te saco de aquí —siento como toma mis manos y las besa.— conseguí un buen lugar para los dos

Escucho como susurra y a su vez deja pequeños besos en mis mejías, los cuales odio ya que ella apesta a licor y pescado enlatado, y yo, bueno, no me puedo quejar, debo de estar apestando de igual manera, a excepción del alcohol.

—Ya me voy Jiminie

Esucho como dice tomando su bolso, alejándose de mí, y es cuando escucho como algo cae al suelo justo al momento que ella cierra la puerta.

Muchos posibles objetos cruzan mi mente, pero sé que estoy en lo correcto, mi oído no me engaña. Y lo compruebo cuando siento la esa pequeña llave de metal en mi mano. Con rapidez adentro la llave en la cerradura y con una felicidad grande, logro quitarme la cadena que rodeaba mi tobillo.

Me enderezó y me apegó a la pared. Con mis manos voy buscando lo que más anhelo encontrar pero mi decepción es tan grande que comienzo a lagrimear. La puerta no solo está con llaves sino, está con candado, puedo escuchar el metal ser golpeado contra la madera al sacudir la puerta.

Con una idea más en mi cabeza recorro la pequeña habitación y siento mi segunda posible escapatoria, pero nuevamente hay un candado, esta vez lo puedo sentir, y es uno grande.

Dejo caer mi cuerpo sobre la pared y comienzo a llorar, todas la esperanzas que pude haber tenido las dejo escurrir por mis mejías delgadas por la mala alimentación que tuve en este tiempo y cierro mis ojos. Me imagino cosas, muchas, pero el la que más me aferró es en la que me imagino dos sombras.

Esas dos sombras que llevan tu nombre y el mío. Estamos sostenidos de las manos mientras miramos las estrellas. No estamos en un lugar, somos el lugar, solo somos tú, yo y las estrellas si re nuestras cabezas.

Y es por eso que abro mis ojos Jungkook, no puedo ver nada, pero a la vez puedo verlo todo. Por eso es que me acerco a la ventana y sin pensarlo, me tiró contra ella, y no puedo sentir nada cuando estoy rodando por las escaleras, no siento nada cuando llego a la superficie. Estás en mi cabeza, no siento dolor, solo las ganas de poder volver a escuchar tu voz, sentir tú tacto, todo.

Y es por eso que también me levanto del suelo y camino, camino y camino gritando ayuda. Mi cuerpo se choca contra una, dos, tres, cuarto personas. Debo de estar con un aspecto tan deprimente y a su vez tan despreciable que ninguna de ellas me ayuda.

Y es cuando doblo alguna clase de esquina, logro escuchar a la perfección la voz de mi la persona que se hace llamar mi madre decir mi nombre, que ahora se a vuelto la palabra que más odio, tantas mentiras junto a ese nombre que me da asco escucharlo.

—¡No vayas a cruzar Minnie!

Grita preocupada, y lo comprendo, y es por eso que no me detengo, es ahora o nunca, si no lo hago es mi fin, nuestro fin, y no quiero eso.

—¡JIMIN!

Y tan pronto escucho como dice mi nombre, es como siento que un auto impacta contra mí.

¿Ahora sí podremos reencontrarnos Jungkook?


¡Últimos capítulos! Espero les esté gustando el avance, muchas gracias por seguir aquí conmigo, lxs adoro ♡

𝕐𝕆𝕌ℝ 𝔼𝕐𝔼𝕊 𝕋𝔼𝕃𝕃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora