La falsa y su harem [Completa]

[ Extra 4 ]

Almorcé con Cass en el centro de la ciudad después de mucho tiempo. Y estaba ignorando la ventana de chat frente a mí.

[Omán, el dios de la caridad, sostiene un cartel de protesta junto con Odisea.]

["Ariel, garantiza el derecho de visualización a los dioses".]

N/T: el fandom apoya a los dioses xD

Cass me dio un brazalete de ópalo como regalo, diciendo que era un artículo comercial nuevo.

—Es demasiado, Marqués.

Empujé la caja de la pulsera que me dio de vuelta a Cass.

[Hesed, el dios del conocimiento, elogia a Cass por ser dulce.]

[Monde, el dios del arte, aconseja recibir solo el brazalete y descartar a Cass.]

Entonces Cass... era un ex novio que ahora es amigo y socio de negocios.

Una vez tuvo una relación de amor bastante intensa con él, pero desapareció después de confesarse y regresó mucho tiempo después. No me dijo por qué desapareció, y la relación, que había perdido la confianza, se vino abajo como el alcohol.

Pero él seguía siendo el cliente principal del Templo y el principal distribuidor de gargantillas de mi tienda... Como amigo, era bastante bueno, así que simplemente nos llevamos bien.

—Piensa en ello como una muestra y acéptelo.

Cuando Cass me devolvió el estuche, me vi obligada a recibirlo.

—¿Muestra?

—¿No es posible venderlo más tarde en la tienda del santo?

—Quieres decir que es una especie de negocio. Pero parece demasiado lujoso. Venderlo en la tienda...

[El dios del arte, Monde, susurra que es de alta calidad y te dice que lo tomes rápido.]

Simplemente sonrió ante mis palabras y vertió el jugo en mi vaso vacío.

—No lo pienses demasiado. Si el santo no lo acepta, lo donaré al Templo.

—Si es así, lo tomaré. Gracias.

Finalmente, le di las gracias y me volví para poner el estuche en la bolsa.

[Monde, el dios del arte, está satisfecho con tu colección de artículos caros.]

En ese momento, sentí un dolor agudo en mis pies y fruncí el ceño.

—¿Hay algún inconveniente?

Fue un momento, pero Cass me preguntó como si lo hubiera notado.

—Oh, no. Me torcí un poco el pie antes.

La noche que estuve con Reyhas en esa habitación usando tacones de muerte llamados "Masacre de Maldición", mi pie derecho se torció un poco.

En ese momento, no hubo curación, pero el dolor vendría más tarde.

—Más tarde...

Pero incluso antes de que terminara de hablar, Cass se levantó de su asiento y se acercó a mí. Y dobló su rodilla y agarró mi pie derecho con su mano. Pude verlo fruncir el ceño mientras miraba mi tobillo hinchado.

[El dios de la caridad, Omán, abandona la protesta.]

[A Odisea, dios del amor, le gusta esa pose.]

[El dios del conocimiento, Hesed, sostiene un lado de su pecho.]

[Monde, el dios del arte, escupe y dice que no haga trucos.]