Extra: Luz

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—¿Crees que me veo bien?  —preguntó el rubio acomodando su corbata. El mayor sonrío divertido y se acercó a su esposo.

Si, su esposo, ya habían pasado cuatro años desde que se habían casado. La boda había sido simple pero hermosa, la celebraron con personas cercanas a ellos y algunos compañeros de trabajo.

Y bueno, una pareja casada amaba tener la casa solo para ellos, pero ambos chicos sentían que les faltaba algo. Y ambos sabían que deseaban tanto, y no, no era el sonido de las patitas de un animal resonando en toda la casa, si no, la risa de un bebé.

—Estás perfecto mi amor —comentó arreglando el cuello de la camisa de Jimin.— tienes que estar tranquilo, se que hemos esperando mucho para que éste día llegará pero te ves muy nervioso

—No son nervios...o bueno si, pero estoy muy emocionado —sonrió al sentir la mano de su pareja entrelazarla con la suya.— ya quiero conocerla

El pelinegro sonrió muy enamorado y emocionado al ver las alegría en los ojos de su esposo, sabía que el también ansiaba esto, pero debía reprimirse.

Jimin siempre lo tranquilizaba, ahora él sería su apoyo.

—¿Jeon Jungkook y Jeon Jimin?

Habló una señora de aproximadamente unos cincuenta años de edad.

—Si, somos nosotros —respondió Jimin levantándose junto a su esposo de las sillas en las que se habían sentado al llegar al orfanato.

—Siganme porfavor —dijo con una dulce voz.

La pareja asintió mirándose con una sonrisa emocionada y siguieron a la señora que los guiaba hacía el segundo piso. Minutos después se detuvieron en una de las puertas del pasillo.

—Ella ahora está dormida —susurró la señora de edad.— solo uno puede pasar, el otro debe venir conmigo para firmar unos papeles para por fin llevársela

Jimin asintió.

—Yo iré —habló Jungkook— entra tú cariño —le habló a su esposo, acariciando suavemente su hombro.

Jimin asintió con una sonrisa y vió como su Jungkook se iba con la señora hacia otro pasillo.

Lentamente el menor entró a la habitación y se acercó a pasos suaves hacía la pequeña cuna.

La sonrisa que llevaba Jimin era hermosa, ¿Y como no? Si ver a ese pequeño angelito cubierto por sus mantitas, y su pequeño vestido, lo hacía ver súper tierna.

Lentamente llevó una de sus manos hacía la del bebé y se sorprendió cuando sintió como ésta entre sueños le tomaba su dedo pulgar.

—Es hermosa

Jimin giró a ver a su esposo que acababa de entrar a la habitación y sonrió al sentir como éste se posaba atrás de él y llevaba una de sus manos para acariciar con su pulgar la otra manita de la bebé.

—Has regresado muy rápido —susurró el menor.

—Me han preguntado el nombre de la bebé

—Oh vaya, nos olvidamos de ese pequeño, gran detalle

Ambos rieron.

—Creo que deberíamos ponerle... Eun

—¿Eun? ¿Cómo la cantante que te gusta? —interrogó Jimin sonriendo hacía el mayor.— ni loco le pongo el nombre de tu Crush Jeon Jungkook

—Oh vamos, es un lindo nombre

—En ese caso, si quieres un lindo nombre, que se llame Jimin, ¿No crees?

𝕐𝕆𝕌ℝ 𝔼𝕐𝔼𝕊 𝕋𝔼𝕃𝕃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora