𝕐𝕆𝕌ℝ 𝔼𝕐𝔼𝕊 𝕋𝔼𝕃𝕃

C39

El está más que sorprendido lo sé de sobra, y seguro más por mis palabras que dije después de alejar mis labios de su pequeña nariz.

—¿Quieres cuidarme? —Pregunta con un tono de voz tan suave que hace que mis ojos se cierren y sonría.

—Si, Jimin, quiero hacerlo

—Gracias Jungkook, eres un amigo muy bueno —Y juro que eso cagó mi sagrado momento. ¿Pero que iba a esperar, a qué se me confesara cuando claramente él no es gay?. No..pero... No, nada.

—Ven...te ayudaré a subir, camina con cuidado

Poco después de unos lentos movimientos precavidos, ambos llegaron a la ventana de Jimin y cuando estuvo apunto de ayudarlo a entrar, para estar junto a él unos momentos más, su celular sonó.

—Tsh..—Chascó la lengua.

—Tienes que ir —Dijo Jimin tranquilo.- rápido, o me sentiré culpable de que no llegues a tiempo

Dijo está vez riendo. Jungkook asintió pero antes se adentró a la habitación de Jimin, tomó las manos y lo ayudó a sentarse en su cama.

—Ahora ya estás seguro —Revolvió sus cabellos y se fue corriendo hasta la ventana.— vengo mañana

—¡ESTA BIEN! —Dijo alto. Jungkook aún se encontraba ahí, admirando al chico, peor Jimin, claro, pensó que era el hombre araña y se tiró desde la ventana.

Siguió mirando pero sintió vibraciones de mensajes desde su celular y arrugó su ceño.

"Ojalá sea algo importante"

Se dijo y salió de la casa de Jimin. Llevó su moto a la cochera y corrió hacía su casa.

—¿Mamá? —Preguntó entrando, cerró la puerta y luego entró hacía la cocina.

—¿Kookie? —Preguntó una voz a su atrás. Tragó grueso y entonces se giró.

Y la vió, a su pequeña hermana Chaeyoung de ahora once, apunto de cumplir los doce añitos, estaba con su vestido de pijama, sus dos trencitas y su peluche ahí en manos.

—Chae, ¿Q-Qué haces aquí? Y ...¿Y mamá?

—Ella te llamó para que me cuidaras, que había pasado algo en su trabajo... ¿Estas molesto-

—Nonono —Se arrodilló ante ella y puso sus manos en sus hombros.— todo está bien Rosie... Pero ya es tarde, vayamos a qué te acuestes ¿Si?

La menor asintió y poco después Jungkook la dejó en su habitación.

Estába apunto de irse pero la menor tomó su mano con mucho éxito.

—¿Puedes quedarte un ratito más?

Jungkook volvió a tragar grueso.

—Claro...

Tomó una silla color rosada
de la esquina y se sentó, cubriendo la mano de su hermana con ambas de él.

—¿Puedes contarme un cuentito?

—Chae...

—¡Por favor! —La menor hizo un puchero y Jungkook simplemente se rindió. El era débil a solo los pucheros de dos personas, los de su hermana, su mamá, y ...bueno.. quizás un rubio se estaba adueñando del tercer puesto.

Seguramente quitándole el puesto al segundo.

—Bien...¿Rapunzel? —Dijo.

—Siii, mi favorita

—Lo sé..—Susurró y comenzó a relatar la historia. Se la sabía de moría, antes se la leía siempre sin falta.

Ya cuando estaban por llegar al final vió como su hermana sonreía y murmuraba un felices para siempre, quedando completamente dormida.

Jungkook suspiró y como nunca, sus ojos se llenaron de lágrimas, llevo la mano de su hermana a sus labios y las besó con cariño y lamento.

—Lo siento tanto Chaeyoung-nie... lamento lo que hice..

Cuando sus hipidos comenzaron a salir fuertes decidió mejor ya irse.

Cuando llegó a su habitación se acercó a su ventana. Nunca antes le había tomado atención, pero desde que vió a Jimin pasar por ahí ya que se encontraba su cuarto. Decidió revisar casi siempre.

Justo ahora solo veía las cortinas cerradas. Seguro Hoseok ya había llegado.

Suspirando se acercó a el muro y comenzó a ver la calle. La noche era bella, todo estaba oscuro y sielencioso, y eso lo agradecía ya que no se encontraba muy bien. Ordenó algunos pensamientos pero otros los adentro mucho más a su corazón.

Se dirigió a su cama y se desvistió. Se quedó en boxers y se dejó abrazar por las cálidas sábanas.

Quedando profundamente dormido.

M.A💜