Eterno Amor [AC]

33.

           [Christofher Morgan]

—No va a llegar deja de buscar, cada vez te haces más evidente.

—tiene que llegar, se lo dije.

Le respondo a Patrick y sigo buscando, ella debe llegar, se lo dije, y mas le vale que llegue.

—Christofher donde esta anahi. Dice Regina.

Ya se debió dar cuenta, ella siempre estuvo orgullosa de ambos por nuestro carácter, una vez la escuché decir a escondidas que anahi sería una perfecta Morgan, gema se acerca a nosotros y otra vez humillandose .

—No es necesario su presencia, no hace falta.

—te digo algo niña, quien no hace falta y estorba eres tú, nadie te llamo, no perteneces a esta clase social.

—me casaré con Christopher señora.

—sobre mi cadáver.

Siguen discutiendo y ya no Preto atención salgo del salón y me encaminó a casa de anahi, espero tenga una buena excusa.

5 minutos esperando a que se digne a llegar, estoy en su habitación, cuando llegue estaba cerrado, no fue difícil, sin embargo todavía no esta en casa y ella dijo que tenía compromiso, quien mierda se cree que me deja esperando.

Escucho como se abre la puerta de la entrada y unas llaves, unas leves risas hace percatarme que anahi no esta sola, camino a la puerta y abro despacio la puerta, ninguno se percatan siguen riendo.

—Dios!, Julio, enserio debes ser un santo para que me hayas hecho comer ahí.

—lo mismo me pregunté, seguro estabas de buen humor.

—exacto, sabes que anahi Lennox solo come en restaurantes super lujosos.

—exagerada no estuvo no estuvo nada mal.

—solo por eso te salvaste.

—y porque te estoy ayudando.

—exacto por tu favocito.

Siguen riendo, aclaro mi garganta y los dos se viran, me miran como si hubieran visto un fantasma y mis ojos ven rojos gracias a ese tal juan.

—Que mierda haces aquí Christopher.

—se suponía que debías estar en la cena, ya se olvidó acaso.

—te dije que tenía un compromiso.

Se escucha como aclaran la garganta y los dos giramos al tal Juan.

—creo que deberia irme.

—claro que no Julián, puedes quedarte, Christopher es el que se va.

—me estás hechando.

—tomalo como quieres enserio.

Seguimos discutiendo por unos minutos más hasta que nos dimos cuenta que Juan ya se había ido.

—perfecto, ahora se fue, tu también largo.

—ni me hables de esa manera anahi, anda cambiate que nos vamos a la cena.

—te dije que no iba.

—o te cambias o te cambio, no me di gustaría sacarte la ropa, lo sabes.

Suspira, entra al cuarto y la sigo, ahor ame doy cuenta que llevaba un top plateado de tiras y una falda corta y muy sexy corta.

—deja de verme haci pervertido.